Mujer, en toda la extensión de la palabra es la representación misma de Dios. Una grandeza suprema guiada por finas características, un toque de magia, ternura, atención y amor. Mujer es fuerza, es valor coraje y sacrificios. Es imaginación, improvisación y espontaneidad. Mujer en todo sentido es la incubadora de vida, maestra, amiga, hermana, mamá. Es luchar, salir adelante, es el vivo ejemplo de hacer todos los sueños, metas y anhelos en una realidad absoluta. Para nosotras las mujeres, aunque seamos tan imperfectas en muchos sentidos, ¡no existen los límites!
Una mujer empoderada es aquella que de forma individual o colectiva fija los objetivos y toma las decisiones estratégicas para alcanzar sus metas, con una administración inteligente de tiempo e insumos. Es responsable, sabe gestionar y su determinación es su carta de presentación; aventurera y segura de sí misma, la sabiduría y calidez son la corona que adornan su ser.
Una Mujer Virtuosa es el conjunto de valores que se convierten en virtudes, ya que cada uno de ellos se pone en práctica día con día, comienza desde el hogar, es una mujer ejemplar. ¡Es una mujer extraordinaria! Que lucha día a día por un mañana mejor, por sobresalir ante la sociedad al ser productiva para su comunidad. Es la persona que da la vida por su familia, que representa lo más bello de este mundo. Es la que se valora y conoce la fuerza que en su interior posee.
Somos únicas, somos poderosas, somos valiosas, ¡SOMOS MUJERES! Y no hay nada más bello.
A lo largo de mi vida, especialmente en los ocho años que llevo como profesional, pude aprender a través de experiencias que viví en carne propia cómo los estereotipos nos empujan a aparentar algo que realmente no sentimos desde el interior. Una cara bonita, un cuerpo trabajado, maquillaje, moda, etc. Los primeros tres años de mi carrera los viví así, aparentando, sin embargo, existía un vacío en el interior que, a pesar de ser perfecta por fuera, no lo era por dentro y eso para mí significaba una tristeza profunda.
Hoy por hoy puedo expresarme plenamente sobre este tema, porque trabajé mi corazón. Saber que soy amada no solo por las personas que me rodean y principalmente por El Ser Supremo, fue el punto de partida para convertirme en la persona que soy, perdonar cada uno de mis errores y contemplar mis imperfecciones, sanar las heridas del alma, dejar volar los pensamientos negativos y enfocarme en una mejora integral, y poder establecer mi plan de crecimiento personal fue como reconstruir mi alma, mi mente, mi espíritu, y ahora es eso lo que proyecto por medio de mi imagen. Soy exitosa por dentro y soy exitosa por fuera.
A partir de hoy, este espacio me recibe con los brazos abiertos y me abre las puertas para poder tener el privilegio de acompañarte en este viaje de introspección, donde juntas podremos enfocar cada uno de nuestros aspectos como mujer, potencializar nuestras habilidades y convertirnos integralmente en la mejor versión que todas la mujeres podemos alcanzar.
Diseñadora de modas y asesora de imagen personal, profesional y empresarial.