En estos días los quetzaltecos hemos vivido una serie de interrupciones del servicio de energía eléctrica. En algunos casos sin aviso previo y otros planificado. Las razones son múltiples, entre ellas el mantenimiento a la red eléctrica. A todo ciudadano afecta la ausencia del fluido, sin embargo, al micro, pequeño, mediano y gran empresario afecta mucho más.
Conversando con algunos sobre el costo que les representa la ausencia del servicio eléctrico, manifestaron desde la pérdida de un refrigerador de helado con un valor de Q 2,500.00, hasta la pérdida de ventas de montos superiores a los Q 100,000.
Las autoridades municipales justifican los trabajos al hecho de que durante los últimos 20 años no se le prestó atención al problema, no se brindó mantenimiento a la red eléctrica, por lo que ahora debemos aguantar hasta que quede resuelto el problema.
Cierto o no, si este fuera el caso, las actuales autoridades llevan dos años administrando el municipio, por lo que los trabajos los debieron realizar en octubre o a más tardar en noviembre. ¿Por qué en diciembre?
Este mes representa para muchos empresarios los mejores ingresos del año, invierten todo el capital disponible, e incluso se endeudan, lo que significa un costo muy alto, cada día que el producto permanece en bodega constituye costos altísimos, sin importar el tamaño de la empresa.
Desde la tienda de la esquina, hasta el centro comercial más grande, todos pierden, cada uno de acuerdo a la inversión hecha.
No solo los negocios pierden. Un bebé con una máquina de respiración artificial o una incubadora, los adultos mayores que utilizan aparatos especiales alimentados por energía eléctrica, ambos ponen en riesgo su vida, cada vez que al gerente de la empresa eléctrica se le ocurre un corte.
Los alimentos fríos, cuando no hay servicio eléctrico sufren un proceso de descomposición, aunque luego vuelvan a enfriarse, lo que se traduce en daños a la vida de todos los ciudadanos.
Las bombas de agua funcionan con energía eléctrica, por lo que sin ella tampoco hay agua, este es un riesgo sanitario muy grande para una población numerosa.
Los anteriores son algunos pocos ejemplos, estoy seguro de que hay más, cada uno tendrá su propia historia.
La ineficiencia municipal ha sido la constante en el actual periodo, calles destruidas, desorden en los mercados, falta de higiene en toda la ciudad, crisis de los desechos y la basura, el transporte urbano destrozados.
El costo de la ineficiencia municipal tiene que ver con la vida de las personas, con el desarrollo humano, la calidad de vida y el buen vivir. Reflexionen autoridades, no se trata de culpar a los que han administrado la municipalidad en periodos anteriores, o bien decir que tenemos lo que los ciudadanos nos merecemos. El tema pasa por un verdadero compromiso de servicio a Quetzaltenango.
Profesor universitario, académico, profesional de las Ciencias Económicas.