El error es parte del aprendizaje.
Un bebé aprende a caminar cayéndose, aprende a hablar por ensayo y error, luego aprende a escribir haciendo garabatos. Cada fracaso le va enseñando que por ahí no es el camino, hasta llegar a éxitos. Nunca deja de aprender.
Tener una buena actitud ante el fracaso es fundamental para continuar creciendo. En las familias, escuelas y empresas que ven al error como normal, experimentan seguridad emocional. Los aprendices cuando se equivocan lo expresan abiertamente sin temor, y esto les hace más eficientes.
En los lugares donde se condena el fracaso, donde hay intolerancia al error, se experimenta inseguridad emocional, que hace que aumente el secretismo, la vergüenza, la infelicidad y baja la eficiencia.
Las instituciones deben presupuestar las pérdidas que se dan cotidianamente. Y si un pequeño error puede tener una gran repercusión, entonces instalar sistemas de control y alerta. No se vale que el poco experimentado sea castigado.
El error no se castiga. Es diferente hacerse responsable de los efectos que contrae su error, si son pertinentes. Pero si un aprendiz comete un error que trae grandes consecuencias es el educador que debe responder, porque él es el que tenía claridad de pensamiento en la lógica antes que el aprendiz se equivocara.
En los centros educativos, nunca deben ser castigados los errores, si un estudiante necesita equivocarse diez veces para aprender, entonces se debe respetar su ritmo, sin hacerle sentir tonto, diferente o lerdo. Un aprendizaje a su ritmo sí es aprendizaje, un aprendizaje forzado no es aprendizaje.
A usted que le castigaron por errores, por lentitud y por no comprender, incluso por no estar de acuerdo con los contenidos… aprenda a fracasar, ahora vea al fallo como bueno, como normal, como parte de la vida.
Ríase de sí mismo cuando se equivoque, pague las consecuencias en lo posible, suelte la culpabilidad, la vergüenza y el deseo de querer esconder las metidas de pata. No se tome a sí mismo tan en serio ni a nada que haga.
Le dejo la siguiente frase, para que reflexione: “Unas veces se gana… y otras se aprenden”.
Psicólogo clínico con más de 25 años de experiencia, docente universitario, escritor de temas de salud mental para la familia, la pareja y el niño. <strong>YouTube:</strong> Mil tips de Salud Mental y Escalón Infantil <strong>Facebook:</strong> Oswaldo Soto Psicólogo