Estamos a diez días de ver partir a la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala –CICIG- de nuestro país. El 73% de la población está y seguirá estando de acuerdo con el trabajo realizado por dicho ente internacional. A lo largo de la historia de Guatemala, han venido varias instituciones a trabajar para lograr el desarrollo humano de los habitantes, sin embargo, lo hecho por CICIG no tiene precedentes, a pesar que, solo le dio un pellizco a los corruptos y a su aparato corruptor; podrá usted imaginarse lo que hubiese encontrado si se le hubiera permitido trabajar.
Reitero, el trabajo de la CICIG llegó hasta donde lo permitió el grupo poderoso del país –CACIF, militares de alto rango, politiqueros y religiosos- y “curiosamente” hasta donde nosotros –los ciudadanos comunes y corrientes- nos animamos llegar. ¿Por qué no tuvimos la gallardía de salir a las calles y plazas a pedir nuestra verdadera libertad y soberanía?
Nuevamente fueron cooptadas las instituciones más importantes del “estado” –escribo con minúscula y entre comillas, porque casi, casi no tenemos estado, y si acaso existe, está cooptado y/o colapsado. Otra vez digo, la CICIG no vino al país porque así lo dispuso la ONU, o por un grupo de socialistas, etc., no, no y no, vino porque el Estado de Guatemala lo solicitó a la ONU, jamás hubo intromisión extranjera.
Gracias a la CICIG, vimos por primera vez, la cara visible de los corruptos en los medios de comunicación, es más, pidiendo perdón por los actos corruptos y criminales hechos en contra de la población. La CICIG apenas pellizcó a los corruptos y mire usted, tremendo alboroto armaron los intocables. Aprovecho, para desearle la mejor de la suerte a la Comisión contra la impunidad de Honduras, por lograr que la autoridad judicial de ese país, condenara a la esposa del ex presidente Porfirio Lobo, por corrupción, sin embargo, vamos a esperar, dónde, cuándo y cómo moverán sus piezas maléficas los corruptos para deshacerse de esa comisión internacional, tal y como lo hicieron los corruptos acá en Guatemala.
Ese grupito de gente que llegó a vociferar contra la CICIG el día martes recién pasado, cuando la Comisión estaba entregando su último informe anual, son empleados de los corruptos, a ellos –grupito de manifestantes-, no les entregan laminas, vales ni bolsas de comida, para realizar esos actos vandálicos, los amenazan con quitarles el puesto de gerente, supervisor, administrador de las empresas de los corruptos.
Me causa estupor y asombro, el cinismo de esta gente –presidentes de los tres “poderes” del estado, políticos, empresarios y la vigilante, Consuelo Porras- participando en el quinto desayuno Nacional por la Oración por Guatemala. Obviamente organizada por fariseos, saduceos, esenios y jebuseos, heteos y cuanto eos existieron. ¿Dirigentes de Guatemala Próspera, acaso ustedes no tienen el valor y la dignidad de exigir a sus comensales la falta de seguridad, salud, educación y la creciente y galopante desnutrición en el país? Sin ninguna duda, ustedes siempre han saciado su hambre, nunca han tenido frío, cuando apenas sienten resfrío, van al hospital privado de categoría cinco estrellas y hablan más de cinco idiomas, disculpen hermanos, y los leprosos, las viudas, los huérfanos, cuándo se van a ocupar de ellos?
Pero, el que está con nosotros es más grande que nosotros e hizo hablar al gran gimnasta de talla mundial, Jorge Vega, quién sin tapujos ni titubeos les dijo: “Desde hace muchos años la educación no ha cambiado, la salud no ha mejorado, la desnutrición no ha cesado y la seguridad ha empeorado” Así mismo: “Al final del día, sus seres queridos y la justicia pueden perdonarlos, pero el pueblo no olvidará y de la justicia divina nadie se escapará” ¿Tienen algo que decir al respecto señores del CACIF, políticos, Jimmy Morales y compañía y sobre todo Guatemala próspera?
Contador público y auditor, docente universitario y ex alcalde comunitario.