Inició la fiesta político partidista en una ambiente de incertidumbre. Faltan 78 días, y aún no se tiene claridad de cuántos candidatos participarán para la elección de Presidente, Vicepresidente, Alcaldes, Concejos Municipales, Diputados al Congreso y Diputados al Parlamento Centroamericano.
Difícilmente podrán darse a conocer los planes de gobierno, los objetivos parlamentarios, incluso las hojas de vida de cada candidato. Tienen ventaja aquellos que durante estos últimos años han estado trabajando en instituciones y cuya actividad ha sido caracterizada por el buen manejo de los medios de comunicación.
Al día de hoy no se tiene certeza de cuál será el efecto del voto “NULO”. La ley establece que si los votos nulos emitidos suman el 51% del total de los emitidos, las elecciones deberán repetirse y los partidos políticos postularán candidatos. El espíritu de la norma jurídica es que se postulen nuevos candidatos, ya que los presentados en las boletas el 16 de junio no lograron convencer al electorado. Con un plazo menor a dos meses iniciará la carrera, con poco tiempo, comparado con el que se tuvo en la primera elección.
Si los partidos políticos postulan a los mismos candidatos de nada servirá el voto “NULO”, y será una total burla para el electorado. En esta segunda elección no tiene efecto alguno el voto “NULO”.
Sean dos o tres elecciones, con los mismos o con diferentes candidatos, las elecciones tienen un costo monetario, significativo, pero quizás sea más alto el costo de oportunidad.
El Tribunal Supremo Electoral ha presupuestado un monto total de Q500 millones de quetzales. Seguramente incluye la elección de agosto. Aunque no sea en todos los municipios, seguramente en varios deban repetirse las elecciones, lo mismo sucederá con los diputados, con altas posibilidades en el caso de los presidentes. El voto “NULO” en la primera elección motivará para que las elecciones de 2019 sean , seguramente, las más concurridas de la historia del país.
Cada voto emitido, sí participara el 100% del padrón electoral tiene un valor de Q71.43, a esto debemos sumar los dos dólares que se paga en los próximos años a cada partido político que obtenga más de un 5% de los votos emitidos. Con estos dos valores el costo asciende a Q86.43.
Existen otros costos que de manera indirecta pagan los ciudadanos. El techo de campaña para cada partido político es de Q29 millones de quetzales. Al 28 de enero de este año, el Tribunal Supremo Electoral reporta veintiocho partidos registrados. Esto representa un monto a invertir en la campaña de Q812 millones. No sabemos pero presumimos que el monto que se fijó como límite para gastos de campaña se respetará.
Los financistas entregarán los Q812 millones, a cambio esperan recibir proyectos, plazas, exoneraciones de impuestos, entre otros, por lo que seguramente de las arcas gubernamentales saldrá un valor equivalente a cinco veces, o sea Q4,060 millones. Este valor es dos veces el presupuesto de la USAC, lo que significa que si no hubieran elecciones sería posible para el 2020 triplicar el presupuesto de la Universidad estatal.
El costo de elegir autoridades del país representa en total Q5,372 millones de quetzales, es un valor muy alto para que lo tiremos por la borda. No desperdiciemos los recursos del país, elijamos con responsabilidad. “El futuro de Guatemala esta en nuestras manos”.
Profesor universitario, académico, profesional de las Ciencias Económicas.