Qué bonito es escuchar que alguien hable de manera positiva de uno; en algunas oportunidades cuesta asimilar una crítica o un comentario negativo, no sé si soy la única persona a la que le sucede esto; sin embargo, mejor e importante es lo que pienso y hablo de sí mismo, esta parte tiene mucha más repercusión en nuestra salud mental y física; como consecuencia, nos permitirá tener una vida equilibrada.
El amor propio inicia en el momento en que nosotros amamos a Dios sobre todas las cosas, conocer el carácter de Dios y saber quién es Él nos hace amarlo de una manera desmedida y nos brinda la capacidad de entender realmente quiénes somos, dándonos identidad; tener autoestima de manera razonable nos brinda la posibilidad de amar a los demás, me gustó mucho esta frase que leí: “Soy lo mejor a la hora de ser yo mismo”, en algún momento parece que el autor se jacta de sí, un verdadero problema sería que dijera: “soy el mejor de todos”.
La autoestima o amor propio es vital y debe ser ejercitado a diario, aquí dejo algunas claves para acrecentarlo:
En conclusión, el amor propio inicia amando a Dios.