A lo largo de nuestra vida nos hemos cuestionado muchas veces, cientos de veces, sobre el hecho de tirar la toalla o no. Si el camino que has elegido hacía el cumplimiento de tus objetivos, metas y sueños por realizar, es el correcto.
Cuántas veces escuchas esa voz en tu interior diciendo ¿voy bien? ¿y si me estoy equivocando? ¿debería rendirme?… acaso el ¨qué dirán¨ retumba en tus oídos y predispone tu mente…
Explicaré dos puntos importantes, dos caminos, dos opciones que pueden ayudarte a enfocar y analizar este cuestionamiento, que sin duda es normal, sin embargo, no debes autosabotearte con el mismo.
No es tiempo de rendirse:
Cuando te planteas un objetivo, un proyecto nuevo o una meta en específico, debes tener en mente todo el tiempo, cuál es tu mayor motivación, pues será la razón más grande que te haga volver siempre a tu camino. La lucha puede ser agotadora, mentalmente desgastante, pero cumplir tus metas, volver realidad tus sueños, te convertirán en una persona imparable.
Decidir rendirse, puede ser el primer paso al cambio:
En ocasiones luchar contra la corriente o permanecer en un lugar que no es para ti, que te incomoda y arrebata la paz, por ejemplo; desempeñar un cargo en una empresa que no se relaciona con tu carrera, con tus habilidades, estudiar sin haber descubierto lo que te apasiona, son razones suficientes para decidir hacer un cambio que te lleve por otro camino. Un camino que podrás recorrer con mayor fortaleza y seguridad.
Al momento que compruebas que tus esfuerzos son vanos, que tu sacrificio te está limitando y perjudicando en tu estabilidad emocional, que los pocos beneficios que obtienes sean económicos o de desarrollo personal no concuerdan con lo que esperabas o con el esfuerzo que estás haciendo, es momento de soltar, abandonar y rendirte con la convicción que elegirás un camino que te lleve hacia lo que verdaderamente te gusta, te apasiona y te completa. Por lo que rendirte será el primer paso hacía el cambio que deseas en tu vida.
Todo es cuestión de enfoque y el beneficio que quieres obtener cada día a partir de ese instante que tomas la decisión. Recuerda que todo pasa para bien o para… mejorar.