En el marco del día Internacional de la Mujer son múltiples las expresiones de apoyo y felicitación hacia el género femenino, sin embargo, se debe reflexionar en lo que realmente significa el 8 de marzo para la sociedad y para las propias mujeres. En este sentido quiero mencionar una frase que llamo mi atención y que dice: Mientras haya una mujer sometida nunca seré una mujer libre.
Quizá muchas veces se ha confundido el día internacional de la mujer como una lucha de poder contra los hombres y no es así, realmente lo que se conmemora el 8 de marzo como un homenaje a las trabajadoras mujeres que dieron su vida reclamando mejores condiciones de trabajo como un símbolo de lucha por la reivindicación de los derechos de las mujeres y la equidad de género.
A lo largo de la historia poco a poco en las sociedades las mujeres han avanzado en la conquista de espacios y derechos políticos, laborales, económicos y en el caso de Guatemala un pequeño avance en la legislación respecto a la Ley de Femicidio, pero, aún existen otros aspectos en los cuales la brecha es bastante grande respecto a la discriminación, desigualdad y la división de clases sociales que siguen limitando un verdadero desarrollo para que gocen plenamente de sus derechos.
En la actualidad existen varios espacios laborales y de toma de decisión ocupados por mujeres, pero no se trata solo de ocupar un espacio solo por ocuparlo, ni para obedecer ciegamente las instrucciones de sus superiores, se trata de representar y ocupar estos espacios procurando justicia, objetividad, igualdad y sobre todo igualdad en el trato y condiciones de las mismas mujeres.
Vuelvo aquí a la frase del primer párrafo porque muchas veces quienes explotan y maltratan a las mujeres son otras mujeres, es algo en lo que pocas veces nos detenemos a pensar en fechas como ésta. Muchas veces no existe la madurez suficiente para aceptar las creencias y posturas (por muy raras que parezcan) de las otras mujeres y por el simple hecho de pensar diferente empieza una lucha de poder entre ellas mismas.
Muchas mujeres discriminan o menosprecian a otras mujeres que no tienen la misma clase social por ejemplo a quienes se dedican a trabajar en oficios domésticos, limpieza, o ventas al por menor en el mercado, entre otras ocupaciones. Y es ahí en donde tenemos que empezar a trabajar como mujeres para que sean respetados los derechos de todas las mujeres independientemente de su apariencia, creencias, origen o case social.
Se ha avanzado en una pequeña medida para que algunas mujeres ocupen espacios políticos, económicos, sociales o empresariales gracias al apoyo de otras mujeres de su núcleo familiar, no se trata de solo un segmento de mujeres esté bien sino apoyar cada quien a superarse a las mujeres que tenga a su alrededor ya que la lucha por la reivindicación de los derechos no es estática, sino que avanza conjuntamente con el crecimiento de las sociedades.