Cual jinete apocalíptico, la mayoría de pilotos de buses extraurbanos y vehículos de doble eje, van y vienen a lo largo de la cinta asfáltica, con una energía diabólica que, en la mayoría de los casos, es mejor hacerse a un lado. El efecto de esa malévola forma de conducir tiene a todas las carreteras del país en un verdadero cementerio —vemos cruces en todos—, por lo que es imperativo volver a alzar la voz para denunciar a las personas e instituciones responsables de esta tragedia, así como prevenir en lo posible a las personas usuarias de este medio de comunicación.
El uno de este mes —jueves—, en una de las principales y transitadas vías de acceso a la capital —puente a desnivel entrada a ciudad San Cristóbal, Mixco—, un piloto que conducía un vehículo pesado protagonizó el accidente de tránsito más lamentable de las últimas décadas en ese sector. Seis fallecidos, 22 heridos y 26 vehículos dañados fue el resultado preliminar del accidente; como es costumbre en nuestra amada Guatemala, después de ocho días, la hipótesis del lamentable suceso aún no la dan las instituciones encargadas de la seguridad vial.
Cómo era de esperarse, los principales medios de comunicación, radial, televisivo y escrito cubrieron dicho evento, así mismo, el ciudadano de a pie hizo su parte, al inundar las redes sociales para dar su punto de vista y lamentar lo sucedido.
Sin menospreciar las vidas perdidas y daños ocasionados allí, han habido otros accidentes viales iguales o peores que esto, y los medios de comunicación casi no les han dado la cubertura, me refiero a los accidentes suscitados en Cuatro Caminos, San Cristóbal Totonicapán; incluso es llamado como el cruce de la muerte.
En el último accidente suscitado en San Cristóbal Totonicapán —8 de julio de 2016—, buscando alternativas de solución, llamé en varias ocasiones a Provial, pero me indicaron que lamentablemente ellos no podían hacer mayor cosa, debido al bajo presupuesto que manejan y en ese orden de ideas, únicamente su radio de acción llega a Tecpán, Chimaltenango. Pero eso no es del todo cierto, porque el accidente del uno de marzo fue a tan solo 18 kilómetros de la capital, y analizando a groso modo el video de la municipalidad de Mixco, se concluye que la causa fue el exceso de velocidad, pregunto: ¿Y los puestos de control instalados de San Lucas Sacatepéquez a la ciudad capital? Reitero, por ley, Provial es la encargada de velar por la seguridad vial.
De acuerdo al Decreto 45-2016, Ley para el Fortalecimiento de la Seguridad Vial, publicado en el Diario Oficial el 27 de octubre de 2016, que en teoría entró en vigencia ocho días después de su publicación. Ahí está la ley y ¿por qué la autoridad vial no la aplica? A diario vemos cómo los buses extraurbanos rebasan a más de 120 kilómetros por hora en nuestras carreteras sinuosas, angostas, llenas de baches, y la autoridad vial, bien gracias; entonces, ¿cuál es la verdadera causa de tanta muerte y pérdidas materiales en las carreteras del país? Simple y sencillamente, LA AUTORIDAD VIAL.
Transcribo literalmente la visión de Provial, “ser una institución modelo, profesional, eficiente, altamente tecnificada con cobertura nacional para convertir las carreteras de Guatemala en las más seguras del mundo”. Es la visión institucional más utópica que he leído.
Contador público y auditor, docente universitario y ex alcalde comunitario.