Anteriormente se ha hablado sobre hábitos para ser más productivo, cómo ser más disciplinado, cómo mejorar tu situación financiera. Pero ¿qué sucede si después de poner en práctica todos estos consejos te das cuenta de que no te sientes a gusto con el trabajo que desarrollas? ¿Qué sentirías si pasan 20 o 30 años de tu existencia y descubres que todo lo que hiciste, a pesar de haberte proporcionado los recursos económicos para vivir, no te satisfacía del todo? Definitivamente mejor que nadie te visualizas en un escenario en el cual todos tus años productivos se fueron en el desarrollo de actividades poco compatibles con tus verdaderos intereses.
La verdad es que un gran porcentaje de personas no se toma el trabajo de descubrir esos intereses e inclinaciones propias, y la consecuencia de no buscar el verdadero propósito de tu vida es exactamente el escenario anterior. Donde, a pesar de que la labor ofrece estabilidad, no se obtiene una satisfacción plena, y de esta manera lograr un aporte que tenga un impacto en la sociedad será muy difícil. Todo lo anterior nos lleva a concluir que descubrir nuestro propósito en la vida es crucial si queremos una vida más plena.
Descubrir nuestro propósito en la vida no es una tarea sencilla, ya que se puede tardar varios años en descubrir esa labor que se aliñe perfectamente con tus valores y actitudes más importantes.
En el libro El camino del hombre superior, de David Deida, nos aconseja que debemos imaginarnos la búsqueda de nuestros propósitos con una imagen de varios círculos concéntricos, en donde el círculo interior representa nuestro propósito más importante, y cada círculo externo representa cada uno de los propósitos que debemos llevar a cabo antes de encontrar nuestra verdadera esencia. Al comenzar nuestra vida vamos a iniciar en el círculo exterior, y nuestra misión consiste en ir a lo largo de los años penetrando cada círculo hasta llegar al último. Se dice que los propósitos más externos por lo general son aquellas profesiones o labores que en muchas ocasiones hemos heredado de nuestros padres, y de ahí en adelante, de acuerdo con nuestro valores, intereses y fortalezas, debemos ir buscando esas actividades que nos van a ir conduciendo a propósitos más profundos.
Por ejemplo: si tu propósito más profundo es meditar y encontrar un estado de conciencia mayor, deberás saber que antes de dedicarte de lleno a esta práctica deberás aprender muchas lecciones contenidas en los círculos anteriores, seguramente primero tendrás que trabajar, tener un matrimonio, desarrollar una profesión, tener una carrera exitosa, y luego, después de haber obtenido todo aquello, sí podrás descubrir que tu verdadero llamado era la meditación. Como nos podemos dar cuenta, a lo largo de nuestra vida debemos estar dispuestos a completar todos lo propósitos menores e ir aceptando esos llamados que van dirigiendo nuestra vida a ese propósito principal.
La clave es estar en una búsqueda constante en esas cosas por las que nos sentimos atraídos. Esto no significa que debas rechazar todos los trabajos que se te ofrecen con la excusa de que no has encontrado tu verdadera vocación, de esta manera tampoco funciona. Y si en la actualidad tienes necesidades económicas, deberás trabajar incluso si la labor no resulta de tu agrado, eso sí, teniendo presente que ese trabajo que te toca desempeñar será solo un propósito menor, y que tendrás que seguir indagando acerca de los valores que rigen tu vida, para seguir buscando esos propósitos que se alinean con tus ideales. Así que, si en la actualidad disfrutas de lo que realizas, no hay razón para no continuar haciéndolo. En este caso, solo debes mantener la mente abierta ante nuevas oportunidades y posibilidades que puedan conducirte a nuevos propósitos que te hagan sentir incluso más satisfecho que lo que eres ahora. Pero si por el contrario sientes que con el trabajo que realizas no avanzas en tu vida y no te satisface, incluso si ganas una buena cantidad de dinero, deberás empezar a buscar otras opciones, para ello puedes aprovechar el tiempo para investigar acerca de nuevas disciplinas, indagar acerca de tus fortalezas y actitudes, ya que esto será crucial para encontrar el camino que te llevará por la dirección correcta.
Todo lo anterior nos lleva a concluir que buscar nuestro propósito en la vida es una base fundamental que te puede llevar a que muchos otros aspectos de tu vida mejoren de manera sustancial. Pero esto tampoco quiere decir que después de encontrar tu propósito todo va a fluir mágicamente y nunca vas a volver a tener dificultades, es claro que aún tendrás que superar muchos obstáculos. Si sientes que has descubierto tu vocación, y tu trabajo está teniendo un impacto notable, seguramente tendrás más motivación para continuar y seguir adelante con los objetivos que te has planteado.
Nunca es tarde para encontrar el verdadero propósito de la existencia, hay personas que incluso en la última parte de su vida han logrado descubrir ese llamado y han obtenido resultados sorprendentes. Así que, si aún no lo has encontrado, sigue buscando, es algo que valdrá la pena y hará que tu vida sea un poco más sencilla.