Derivado de los últimos acontecimientos de esta semana —me refiero al «martes de Cicig», donde se capturó a otro expresidente de la República y casi a todo su gabinete—, vale la pena hacer un análisis en forma sucinta sobre las principales anomalías de cada gobierno durante los últimos 30 años —ERA DEMOCRÁTICA—.
Los militares gobernaron hasta el 14 de enero 1986, dejando una estela de robo, muertes, secuestros, etc., los cuales se tradujeron en analfabetismo, desnutrición, aislamiento del país a nivel internacional.
¡Oh sorpresa!, comienza la “era democrática” del país, y con ello una nueva forma de corrupción, quizá más descarada que en los anteriores gobiernos:
Vinicio Cerezo A., inició la venta de los activos de la nación; negoció a su sabor y antojo el 45 % de las acciones que el Estado de Guatemala tenía en Aviateca. TACA, empresa salvadoreña, compró esas acciones, la señora Claudia Arenas —secretaria de Relaciones públicas de la presidencia, durante el gobierno de la DC— es, hasta la fecha, la ejecutiva de más alto nivel del grupo TACA, y ha cuidado muy bien los intereses económicos de Vinicio Cerezo.
Jorge Serrano Elías, según él, fue chantajeado por diputados de la oposición, a consecuencia de eso, tomó la decisión de disolver el Congreso de la República y la Corte Suprema de Justicia, sin embargo, la Corte de Constitucionalidad le dijo que era inconstitucional ese acto, y en consecuencia se vio obligado a asilarse en Panamá, donde vive desde 1993. En Guatemala, aún está abierto su caso.
Ramiro de León Carpio, estuvo en la presidencia del país, sin pena ni gloria.
Álvaro Arzú Irigoyen, a mi entender, es el clásico personaje del siglo XVII que no ha querido despojarse de la arrogancia criolla, muy bien descrita en el libro La patria del criollo. Como todo buen “señor feudal”, ha sabido manipular a la gente que tiene a su alrededor, para mantenerse por más de 20 años como alcalde municipal de la ciudad de Guatemala. Siguió la venta de activos de la Nación, vendió la empresa telefónica Guatel, un negocio oscuro y millonario, también privatizó dos de las tres distribuidoras de energía eléctrica. El caso judicial, «Caja de Pandora» lo involucra en hechos delictivos cometidos cuando fungió como presidente de la República —caso Gerardi—. Maneja, administra y liquida fideicomisos a su sabor y antojo, mientras la Contraloría General de Cuentas brilla por su ausencia, esperamos que el brazo de la justicia lo alcance tarde o temprano. La Cicig solicitó el retiro de su inmunidad por tener vínculos con el fallecido reo Byron Lima.
Alfonso Portillo Cabrera, condenado en Estados Unidos por lavado de dinero, cumplió una sentencia de 70 meses de cárcel. Además, su gobierno está manchado de actos de corrupción llevados a cabo durante su gestión presidencial, siendo uno de ellos, Caminos de la oportunidad, liderado por Luis Rabbé, ministro de Micivi, hoy prófugo de la justicia. Digamos que en su gestión, logró bajar los aranceles de importación del pollo y azúcar, sin embargo, los actos de corrupción que le inculpan en el Crédito Hipotecario Nacional vienen a dar al traste con lo poco positivo realizado.
Óscar Berger Perdomo, otro comerciante de la política, gastó millones de quetzales en la supuesta remodelación del aeropuerto internacional La Aurora, la cual fue una total corrupción; a la fecha, el aeropuerto está casi colapsado. A dos meses de tomar la presidencia, derogó los beneficios por la importación de pollo y azúcar, por supuesto, estaba cumpliendo órdenes del gran capital.
Álvaro Colom Caballeros, el primer socialdemócrata en llegar a la presidencia del país, sin embargo, su gestión presidencial está llena de anomalías por los programas sociales convertidos en clientelares, entre ellos Mi Familia Progresa, Bolsa Solidaria y Transurbano. Como cualquier político tercermundista, vendió su alma a la desvergüenza, a lo absurdo, divorciándose de su esposa —Sandra Torres Casanova—, con tal de que ella pudiera participar en las elecciones presidenciales siguientes. Por el momento, fue capturado y enviado a prisión preventiva juntamente con casi la totalidad de sus ministros, el Ministerio Público, con ayuda de la Cicig, le señalan de los delitos de peculado y fraude, en el caso Transurbano, qué locura, respaldar una “inversión” millonaria sustentada en 4 folios, ¿¡por Dios, nuevamente, qué locura!?
Otto Pérez Molina, primer militar en llegar a la presidencia de la república en la “era democrática”. A tan solo nueve meses de gestión presidencial, realiza la primera masacre después de la firma de Acuerdos de Paz, fueron asesinados ocho campesinos en la cumbre de Alaska, Totonicapán, por miembros del ejército. Los campesinos eran parte de la organización 48 Cantones, quienes estaban manifestando su inconformidad ante los abusos gubernamentales, tales como: alza en la energía eléctrica, eliminación de la carrera de Magisterio —en su lugar estableció el Bachillerato en Ciencias y Letras con Orientación en Educación—, entre otros. Es de recordar que en octubre 2017, la Corte Suprema de Justicia suspendió provisionalmente la implementación de la carrera de Bachillerato en Ciencias y Letras con Orientación en Educación, regresando de esa manera a la carrera de Magisterio. En pocas palabras, el requerimiento de 48 Cantones no estaba alejado de la realidad.
Por primera vez, el MP, con ayuda de la Cicig, dan un golpe certero a la corrupción enraizada en el aparato gubernamental. Salen a luz pública los casos de corrupción: «La Línea», «Agua Mágica», «Negociantes de la Salud», «Construcción-Corrupción», «Cooptación del Estado», «Cooperacha» entre otros, por los cuales se encuentran en prisión, casi, casi todo el gobierno del Partido Patriota —Otto Pérez, Roxana Baldetti, ministros, viceministros, diputados, magistrados de la Corte Suprema de Justicia, presidentes del Cacif, altos y bajos funcionarios de las distintas dependencias del estado —SAT, IGSS, etc.—.
Por primera vez en la historia del país, se destituye al presidente y vicepresidente de la república en funciones, y son enviados a prisión preventiva, sin disparar una sola bala y sin derramar una sola gota de sangre.
La historia nos da la oportunidad de ser testigos del descubrimiento de la mayor red de corrupción enquistada dentro del Estado, el monstruo de mil cabezas que justamente calificó Roxana Baldetti en una oportunidad.
Jimmy Morales Cabrera, de las brazas a las llamas. Sí, así califico la decisión que tomamos los ciudadanos al votar por el señor Morales Cabrera. No había opción a elegir, varios pedimos al TSE, que en las circunstancias en que se encontraba el país —sistema corrupto de elección—, era mejor no votar, sin embargo, el “patriotismo/legalismo” pudo más, y al final, caímos a las llamas.
¿Por qué a las llamas? Uno de sus hijos y el hermano del presidente, están procesados por el caso «Botín Registro de la Propiedad». Los casos «Cooptación del Estado» lo involucran al tener vínculos con los propietarios del grupo Albavisión, y recibir financiamiento electoral ilícito. A la fecha lleva ocho solicitudes de antejuicio en su contra, sin embargo, por tener una estructura dentro del Congreso de la República llamada «Pacto de Corruptos», no ha sido posible el retiro de su inmunidad. Ha sido tanto su cinismo y desfachatez a favor de la corrupción, que ha viajado a la sede de la ONU, a solicitar el retiro del comisionado Iván Velásquez al frente de la Cicig, como se recordará, en agosto de 2017, Jimmy Morales declaró no grato al Sr. Velásquez, obviamente porque están siendo tocados los intereses del gran capital y del ejército.
Como van las cosas, Jimmy Morales será el próximo expresidente en ser llevado esposado a los tribunales de justicia.
De ocho presidentes que ha tenido Guatemala, tres están siendo procesados, uno condenado, dos investigados. La lucha contra la corrupción es difícil, más no imposible.
Contador público y auditor, docente universitario y ex alcalde comunitario.