Desobediencia responsable
Los más grandes crímenes contra la humanidad, se cometieron bajo el “¡Sí señor!”.
¿Ya les enseñó a sus niños a ser desobedientes? ¿Ha estado formando en ellos un criterio sano? O ¿Permitirá que obedezcan a una autoridad maliciosa, que solo quiere aprovecharse?
Un caso real es, el del niño Pedrito, que golpeó a la niña María en una escuela… y cuando le preguntaron la razón, respondió que Juanito, otro niño, le había ordenado que lo hiciera. Casi como decir: “Yo solo seguía órdenes”. Y es exactamente la frase que dijo en 1961, el criminal nazi Aldof Eichmann, sentenciado a muerte, cuando le preguntaron el motivo del asesinato sistemático a millones de personas en los campos de concentración de la segunda guerra mundial.
El psicólogo Milgran en la Universidad de Yale, en USA, se preguntó si las personas normales podrían cometer crímenes, solo por seguir órdenes. Entonces hizo un experimento social en donde un sujeto participaba como maestro y otro como alumno. El maestro hacía preguntas aplicando descargas eléctricas, si el alumno fallaba. Las descargas iban de leve a mayor, hasta llegar a ser peligrosas.
Lo que el sujeto maestro no sabía, es que realmente no aplicaba descargas al sujeto que fingía ser el alumno, que actuaba gritando cada vez más fuerte, con el incremento de la corriente eléctrica. Suplicaba que ya no le aplicaran más. Pero el sujeto maestro, obedecía las órdenes del investigador, hasta llegar a aplicar descargas mortales. Pasaron varios sujetos en esta prueba, y aunque se inquietaban con el dolor infringido, obedecían las órdenes del investigador.
La mayoría llegó a cumplir la prueba, un 60% obedeció fielmente de aplicar el castigo cada vez más dañino. Varias décadas después se repitió el experimento y esta vez obedecieron un 81%. ¿Usted hubiera declinado? ¿Se hubiera detenido?… Por lo que se ve que los seres humanos estamos programados para obedecer, aunque eso vaya en contra de nuestros principios.
Parece que la obediencia es más peligrosa que beneficiosa. Y en las escuelas, hogares e iglesias, instan a obedecer. Los niños y niñas corren un gran peligro al toparse con abusadores sexuales, secuestradores, traficantes de drogas y órganos. Muchos estudiantes sufren daño a su autoestima antes de poder defenderse ante un docente abusivo. Hasta los personajes virtuales manipulan a nuestros niños. Le dejo la siguiente frase para que reflexione: “El acto desobediencia… como acto de libertad… es el comienzo de la razón” Erick From.
