Este año ha sido una montaña rusa para mí y para muchos otros. Pero eso si estoy feliz por las experiencias que tuve, tanto buenas como malas. No puedo agradecer lo suficiente a mi familia por brindarme siempre lo mejor que pueden y un agradecimiento especial al cielo por las interminables golosinas que fueron de este año. Las peleas tanto en el tráfico como en la calle continuarán sin importar cuántos años pasen. Un fuerte abrazo a las amistades aun en mi vida que se quedaron y perdieron a un ser querido, pero no olvidemos a quienes tolerando todos mis hábitos extraños nunca se cansaron de mis pendejadas. Este último día cuando recuerdo algunas situaciones, días y momentos me siento bien por los arrepentimientos que he tenido o por las personas sin corazón que he conocido, ambas son una muy buena fuente de aprendizaje vivencial. Muchas sonrisas, ya que tengo algunas personas realmente buenas a mi alrededor que me respaldan en cada decisión que tomó y me muestran el camino correcto si alguna vez me desvío.
Lo cierto es que ya estamos a la vuelta de un nuevo año; ¿Cuántos libros te gustaría leer? ¿Cuántos lugares te encantaría visitar, pero las estrellas aún no se han alineado? La pobreza de tiempo, es decir, el estado de no tener tiempo para actividades de ocio fuera del trabajo es un fenómeno que se está dando mundialmente. Las generaciones pasadas no lucharon con él en la misma medida que ahora.
Técnicamente hablando, la pobreza de tiempo se reduce a una simple ecuación matemática: la cantidad de cosas por hacer aumenta constantemente, pero los días todavía tienen solo 24 horas. Es imposible hacerlo todo, y esta tensión resulta en una gran ansiedad. ¿Por qué todos se sienten tan ocupados hoy? ¿Qué hay detrás de esta sensación generalizada de ajetreo? Dos variables explican esta situación: el cerebro humano y el contexto. El desafío cuantitativo de aumentar la productividad personal no es el verdadero problema. El problema aparece cuando el cerebro experimenta la frustración de no tener suficiente tiempo para actividades personales y fructíferas, y el esfuerzo cognitivo crece a medida que el cerebro humano intenta manejar toda esta información y estímulos.
Cuando el número de oportunidades potencialmente fructíferas crece exponencialmente, la ansiedad crece en consecuencia. Como resultado, las personas experimentan ansiedad crónica. El verdadero objetivo no es hacer más con un recurso siempre estable (el tiempo). La vida va a estar siempre “más ocupada” si se considera un mayor número de oportunidades potencialmente fructíferas.
Afortunadamente, hay maneras de reducir la ansiedad: Reconocer que no podrás hacer todo lo que te gustaría hacer, ya es una verdad. Todos los días tienen el mismo número de horas, por lo que debes seleccionar tus tareas y siempre mantener la calma: la estrategia es un ejercicio de negación. En resumen, la sensación de “quedarse sin tiempo” es un problema dentro de los contextos, tanto externos como personales. Al comprender los elementos interrelacionados, las personas pueden pasar mentalmente de una percepción ansiosa de «rompecabezas» a un ecosistema de variables más equilibrado.
Cuando la pandemia llegó a muchos países en marzo de 2020, creíamos que, si evitamos a otros durante un par de semanas, podríamos detener la propagación del virus y volver a la normalidad. Descubrí que estar encerrado es algo relajante, muy cómodo para muchos y a otros simplemente es evitar tráfico como a las personas, quedarse en casa y mantenerse así por un largo periodo siento más que ya somos una sociedad sin empatía y que nunca vamos a cambiar ¿Salvase quien pueda 2023?
Pero insisto, tenemos que estar atentos a esto: no necesitas café o té para dormir. No necesitamos alcohol para reír a carcajadas. No necesitamos comprar terrenos para tener acceso a la naturaleza, no necesitamos relaciones amorosas para recibir cariño y eso sí que nunca les haga falta y repito una y otra vez: la gente siempre quiere verte mal, si tienes, si logras, si cambias, si gritas, si compras., todo lo que quieren es criticar, como si el progreso les afecta o molesta. Pero solamente les mando un abrazo a quienes no pueden estar con sus seres queridos, su situación de salud mental es complicad@, tienen dificultades financieras, este año ha sido su mejor año y a los hinchas argentin@s.