El respeto más grande es, a la voluntad del otro.
Haga el siguiente experimento: Cuéntele a varias personas un mismo problema que tenga usted y se sorprenderá cuántas personas le intentan cambiar su forma de sentir, de pensar y de actuar. Le dirán que es ilógico lo que siente y hasta se intentarán imponer para que usted haga o deje de hacer. Muchas personas van por el mundo dando lecciones a otros.
¿Es usted de los que pretenden educar a los demás? Dese cuenta que no cambiarán por lo que usted les diga o haga. Sus estructuras mentales son tan rígidas que solo desde dentro se pueden modificar, basado en sus experiencias personales. Las personas evolucionar por sí mismas y se resisten a las lecciones de otro.
Lo que conseguirá en ganarse enemigos, amargarse y amargar, generar un clima tóxico. “He aprendido a no dar consejos, si no me los piden” dice un viejo dicho. Si esa persona estaba a punto de cambiar, ya no cambia, es porque usted le brindó “no aceptación”, entonces hizo un nudo ciego y se entercó.
Deje de estar intentando convencer al otro, porque le está faltando el respeto. Un consejo es una crítica, un juzgar y condenar. A nadie le gusta eso. Las personas se sienten rechazadas en su persona, llegan a sentirse tontas, ineficientes y con poca valía. Usted no es el salvador de las personas que comenten errores. Usted los mira como errores, pero de repente son aciertos y el errado es usted.
“El camino al infierno está empedrado de buenas intenciones” dice otro viejo refrán. Por querer componer, descomponemos; por querer salvar, tiramos a la perdición; por querer sostener empujamos. ¿Le ha pasado que por intentar evitar que una traza caiga, la empuja más? Así hacemos con los demás cuando intentamos darles lecciones.
Hay quienes que incluso tiene la ideas de que, entre más dura sea la lección, más aprenderá el otro. Llegan a castigar con gran indiferencia, con trabajo forzado, con maldiciones. Les hace pasar bochornos, humillaciones, remordimientos. Violencia psicológica, empedrada de buenas intenciones. “Lo hago por tu bien”, es su justificación. Incluso llegan a destruir al otro, con tal de darle la lección.
Recuérdese que casi todas las religiones mundialmente tienen en su historia atrocidades, crímenes de lesa humanidad, con la bandera de “hacer el bien”. Recuérdese de la Santa Inquisición Cristiana, de los Sacrificios Mayas, las matanzas Aztecas, del Holocausto Nazi, de la violencia política del Islamismo. Quizás han hecho más mal que bien. Quien no conoce la historia, está condenado a repetirla, dice otro refrán.
Le dejo la siguiente frase para que reflexione: “Qué bello es caminar por el mundo, libre de ser observado y criticado”.
Psicólogo clínico con más de 25 años de experiencia, docente universitario, escritor de temas de salud mental para la familia, la pareja y el niño. <strong>YouTube:</strong> Mil tips de Salud Mental y Escalón Infantil <strong>Facebook:</strong> Oswaldo Soto Psicólogo