Una piedra no puede ser mejor piedra, pero una persona sí puede ser mejor persona. Somos seres perfectibles. Esta perfectibilidad depende de cada persona; es ella quien decide ser mejor, o bien seguir ese modo de vida monótono al cual se ha acostumbrada a vivir. El que quiere puede; e que no quiere, no puede.
¿Es usted mejor hoy que ayer? La versión de usted en el presente, ¿Es su mejor versión? Espero que sí. Para ser “su mejor versión”, necesita renunciar a esa mente de pollo que, posiblemente, le ha bloqueado transformarse en quien siempre ha soñado. El secreto para que su mejor versión de sí mismo comience a funcionar en su contexto, es urgente aprovechar cada minuto de su vida en influir positivamente ahí donde hoy está.
Es indispensable revestirse de optimismo y de sentido por la vida. En la sociedad actual, a veces observo las conductas de algunas personas, y de verdad da pena, porque no se percibe ilusión por vivir, por estudiar y por mejorar sus actuales condiciones de vida. La monotonía es su estilo de vida cada día. Ese modo mediocre de vivir hay que hacerlo añicos, y retomar con más energía las riendas de la vida.
La diferencia la hace cada uno. No hay que decir “no es posible”, “no puedo”. Este tipo de frases son los principales obstáculos que no nos permiten crecer y trascender en la vida. No se aferre a la rutina, a la mediocridad y al sinsentido de la vida. Guatemala está esperando a hombres y mujeres que estén dispuestos a rifarse el físico por ella.
La vida nos da oportunidades cada día. Sólo es cuestión de aprovechar cada minuto de la misma, para hacer cosas productivas. Los sueños jamás soñados los alcanzamos aquellos que aprovechamos las pobrezas, las críticas y la envida de los demás, para amarrarnos mejor las correas de los zapatos y comenzar a caminar y caminar y caminar; y nunca retroceder.
Nunca es tarde para retomar las riendas de la vida. Por algunos años, la vida nos presta a algunas personas para ayudarnos (padres, amigos, familia cercana, etc.); pero ellos no siempre estarán. Pero si no se aprovechan esos pequeños empujones motivacionales, no pasaremos de caminar y comer como lo hacen los pollos.
Hay que vivir una vida con pasión. No se lamente por el daño que le hicieron hace años. Las heridas del pasado, son páginas dolorosas de nuestra vida que tenemos que integrar cada día más. Pero no podemos vivir siempre culpando a quienes nos hicieron daño; no podemos vivir siempre lamentándonos por lo que nos dijeron, por lo que nos hicieron. Convierta las heridas del pasado en un trampolín para dar ese salto que nunca se ha atrevido a dar.
Hoy más que nunca la iglesia y la sociedad en general, requiere de hombres y mujeres que se hayan repuesto del daño de los años. Si en el pasado libró grandes batallas, ¿Por qué no las libra ahora? En la vida hay que librar grandes batallas. Para algunos, el haber perdido algunas, son el acabose de nuestra vida; para nosotros, el haber perdido algunas, son el inicio de grande metas.
Dios es el motor principal de mi vida, me gustan los retos. Soy amigo de la verdad y enemigo de la hipocresía.