La gratitud es una expresión del ser humano que le da valor a un bien recibido. Esto puede ser un favor extraordinario o simplemente un vaso de agua. Solemos valorar aquellas cosas tangibles que recibimos como producto de la generosidad de otra persona. De hecho la gratitud se basa en la generosidad de alguien más. Personas que despiertan en su corazón con ideas de generosidad que confluyen o conectan con personas con alguna necesidad específica y que se genera este intercambio de generosidad y gratitud.
Aunque debemos aclarar que este no es un sentir en todos los seres humanos. Recordamos lo que damos, pero olvidamos lo que recibimos. La ingratitud es esa acción apática del ser humano ante un favor recibido. Quiere decir que no hay una manifestación clara de la gratitud. De forma constante miramos a personas salir de un bache emocional o físico de gravedad absoluta y que en vez de salir a dar gracias a Dios con una oración o con un acto de generosidad hacia alguien más lo que hacen es “ celebrar “ con borracheras o bien otras maneras que no honra a Dios.
El salmista David lo declara en el Salmo 103:1-5 Bendice, alma mía, a Jehová,
Y bendiga todo mi ser su santo nombre.
Bendice, alma mía, a Jehová,
Y no olvides ninguno de sus beneficios.
Él es quien perdona todas tus iniquidades,
El que sana todas tus dolencias;
El que rescata del hoyo tu vida,
El que te corona de favores y misericordias;
El que sacia de bien tu boca
De modo que te rejuvenezcas como el águila.
Aquí el rey David nos habla de qué no debemos olvidar ninguno de sus beneficios dado a nosotros como sus hijos. Resalta que es El quien perdona nuestros pecados. Cuando Dios te quita la culpabilidad de tu pecado a pesar de qué este sea inmenso, es un motivo suficiente para agradecer. También nos habla de qué es El quien sana nuestras dolencias . Es decir, Dios usa todos los elementos posibles humanos y espirituales para proveernos sanidad de nuestras dolencias. Luego hace alusión a una frase que dice: “ El es quien te rescata del hoyo “. En este caso, un bache emocional como la depresión, ansiedad o incluso la ira o la amargura son fosos profundos en los que nosotros solemos caer y que cuesta salir por sí solo. Él es el que te corona de favores; casi siempre son muy inmerecidos, pero aún así Dios permite que recibamos lo inmerecido. Y por último hay otra frase importante.: “ El que sacia de bien tu boca “, Es decir, que podemos disfrutar de la vida a pesar de las circunstancias difíciles que podemos estar pasando.
Ser agradecidos significa mantener la puerta abierta para múltiples favores divinos o a través del ser humano. Hoy es un buen día para ir y agradecer a aquellas personas que un día, en un acto de generosidad, nos beneficiaron con un servicio, un favor o como decía el inicio, quizás un pequeño vaso de agua fría que calmó la sed que de momento podríamos estar pasando. Mantén tu puerta abierta siendo agradecido y que esa bendición se prolongue de generación tras generación.
Cardiólogo - Coach/Conferencista coachedwinibarra@gmail.com