De acuerdo a la explicación dada por parte de los especialistas en el tema cibernético, net center es un lugar donde una persona remunerada, anónima o con perfil falso se dedica a calumniar, desmentir y atacar el trabajo realizado por una persona o institución; también se da el otro extremo, es decir, defender, sobredimensionar y alabar el trabajo no realizado de una persona o institución.
Hace algunos años —25 o más— escribir y enviar una carta anónima era considerado una ofensa grande, un delito y casi se perseguía penalmente a la persona que hacía semejante cosa. La carta o nota anónima la hacía una persona sin escrúpulos, carente de moral, principios y sobre todo valor para encarar una situación que le afectaba o a una persona cercana a él. Desde la escuela —rural—, la maestra o maestro nos inculcaba no cometer este tipo de inmoralidad.
Lastimosamente los tiempos han cambiado, y cambiaron para mal, casi ya no se habla de este tema en los hogares, iglesia y menos en la escuela. Existen miles y miles de hogares desintegrados —razones hay muchas, por ejemplo, migración de los padres o hijos a Estados Unidos por falta de empleo u oportunidad en el país—; la educación que se imparte en las escuelas tanto públicas como privadas se ha deteriorado tanto que los “maestros” del sector público están cooptados por una dirigencia sindical que comete actos vandálicos a plena luz del día, y lo peor del caso es que no se ve por ningún lado la reacción del maestro insigne, diligente, culto, el que debe ser seguido por su ejemplo o actitud positiva.
En las redes sociales, especialmente en Facebook y Twitter, se ve una enorme cantidad de mensajes escritos por personas sin escrúpulos a los que ahora se les llama netcenteros, el tema principal abordado por estos personajes es casi siempre la realidad político-social del país. Se han identificado algunos perfiles falsos y anónimos, algunos net center son pagados, financiados y dirigidos por individuos —politiqueros, militares, “analistas”— que se niegan, obviamente por intereses aviesos y oscuros, que nuestro país avance hacia un desarrollo integral, es decir, no quieren abandonar el status quo.
Así como se creó el delito de pánico financiero —reforma al Código Penal Dto. 64-98— para proteger los intereses económicos de los señores banqueros, de esa manera los flamantes diputados deberían emitir una ley que obligue a todo usuario de las redes sociales a identificarse plenamente en su perfil, y así proteger al ciudadano y a las instituciones que hacen su trabajo apegado a los principios éticos. Algunas personas con quienes he intercambiado puntos de vista, han manifestado que no quieren identificarse en su perfil, por lo peligroso que esto pudiera resultar, quizá tengan razón, pero el tema es que, cuando alguien quiera emitir juicio de valor a favor o en contra de una persona o institución, debe y tiene que identificarse, de lo contrario debería ser considerada como anónimo, así de simple. Es un secreto a voces que nuestro sistema de seguridad es tan frágil, que hasta publicar un empleo resulta peligroso, sin embargo las autoridades responsables de nuestra seguridad brillan por su ausencia. Este sistema, desde hace mucho rato, está colapsado.
Reitero mi petición a los “honorables diputados”, lejos de emitir leyes que los favorecen a ellos mismos —pacto de corruptos—, es impostergable una ley que termine o por lo menos que mengue la actividad de los netcenteros, y así cesen los insultos, descalificaciones, ataques, discriminaciones, campañas negras hacia la ciudadanía, institución y persona honrada que hace uso de las redes sociales como medio de comunicación alternativa, para hacerse escuchar o para publicitar sus actividades en pro del desarrollo del país.
La investigación realizada da cuenta que en Quetzaltenango se encuentran instalados varios net center, éticamente debemos rechazar tajantemente este tipo de “negocios”, sabiendo que su trabajo raya con la legalidad y sobre todo con la moral y ética, Quetzaltenango desde siempre ha pregonado ser Cuna de la Cultura.
Contador público y auditor, docente universitario y ex alcalde comunitario.