Quedan muchos años por delante, de victorias, pero también derrotas, para un equipo que ha representado a Quetzaltenango en el máximo circuito futbolístico de Guatemala».
Cumplir 76 años, y enfilarse hacia el centenario, que será en 2042, es una alegría para la afición más fiel y entusiasta del país, y aunque la presencia en el estadio Mario Camposeco haya disminuido en los últimos juegos, sigue siendo uno de los equipos que más espectadores registra.
De los 12 conjuntos que disputan el torneo Clausura 2017-2018, Xelajú Mario Camposeco, con 76 años, es el tercero en historia, solo detrás de Cobán Imperial y Municipal (ambos fundados en 1936), incluso por encima de Comunicaciones (68), y el tercero en títulos ganados, después de los dos capitalinos.
Sin embargo, esta institución deportiva quetzalteca es más que números y estadísticas, es el reflejo de un sentimiento, de la arraigada identificación de una población con lo propio, y con los íconos surgidos y desarrollados en el seno de la ciudad de la estrella, como la denominara el poeta Porfirio Barba Jacob.
Hoy, el Xelajú MC cumple un aniversario más, fundado el 24 de febrero de 1942, del club social y deportivo se puede contar una historia de mediados del siglo pasados con la figura de Mario Salvador Camposeco López, una más contemporánea con los cinco títulos de Liga Nacional, y otra actual, en la que el equipo y la afición mantienen la esperanza de un nuevo campeonato.
La trascendencia del interés por el futbol en el departamento y la ciudad, y por sus representativos, genera un beneficio para diversos sectores, en el ámbito económico, representa ingresos para quienes mantienen una actividad comercial relacionada con este deporte y otros negocios que de manera indirecta también se ven favorecidos. Constituye un punto de referencia para deportistas, entrenadores y periodistas extranjeros, que de alguna manera contribuye a posicionar a la ciudad a nivel internacional, y es también una opción de entretenimiento para la población.
A pesar de que esté limitada la participación internacional, y que en general el deporte se ha visto afectado por malas decisiones dirigenciales y actos de corrupción, debe mantener, tanto en su forma de recreación como a nivel profesional, el espíritu de ser una sana distracción.
En esta fecha, en aras de la memoria y haciendo justicia a la historia, se debe recordar a todos aquellos nombres que han defendido con gallardía la camisola superchiva, y a todos los quetzaltecos, ya sea que hayan nacido aquí o no, que han hecho de esta una gran institución.