Finalizó el 2021, el segundo año de la presidencia de Alejandro Giammattei, el primero fue nefasto, el año anterior se caracterizó por una ola de corrupción que dejo a su paso, miles de muertos, niños con un alto grado de desnutrición, incremento en varios miles de la pobreza, asesinatos, violaciones a los derechos humanos. Y lo peor, nunca se informó a detalle, el destino de los Q31 mil millones destinados para el manejo de la pandemia.
Pero sí el año pasado fue malo, imaginen el 2021. Para los que no lo han advertido, cerramos este con un Estado capturado, iniciaremos el nuevo año dirigidos por una dictadura, así es. En las dictaduras, un pequeño grupo de personas tienen el poder absoluto. Las cortes, la suprema, la constitucional, obedecen al grupo, conocido como “pacto de corruptos”, este mismo pacto ordena, ejecuta, legisla, en el Congreso de la República. Las ordenes se originan en la presidencia, pero no son del presidente, en el círculo cercano se encuentran los poderes fácticos, grandes corporaciones, multinacionales, multimillonarios sin escrúpulos, protegidos todos por el glorioso ejército.
Estamos viviendo una junta de gobierno, como la de los años ochenta. La no elección de Cortes tiene a un grupo de magistrados aplicando la ley, en una clara violación de la Constitución Política. Sin justicia no hay Estado. Si fueron capaces de esto, y además de imponer una Corte de Constitucionalidad a su medida, se imaginan que sigue. Este año cierra con un olor a fraude electoral para las próximas elecciones, incluso, entre los planes de ese grupo, altamente financiados por las mafias, esta darle continuidad en el ejecutivo a Giammattei, prepárense para lo peor.
Recordemos algunos eventos que marcaron este año, que sirven de referencia para sustentar nuestra tesis. La firma de un contrato para adquirir vacunas rusas, con una clausula de confidencialidad, como práctica empresarial, advierte lo oscuro del mismo. Ni la Contraloría, mucho menos el Ministerio Público, han podido, o bien no han querido revisar el mismo. El contrato ruso, esta amarrado a un buen número de contratos, entre los que se conocen, la mina de níquel, la autopista de Escuintla, el puerto de San José. Lo anterior deja una alfombra llena de millones de dólares en la casa de Giammattei, caso investigado por la FECI, cubierto por la Fiscal Porras, este originó la destitución de Juan Francisco Sandoval. Hay fotografías, nombres, horas y todo lo necesario para capturar al sindicado, pero no hay investigación en progreso.
Millones perdidos en casos como el del Insivumeh, el Instituto Nacional de Electrificación, son algunos ejemplos, chivos expiatorios, cuyo objetivo es crear cortinas de humo, para ocultar las resoluciones que disminuyen el número de delitos a reos como Otto Pérez Molina, Alejandro Sinibaldi, Sandra Torres, quienes están dando pasos largos, acercándose a la puerta de las prisiones. Que no nos sorprenda su inminente liberación el próximo año.
Acusaciones en Estados Unidos en contra de la fiscal Consuelo Porras, en República Dominicana contra Alejandro Giammattei, para él hay otros casos en Venezuela. La muerte de más de 50 guatemaltecos migrantes en Chiapas México, constituyen los trazos de un dibujo que delinea la realidad guatemalteca.
Se viene un 2022 con grandes desafíos, la elección de un procurador de derechos humanos, contralor general de cuentas, fiscal general del ministerio público y procurador general de la nación, no hay duda que ya tienen a los elegidos, van a realizar el proceso solo para engañar a la población. Así como vemos el futuro del país, que no se aleja mucho del de la humanidad, solo nos queda la esperanza de un cambio en la economía mundial, que define el orden de todo, para soñar con una mejor humanidad.
Profesor universitario, académico, profesional de las Ciencias Económicas.