Arrepentirse, sin convertirse, no sirve de nada (parte I)
Generalmente los seres humanos, y especialmente los guatemaltecos, no hemos entendido que, aunque nos arrepintamos setenta veces siete -por decir una cifra y por traer a colación lo que dice la biblia-, pero, si no nos convertimos, pues, simple y llanamente no nos servirá o no nos ayudará casi nada, en vano será tanta somatada de pecho. Entonces, creo conveniente clarificar o definir cada palabra según el Diccionario de la lengua española. Arrepentirse: “Dicho de una persona: Sentir pesar por haber hecho o haber dejado de hacer algo”; mientras que, Convertirse: “Hacer que alguien o algo se transforme en algo distinto de lo que era.” Otros especialistas ejemplifican la conversión como la acción de caminar y dar un giro de 180 grados, es decir, voy rumbo al sur y decido ir hacia el norte.
En el plano social y cotidiano, nos arrepentimos una y otra vez de tomar lo que no es nuestro, llegar tarde al trabajo, salir del trabajo antes de la hora establecida, rebasar por la derecha, pasarnos en rojo un semáforo, quedarnos con el vuelto, duplicar los costos en una obra de construcción para beneficio propio, etc., pero, nos resistimos a la conversión -dejar de hacer-. Por supuesto que convertirse, tiene sus desventajas para el malévolo -obtiene beneficios económicos en el menor tiempo posible y sin mayor sacrificio, entonces, aunque el corrupto se arrepiente y lo manifiesta en público, en redes sociales, pero, solo es del diente al labio, no hay rectificación de sus actos, no hay transformación.
Estoy total y absolutamente de acuerdo con los que piensan que, venimos a la tierra con propósito de ser alguien en la vida -crecer y progresar- es parte del proceso de todo ser humano, es más, la biblia nos dice que, somos hijos de un Rey, entonces, debemos tener la calidad de vida del Rey. Pero, el hombre sin escrúpulos, sin vergüenza, sin amor propio, con tal de tener una posición social y económica superior a su vecino, acelera su proceso de vida y cae en la tentación de amar al dinero. Hay una recomendación muy contundente escrita por Saulo -oriundo de Tarso después llamado Pablo- a un joven inquieto llamado Timoteo y le dice: “La raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe y fueron traspasados de muchos dolores”.
Para el guatemalteco es familiar y fácil recordar a personajes que ejercieron cargos públicos, pero que abrazaron al dinero, cambiaron su amor por el dinero, se deshonraron, fue tanto su atrevimiento que, hasta su cuarta generación salió perjudicada. La maldición es una expresión en la cual se desea todo lo malo para una persona, debido a su mala obra, malos frutos, etc. Pregunto: ¿Quién en su sano juicio desee que lo maldicen? Pero, tengo la seguridad que muchos sacerdotes y pastores nos han hablado sobre las causas del amor al dinero, entonces, no tenemos excusa, no podemos alejar ignorancia, incluso, por sentido común, conocemos qué es bueno y qué es malo.
En ese sentido, ¿estaremos dispuestos a realizar un verdadero arrepentimiento, entrar en un proceso espiritual y moral para pasar del arrepentimiento a la conversión, a la transformación?
Es categórico, la corrupción es pecado, y la paga del pecado es muerte, entonces, ¿tendremos la osadía de vivir y/o convivir con la corrupción? A manera de reflexión dejo para que leamos y analicemos lo escrito por el rey David en el libro de Salmos, capítulo 94 y versículos 20 al 23.
Por amor a nuestro casa -familia-, comunidad, país y para tener un mundo más justo y solidario, cada día procuremos arrepentimiento y conversión. No somos perfectos, procuremos lo correcto.
¿Se juntará contigo el trono de iniquidades, que hace agravio bajo forma de ley? Salmo 94:20.
Arnoldo Soch Tzul
Contador Público y Auditor, asesor financiero y fiscal de pequeñas y microempresas, exalcalde comunitario, auditor social desde hace más de 25 años.
Temores y esperanzas por año
Ocúpate más, preocúpate menos.
Perdemos tanta energía en temores y esperanzas infundadas, que resulta útil, en esta época, hacer el ejercicio siguiente: En una hoja de papel, escriba una columna de los temores y otra de las esperanzas que tiene respecto al año que viene. Tómese su tiempo, puede estar pensando y escribiendo por unos dos días. Luego métala en un sobre, ciérrelo y póngale su nombre, luego abajo escriba: "No abrir hasta 30 diciembre 2025".
Se dará cuenta de que muchos de los temores no se cumplieron, que los que se cumplieron no fueron tan malos, que en muchos se logró salir adelante y los que no se logró, no fue tan catastrófico como lo había imaginado. También muchas esperanzas eran vanas e ilusas y no valía la pena esperarlas.
Nos preocupamos más de lo necesario, invertimos muchas horas pensando y repensando con tal de prevenir, de hacer bien las cosas en el futuro, nos negamos a perder, a sufrir, a soltar. Es curioso como los temores nos causan mucho malestar, baja calidad de vida, nos impiden vivir. Nos roban nuestro presente. Claro que temerosos sobrevivimos, pero no supervivimos. Vivir con grandes temores, no es vida.
Pero también es curioso como las esperanzas no hacen más daño que los temores, nos roban más nuestro presente, la vida. Por estar esperanzados en que algo suceda, milagrosamente olvidamos lo que sí podemos hacer con nuestras manos. Por estar esperando que alguien cambie su forma de ser, pensar y actuar… nos olvidamos de los demás. Esperanzados en algo que nunca llegará.
A la gente les gustan las esperanzas, las exaltan, alaban y promulgan. Pero solo conque una esperanza le haga perder el tiempo, ya le hizo daño, porque puede hacerle perder oportunidades reales. Algunos viven esperanzados en un amor romántico que no regresará, en un dinero que no llegará, en un arrepentimiento de un amigo o familiar que no regresará a pedir perdón, en ideas de recompensa en el más allá, inventos que a alguien se le ocurrió ofrecer a fieles de una iglesia.
Este ejercicio le hará darse cuenta de que se está preocupando de más… o se está esperanzando de más… De nada nos sirve correr, si vamos por mal camino. Ahora que el año está por finalizar, puede usted hacer un alto en el camino para saber si va por buen camino.
Mientras tanto le dejo la siguiente frase para que reflexione: “Cuando menos se ilusionan las personas, más capacidad tiene de ser felices”.
Oswaldo Soto
Psicólogo clínico con más de 25 años de experiencia, docente universitario, escritor de temas de salud mental.
Evaluar y replantear: un ritual necesario al cierre del año
El fin de año es más que luces, fiestas y compras apresuradas. Es un momento crucial para hacer una pausa, reflexionar y evaluar los objetivos que nos propusimos al inicio.
Este ejercicio no solo nos permite medir nuestros logros, sino también entender nuestras prioridades, ajustar nuestras metas y visualizar el camino hacia adelante.
En América Latina, una región conocida por su resiliencia y capacidad de reinventarse, el establecimiento de objetivos a nivel personal y colectivo es vital. Según un estudio de la CEPAL, cerca del 56% de las personas entre 25 y 44 años en la región reevalúan sus metas cada año, mientras que en personas mayores de 60 años, este porcentaje disminuye a un 38%. Esto refleja un reto cultural: la percepción de que fijar objetivos es exclusivo de los jóvenes, una noción que debemos erradicar.
En Guatemala, el 48% de las personas encuestadas por el Instituto Nacional de Estadística en 2023 mencionaron que establecieron objetivos claros a inicios del año, pero solo un 22% lograron cumplir la mayoría de ellos. Entre las principales razones del incumplimiento destacan la falta de planificación, el desánimo y los imprevistos económicos. Sin embargo, estos obstáculos no deben ser un freno, sino una oportunidad para replantear y reconfigurar nuestras metas.
El fin de año nos ofrece una página en blanco, sin importar nuestra edad. Para quienes están en sus 20s, es el momento de construir bases sólidas; para los de 40s, consolidar; y para los mayores de 60, disfrutar y explorar nuevas posibilidades. Nunca es tarde para aprender un idioma, iniciar un proyecto o mejorar una relación.
¿Cómo evaluar nuestros objetivos? Comience escribiendo qué logró, qué quedó pendiente y por qué. Pregúntese: ¿Eran realistas mis metas? ¿Qué puedo ajustar? ¿Cómo priorizaré el próximo año? La clave está en celebrar incluso los pequeños logros y ser compasivo con uno mismo.
El cierre del año no es el fin, sino un nuevo comienzo. Al tomarnos el tiempo para reflexionar, recordemos que cada día es una oportunidad para crecer, aprender y perseguir nuestras metas. Como individuos y como sociedad, en cualquier etapa de la vida, la evaluación y el replanteamiento son pasos esenciales para un futuro más brillante y equilibrado.
¡Que este cierre de año sea su momento para redescubrirse y prepararse para nuevos horizontes!
Sara María Mendoza G.
Experta en sexualidad, derechos sexuales y reproductivos. Médica General, con especialidad en Ginecología y Obstetricia. Tiene una Maestría en Sexualidad Humana.
El poder de un corazón agradecido
La gratitud es una actitud que transforma nuestra perspectiva y nuestra vida.
En un mundo lleno de desafíos y dificultades, mantener un corazón agradecido puede ser un poderoso antídoto contra la amargura y el desánimo. Este versículo nos recuerda que la gratitud no es solo una respuesta a las bendiciones, sino un llamado a reconocer la obra de Dios en todas las circunstancias.
Estoy seguro de que, en estas fechas de fin de año, muchos andan en compras frenéticas, organización de convivios y demás actividades comunes en estas fiestas. Sin embargo, reflexionar sobre el agradecimiento es quizás lo más importante que deberíamos manifestar en nuestra vida en estas épocas.
¿Qué es lo que hace la gratitud en nosotros? En primer lugar, transforma nuestra mente. Cultivar un corazón agradecido nos ayuda a enfocarnos en lo positivo. En lugar de lamentarnos por lo que nos falta, aprendemos a valorar lo que tenemos. Esto no solo mejora nuestro bienestar emocional, sino que también nos acerca a Dios, quien es la fuente de todas nuestras bendiciones.
También fortalece nuestras relaciones. La gratitud es contagiosa. Cuando expresamos agradecimiento hacia los demás, fomentamos un ambiente de amor y respeto. Esto puede enriquecer nuestras relaciones interpersonales y crear lazos más fuertes con quienes nos rodean.
Es un hecho también que nos conecta con Dios. Agradecer a Dios nos recuerda su fidelidad y provisión en nuestras vidas. Cada vez que damos gracias, reconocemos su soberanía y su amor, lo que nos fortalece en momentos de dificultad.
Deseo dejar una propuesta llamada "Practicando la gratitud":
- Llevar un diario de gratitud. Anotar las cosas por las que estamos agradecidos puede ser una práctica poderosa. Esto nos ayuda a enfocarnos en lo positivo y a reflexionar sobre las bendiciones diarias.
- Oración de agradecimiento. Incorporar la gratitud en nuestras oraciones nos ayuda a mantener una conexión constante con Dios. Al comenzar o terminar nuestras oraciones dando gracias, recordamos su bondad y amor.
- Expresar gratitud a otros. No solo debemos agradecer a Dios, sino también a las personas en nuestras vidas. Un simple "gracias" puede tener un gran impacto en el día de alguien.
Un corazón agradecido tiene el poder de cambiar nuestra perspectiva y nuestra vida. Al practicar la gratitud, no solo honramos a Dios, sino que también cultivamos un espíritu de alegría y paz en nuestro interior. Recordemos siempre que, independientemente de las circunstancias, siempre hay algo por lo que agradecer.
Edwin Ibarra
Médico Especialista en Cardiología y Ecocardiografía. Coach, conferencista y entrenador certificado por el Programa de John Maxwell, Pastor de la Red de Empresarios y Profesionales de Iglesia Bethania Quetzaltenango. Fundador de los Proyectos “Sanando el Corazón” y “Discipulado Empresarial 20/20”.
OpiniónAgradecimiento
La pasión con propósito
¡Todos los quetzaltecos son personas de gran corazón y con mucha PASIÓN!
Como buena quetzalteca que soy, me llena de alegría y me contagio del entusiasmo que provoca que nuestro equipo llegue a la final de un campeonato, no digamos que logre el objetivo de llegar a la meta de ser campeones.
En más de una oportunidad, he experimentado la sensación única que se vive cuando, pese a lo difícil que algo haya sido, se esté por alcanzar un sueño o una meta.
Por supuesto que este logro se le atribuye directamente a los deportistas y técnicos que hacen todo el trabajo, ponen entusiasmo, disciplina y esfuerzo.
Pero no podría dejar de mencionar a aquellas personas que acompañan y que, con entusiasmo, manifiestan ese sentimiento tan fuerte hacia el equipo que engloba el entusiasmo y amor hacia este terruño.
Cuando, a través de las transmisiones deportivas, observo las postales de grupos de aficionados, solo veo PASIÓN y pienso en el poder intrínseco que posee esta emoción humana y que los Superchivos manifiestan al equipo y a esta tierra de la estrella y de la esperanza.
Y es que la pasión da sentido de propósito, brindando sentido de dirección, ayudando a establecer metas claras y la determinación por alcanzarlas. Además de esto, fomenta la creatividad, ya que la mente se vuelve más receptiva a nuevas ideas y perspectivas, lo que fomenta la creatividad y la innovación; ahora dígame usted, ¿es importante la pasión?
Independientemente de lo que piense cada persona, porque, como existen muchas personas haciendo críticas negativas al respecto, yo prefiero, como siempre, enfocarme en lo positivo y a lo que el SENTIDO COMÚN me dice que es bueno y digno de imitar.
Hoy dedico estas líneas para felicitar a todos los que hacen posible que nuestra ciudad viva, una vez más, una fiesta deportiva, e incentivar para que sea en todos los ámbitos, porque de algo estoy totalmente convencida y cerciorada…
¡Todos los quetzaltecos son personas de gran corazón y con mucha PASIÓN!
Silvia Morales Paniagua
Docente de nivel primario y básico con Especialidad en Ciencias Naturales. Licenciada en Administración Educativa y Magíster en Educación Superior.
OpiniónXelajú MC
Los apagones entre semana son más dañinos en siete aspectos
Antes eran comunes los apagones en los fines de semana, ahora nos están afectando entre semana, entre lunes y viernes, y eso se ha vuelto una constante nefasta.
Exigimos a la Empresa Eléctrica Municipal de Quetzaltenango, EEMQ, que no interrumpan el servicio por cambios en la red o transformadores o si son fallas, que tengan un plan de reacción inmediata. Una ciudad como Xela no puede pasar horas sin luz, en los tiempos y días de mayor productividad.
Pónganse serios señores servidores públicos y no afecten drásticamente. Los apagones frecuentes entre semana impactan negativamente en estos siete aspectos:
1. Reducción de la productividad: La falta de electricidad interrumpe actividades clave en oficinas, fábricas y comercios, retrasando tareas y objetivos diarios.
2. Pérdidas económicas: Los negocios, especialmente los pequeños, enfrentan pérdidas por la incapacidad de operar, incluyendo cierre temporal y deterioro de productos perecederos.
3. Afectación tecnológica: Equipos dependientes de energía, como computadoras y sistemas automatizados, quedan inoperativos, afectando procesos y atención a las personas.
4. Costo adicional: Se incrementan los gastos en generadores, combustible o sistemas alternativos para mitigar los apagones.
5. Daños en equipos: Las variaciones de energía pueden dañar aparatos electrónicos, generando costos imprevistos en reparaciones o reemplazos.
6. Impacto en la confianza: Los clientes y socios comerciales perciben inestabilidad, afectando la reputación de las empresas locales.
7. Disminución del bienestar laboral: Los apagones pueden generar estrés en los empleados debido a la presión por cumplir con plazos en condiciones adversas.
Otra molestia adicional es que la Empresa Eléctrica Municipal de Quetzaltenango no brinda información oportuna sobre lo que sucede, a pesar de contar con redes sociales. Además, los usuarios viven en constante desesperación, ya que tampoco reciben respuesta en los números telefónicos habilitados para emergencias o atención al usuario.
La distribución está obsoleta y debe haber un plan integral y serio para modernizar la red de energía eléctrica municipal para esta ciudad, que es una de las dos más importantes del país.
La continuidad eléctrica es esencial para mantener el ritmo de las actividades y garantizar el crecimiento económico.
Editorial
EditorialApagonesEnXelaBajaEnProductividad
El segundo frente frío de la temporada ingresará el 8 de diciembre
Las condiciones heladas en el país continuarán con el ingreso del segundo frente frío el 8 de diciembre.
Guatemala se prepara para una temporada de frío más intensa en 2024-2025, según informA el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh).
El vocero del Insivumeh, Albert Betancourt, señala que la temporada de frentes fríos ha comenzado y se prevé la llegada de entre 13 y 15 frentes fríos que causarán un descenso significativo de las temperaturas en diversas regiones del país hasta marzo de 2025.
Conozca más sobre la temporada fría 2024 - 2025 y manténgase al tanto de nuestras redes oficiales para recibir actualizaciones y recomendaciones. Parte 2.#SomosINSIVUMEH #CIV #GuatemalaSaleAdelante #ClimaGuatemala #TemporadaDeFrentesFríos pic.twitter.com/Ci8MUbTCAp
— INSIVUMEH (@insivumehgt) November 20, 2024
Se espera que el primer impacto importante de esta temporada ocurra el próximo 8 de diciembre, cuando el segundo frente frío comience a afectar principalmente las zonas del occidente y altiplano central, donde las temperaturas podrían descender notablemente durante la noche.
Por su parte, Byvian Roldán, técnica del Centro de Pronósticos del Insivumeh, explica que el país también está experimentando la entrada de humedad proveniente del mar Caribe, lo que está afectando la Franja Transversal del Norte, los valles de oriente y del Caribe. En estas zonas no se descarta la presencia de lluvias o lloviznas al final de la tarde y durante la noche.
La Voz de Xela
Temporada de fríoFrente FríoClima
¡Ya estamos en el tiempo de Adviento!
Como si nada, ya estamos en el tiempo de Adviento, un tiempo propicio para una reflexión personal seria, que conduzca a cambios de conducta en los cristianos.
Como saben, el año litúrgico termina con la solemnidad de Jesucristo Rey del Universo e inicia con el primer domingo de Adviento. Estamos iniciando un nuevo año litúrgico, el Ciclo C.
Un símbolo propio de este tiempo de adviento es la llamada Corona de Adviento, de forma circular, de ramas verdes; y en ella se colocan, normalmente cinco candelas: tres moradas, una rosada y una blanca. La forma circular de la corna de adviento significa que el amor y la misericordia de Dios son infinitos y eternos, puesto que Dios es eterno. El color verde de la corona de adviento significa conversión. Es una llamada a la conversión de vida.
La candela rosada, que se enciende el tercer domingo de adviento, significa la alegría de la cercanía del nacimiento de Jesús en Belén. Y la candela blanca, simboliza el nacimiento de Jesús en Belén. Un dato importante de esta corona es que las candelas se van encendiendo una cada semana. Este encendido gradual es una invitación para que nosotros también vayamos haciendo cambios profundos en nuestra vida de una manera gradual. Los cambios no los puede hacer uno de “un solo”, sino que se van dando de una manera gradual.
El tiempo de adviento tiene cuatro semanas. Son cuatro semanas propicias para reflexionar sobre nuestra propia vida, y pedirle a Jesús su gracia para ir generando cambios en nuestra propia vida. No somos productos acabados. Somos seres en constante cambio, y nunca es tarde para hacer esos cambios que cada uno sabe que tiene ir haciendo en su vida.
El tiempo de adviento comienza, este año 2024, en las vísperas del sábado 30 de noviembre, y termina el 24 de diciembre. Para todos aquellos que creemos en el nacimiento de Jesús en Belén, no desaprovechemos esta oportunidad que la vida nos está dando de prepararnos bien para el nacimiento del niño Dios el 25 de diciembre.
Cada uno reflexiona sobre las dimensiones de su propia vida. Posiblemente algunos necesitan hacer cambios en su vida afectiva/emocional. Algunos otros tienen que hacer cambios en su vida familiar. Para otros, los cambios más urgentes están en la dimensión laboral. Incluso, para aquellos que se han quedado estancados en la universidad, y que por diferentes razones dejaron sus estudios hace años, ahora es el tiempo propicio para desempolvar la mente y comenzar a estudiar con más disciplina.
Para aquellos que tienen la tradición de hacer su corona de adviento, ya sea en su casa o en la iglesia, les recuerdo que:
La primera vela de la Corona de Adviento es “morada” y se enciende el primer domingo de adviento, que este año es el 1 de diciembre. La segunda vela de la Corona de Adviento, que también es “morada”, se enciente el segundo domingo de adviento, que este año es el 8 de diciembre. La tercera vela de la Corona de Adviento, que es “rosada”, se enciende el tercer domingo de adviento, y que este año es el 15 de diciembre. La cuarta vela de la Corona de Adviento es “morada”, y se enciende el cuarto domingo de adviento, que este año es el 22 de diciembre. Y finalmente, la quinta vela de la Corona de Adviento, que es “blanca”, se enciende en la tarde de la noche del 24 de diciembre. Que Dios nos conceda la gracia de la conversión.
P. Orlando Pérez
Sacerdote católico, Licenciado en Teología, Licenciado en Psicología General, catedrático universitario, con una maestría en Docencia Superior Universitaria.
OpiniónAdviento
Arrepentirse, sin convertirse, no sirve de nada (parte II)
El Maestro Jesús cuenta la historia de un hombre rico que se obsesiona con guardar su cosecha y termina muriendo esa misma noche.
Es inaudito ver, escuchar y leer por los diferentes medios de comunicación a personajes que, por sus frutos, sabemos en qué camino andan -camino de muerte y destrucción-, cada paso que han dado ha dejado dolor, pesar, tristeza; han tomado lo que no es suyo, le han quitado al huérfano y a la viuda para saciar su avaricia. El Maestro Jesús cuenta la historia de un hombre rico que se obsesiona con guardar su cosecha y termina muriendo esa misma noche (Lucas 12:15-21). Es que la avaricia es un pecado capital, es el afán por acumular y preservar lo acumulado.
El 19 de abril de 2018 es una fecha histórica que no debemos olvidar los guatemaltecos, porque tuvimos la oportunidad de ver cómo las personas ávaras reconocieron su pecado, se arrepintieron, pidieron perdón a su familia y al pueblo de Guatemala por el daño ocasionado, pero, al parecer, no se convirtieron, no se transformaron, porque seguimos peor que hace más de 50 o 70 años. Por supuesto, ellos ya no son la cara visible; son sus amigos, allegados, correligionarios, empleados, los que ocupan grandes espacios en las plataformas digitales -TikTok, Facebook, X, etc.- para despotricar su descontento y malestar por la pérdida de beneficios corruptos. Por supuesto, no han perdido todo, aún conservan beneficios malévolos.
Convertirse es transformarse y dejar de hacer. ¿Acaso los que han sido funcionarios públicos y los que aún siguen siéndolo se han transformado? Es cierto, algunos dejaron el puesto, pero siguen mintiendo, confundiendo, dividiendo y desinformando. Están fieles a la sentencia bíblica escrita en Juan 8:44: “Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira”. Como solemos decir comúnmente: ¿quién de nosotros, con dos dedos de frente, se atreve a semejante tontería? Claro, solo el que tiene entenebrecida el alma, le importa un comino su destino y el de sus hijos y los hijos de sus hijos.
Como todos sabemos, a lo largo de la historia la Biblia ha tenido varias versiones; sin embargo, su esencia se mantiene. En ese orden de ideas, quiero compartir la versión de Dios habla hoy, en relación a lo escrito en el libro de Salmos 94:20-23: El escritor indica: Tú no puedes ser amigo de jueces injustos, que actúan mal en contra de la ley; que conspiran contra el inocente y honrado, y lo condenan a muerte. Pero el SEÑOR es mi refugio; mi Dios es la roca que me defiende. El SEÑOR hará que los malvados sean destruidos por su propia maldad. ¡Nuestro Dios los destruirá!
Estimado lector, el libro de los Salmos fue escrito entre el 1440 y el 1400 a.C., pero, ¡qué coincidencia!, allí está reflejada nuestra realidad. Y, por esa coincidencia, escribo la siguiente frase de Proverbios 14:1: La mujer sabia edifica su casa; más la necia, con sus manos la derriba, dedicada muy especialmente a esa señora que está empeñada en defender la corrupción a capa y espada.
Probablemente estemos cruzando el valle de angustia, de incertidumbre, de nubarrones. Sin embargo, estoy completamente seguro de que la vamos a pasar. Nuestra confianza la tenemos en el SEÑOR, nuestra roca fuerte, nuestro refugio y nuestro sustentador. Pero hay algo muy importante y elemental que debemos hacer: desechemos las obras de las tinieblas, envidia, insolencia, mentira, altanería, chantaje, extorsión; aquello que dicen los corruptos: “El que no tranza no avanza”, y vistámonos las armas de la luz. Es decir, debemos ser honestos, puntuales, con criterio propio, con sentido común, honrados, respetuosos. Viviendo bajo estas reglas, ya la hicimos.
“El reino de los cielos ha venido avanzando contra viento y marea, y los que se esfuerzan logran aferrarse a Él”. Mateo 11:12 NVI
Arnoldo Soch Tzul
Contador Público y Auditor, asesor financiero y fiscal de pequeñas y microempresas, exalcalde comunitario, auditor social desde hace más de 25 años.