En las últimas semanas se conoció diversos casos en todo el territorio nacional relacionados con la posible venta, distribución y consumo de carne de perro. La población hizo una serie de comentarios, la mayoría en contra. Es razonable que la población se espante ante estas noticias, sin embargo esto no es nuevo, hace unos treinta y cinco años, cuando la feria de independencia se realizaba en lo que hoy conocemos como mercado minerva, fueron encontrados restos de perros destazados, con señales de haber sido cortados de tal forma que la carne se presumía fue utilizada para la elaboración de garnachas, hoy se dice que es para tacos.
Por supuesto que la salud del consumidor es la que esta en riesgo. ¿En que condiciones fueron alimentados los perros? ¿Qué medidas de higiene se tomaron al momento de destazarlos? Estas y otras preguntas rebotan en la mente de los ciudadanos guatemaltecos. Así mismo otros afirman que es una cuestión de cultura, en virtud de que en países asiáticos es normal consumir carne de un tipo de perro.
Otros manifiestan gran preocupación, especialmente acá en la ciudad de Quetzaltenango, esto porque el rastro en donde se destaza la carne que consumimos no llena los mínimos estándares de higiene para consumo humano.
Este hecho no debe ser visto de manera aislada, es producto de la crisis económica en la que esta sumergida la población guatemalteca. no hay oportunidades de trabajo. la pobreza en áreas rurales llega a ser de un 90%, y en la ciudad de un 40%, en áreas rojas de hasta el 70%. En condiciones de hambre, le pregunto estimado lector si usted seria capaz de consumir o vender carne de perro, estoy seguro que hasta de roedores, lease ratas, comeríamos si no hubiera otra cosa.
Esta noticia que causo revuelo es responsabilidad de un Estado cooptado por élites, entre ellas las económicas, militares y delincuenciales. La sociedad en general ha sido olvidada por las instituciones gubernamentales. Hoy al gobierno le interesa salir bien librado de los casos de corrupción que se le imputan, perseguir a candidatos a cargos públicos, dejar libre a narcotraficantes, devolver vehículos a los estadounidenses, consolidar su estatus basado en beneficios, en otras palabras seguir exprimiendo los recursos del Estado, mamándose los impuestos de los ciudadanos honestos y trabajadores.
La quema de dos supuestos delincuentes , ayer en ciudad capital, no es casualidad, es resultado del desmantelamiento de la policía nacional civil, el debilitamiento de las instituciones gubernamentales, el imperio del terror, utilizado por los candidatos presidenciales de derecha, para luego proclamarse como los super héroes, vestidos con sus trajes de primera comunión, para algunos religiosos los ungidos. El engaño va de nuevo, treinta y tres años después, estamos peor. ¿Votara usted por los mismos?
Profesor universitario, académico, profesional de las Ciencias Económicas.