La creatividad, es la inteligencia divirtiéndose.
En el aula un docente grita: “¡Silencio!”, “¡Orden!”, “¡Quietos!”… En casa antes de ir a la escuela los padres le dicen a los niños “¡Obedece al maestro!”… Sin embargo, algunos niños renegados hacen su voluntad.
De adultos los que fueron niños más obedientes, realmente no son los que más éxito tienen. Y lamentablemente, los más sumisos son los que más reportan abusos físicos, psicológicos y sexuales. A los encargados de niños les favorece que los sean dóciles, pero a los niños le hace perder su singularidad personal, su defensa asertiva, su autoestima.
Hay docentes neuróticos que mantienen una fuerte disciplina militar en el aula, sin embargo, siempre tienen pillos que se les salen de las casillas, y hasta hay quienes les encaran preguntando el por qué. Parece que fuera más importante la tranquilidad del docente, que el aprendizaje del estudiante. Cada vez hay más padres que defienden el respeto a la dignidad de sus hijos, evitando el abuso de autoridad del maestro.
El niño debe saber obedecer, pero también saber desobedecer. Debe saber tomar decisiones. La clave para esto está en discernir en hacer actividades coherentes, respetuosas y constructivas… para sí mismo y para los demás.
A los docentes se les contrata para que sea facilitadores del aprendizaje, y ellos hacen un plan. Para el estudiante, está bien seguir los pasos de un camino establecido, pero también salirse de vez en cuando, para explorar. El docente debe poner en su planificación alguna toma de decisiones del alumno, donde él experimente que cualquier camino es bueno, solo es diferente.
El aprendizaje se da espontáneamente, pero muchos docentes piensan que hay que obligar a los niños a aprender. No todo les interesa, no todo les tiene que interesar. También hay contenidos que los estudiantes no saben que son interesantes. Ahí es donde se requiere de la habilidad magistral. Claro que habrá contenidos que tendrán que aprender, aunque sean aburridos y sin sentido, y ese esfuerzo por poner atención a lo no interesante también les forma la atención.
Todos los niños tienen diferencias en sus gustos, sus preferencias, sus habilidades, creatividades… y hay permitirles que broten. Para ello hay que ofrecerles varios contenidos, varias actividades a escoger, varios lugares, varias formas de descubrir la información y comprobarla. A medida que ellos se sientan protagonistas responsables, bajo control de su formación.
Le dejo la siguiente frase para que reflexione: “No te afanes tras la perfección, nunca la vas a alcanzar”.
Psicólogo clínico con más de 25 años de experiencia, docente universitario, escritor de temas de salud mental para la familia, la pareja y el niño. <strong>YouTube:</strong> Mil tips de Salud Mental y Escalón Infantil <strong>Facebook:</strong> Oswaldo Soto Psicólogo