La vida es como un partido de fútbol, 90 minutos, (cada minuto equivale 1 año), con suerte jugarás los 90 (algunos hasta tiempos extras)… posiblemente te tocará menos, tal vez 50, 70 u 80, pero lo importante no es saber cuánto se va a jugar, sino jugar intensamente, consciente y comprometido con dar lo mejor, ojo, en este partido no se juega solo, hay muchos que te acompañan y necesitan de uno, para poder llegar al objetivo de la victoria, puede ser que algún compañero no te agrade, pero hay que ser humilde y convincente de lo que es este partido.
Al finalizar el mismo, serás criticado (bien y mal) de cómo fue tu juego, algunos te admirarán, otros hasta te tendrán repudio, pero lo único importante es haber dado lo mejor de ti en el mismo. En la vida no hay nada seguro, tampoco en el fútbol, pero lo lindo de esta metáfora, es que todos tenemos la oportunidad de “jugar” los minutos que el entrenador (Dios) nos dé, y lograr victoria o aprendizaje, porque los que ven nuestro partido, definitivamente nos tomarán de ejemplo.
Juega con humildad, conciencia y compromiso, ojalá que lo que te toque jugar, sea recordado de la mejor manera.
Un pequeño pensamiento…