Poco a poco nos aproximamos a una fecha propicia para comenzar a experimentar síntomas depresivos. Se acerca el día de Todos los Santos y el día de los Difuntos. Y estas dos festividades nos hacen caer en la depresión.
La depresión es un desorden del estado de ánimo, en cuya forma extrema llega a perjudicar las funciones físicas y mentales de quien la padece. El llanto es uno de los primeros síntomas de la depresión. Además del llanto, la apariencia personal es otro buen indicador, porque las personas que la padecen se niegan a cuidar su arreglo personal; prefieren usar ropa que no es apropiada para la ocasión, dejan de peinarse y se niegan a seguir con su rutina de higiene personal, (MacLaren, 2014).
Las personas con depresión o comen mucho o dejan de comer, es decir, los desórdenes alimenticios están a la orden del día. Suelen dejar de hacer sus actividades cotidianas, padecen de mucho sueño y se les nota una pereza ambulante constante, puesto que se convierten en personas indiferentes ante la vida.
“Una clase específica de pérdida del interés por parte de la persona afectada, y que es muy notoria para la pareja, es la pérdida de la capacidad para disfrutar de las relaciones sexuales, ya que existe una patente disminución de la libido (o energía sexual)”, (MacLaren, 2014, pág. 30).
La autora antes citada afirma que las personas con depresión experimentan cambios bruscos en su personalidad, actitudes antisociales, pérdida de confianza en sí mismos, falta de sentido del humor, irritabilidad, problemas para dormir, fatiga, inquietud y agitación, pensamientos negativos y pensamientos suicidas, (MacLaren, 2014, págs. 31-37).
En cuanto a las causas de la depresión, la mayoría de autores coinciden en que los detonantes de la depresión son la muerte de un ser querido, la separación de la pareja (divorcio), la pérdida de un trabajo, el cambio de casa, el cambio de trabajo, la marginación en la familia, el consumo de alcohol, las traiciones de personas cercanas, una catástrofe natural, etc.
¿Cómo tratarla? Bueno, considero que lo primero que tiene que hacer la persona es tomar conciencia de que posiblemente está padeciendo un episodio depresivo. La persona tiene que hacer un alto y reflexionar sobre los síntomas que está experimentando en carne propia. Tiene que reconocer y aceptar que tiene depresión.
Una vez haya aceptado que tiene depresión, debe buscar inmediatamente ayuda con un profesional de la psicología. Yo no sugiero comenzar a tomar inmediatamente antidepresivos, porque éstos crean dependencia, y con el tiempo el apego a los psicofármacos puede agravar a la situación. Pero todo depende de la intensidad de los episodios depresivos.
Una técnica importante para comenzar a superar la depresión es la “catarsis”, es decir, hablar, hablar y hablar. Es esencial tener con quien hablar sobre lo que a uno le pasa. El contar y expresar lo que nos pasa, es un buen inicio para superar la depresión. Es clave también hablar con alguna persona que ya haya experimentado en su propia vida episodios depresivos; la experiencia de quienes han superado la depresión es una buena técnica para salir de la misma. Además de lo antes mencionado, para superar la depresión yo les recomiendo hacer ejercicio, ir a sauna, darse un buen masaje, escuchar música de relajación, la acupuntura, caminar, leer un buen libro y tener una dieta balanceada. Sugiero dedicarse un poquito de más tiempo a sí mismo. El consentirse cada día más y mejor ayuda de manera increíble a superar la depresión. Por lo tanto, si durante estos días experimenta algunos síntomas depresivos, recuerde que esta vida se nos ha dado para ser felices y ayudar a los demás a que sean felices. Ya no permita que el pasado le desgracie su presente.
Dios es el motor principal de mi vida, me gustan los retos. Soy amigo de la verdad y enemigo de la hipocresía.