Desde el año 2007, se estableció el 26 de septiembre como el día internacional de la anticoncepción, esta fecha sirve para informar y sensibilizar sobre la necesidad e importancia del uso de métodos anticonceptivos para todas las personas. Como se dijo en la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo en El Cairo en 1994, “las familias sanas se crean por elección, no por casualidad” (Dr. Nafis Sadik).
Fue en 1960 que la primera píldora anticonceptiva salió al mercado para el consumo de una población especifica de mujeres, no estaba accesible para todas, fue hasta el año de 1968 que la organización de naciones unidas dictamino la anticoncepción como un derecho al que la mujer tenía acceso, tratando con esto de quitar las barreras que existían para poderlo considerar como tal.
Algunos estudios demuestran que muchas personas, buscan planificar un embarazo, pero no usan métodos anticonceptivos, por falsas creencias acerca de efectos secundarios a corto y a largo plazo, o bien por no conocer la adaptabilidad de cada método a las diferentes realidades de cada persona, condicionantes culturales, religiosas, políticas y económicas también restringen en muchos casos la accesibilidad a métodos de planificación familiar.
Se ha vuelto entonces una prioridad garantizar el acceso a Consejerías en Salud Reproductiva a fin de que todas las personas puedan elegir un método anticonceptivo, ejerciendo su derecho a decidir basándose en información certera y clara. Sin sesgos.
La anticoncepción, conocida igualmente como contracepción o control de la natalidad, consiste en la aplicación de cualquier método o dispositivo para prevenir un embarazo no deseado y coadyuvar a la planificación familiar. Según el Informe emitido por la Organización de las Naciones Unidas denominado «Tendencias en la Anticoncepción en el mundo 2015» (Trends in Contraception Worldwide 2015), el uso de anticonceptivos en América Latina y El Caribe es elevado. Sin embargo, el 10% de las personas que los usan manifiestan necesidades insatisfechas de anticoncepción.
Se destaca el acceso limitado a los distintos métodos anticonceptivos, especialmente en los países menos desarrollados, así como la incertidumbre en la población femenina en lo que respecta a los efectos colaterales de dichos métodos. Igualmente, la renuencia a utilizarlos, debido a razones religiosas o culturales, barreras de género, entre otros.
Las tres barreras que más afectan para poder elegir libremente un método de planificación familiar son: pobreza, baja escolaridad y vivir en área rural. La anticoncepción es un derecho donde se le debe garantizar a la mujer la libertad de decidir sobre su proyecto de vida.
Experta en sexualidad, derechos sexuales y reproductivos. Médica General, con especialidad en Ginecología y Obstetricia. Tiene una Maestría en Sexualidad Humana.