Al ritmo del estudiante
O el estudiante se adapta a la escuela, o la escuela se adapta al estudiante.
En este momento, en que usted lee esto, se está dando en las clases, que a un estudiante le lleva más tiempo entender lo que el maestro está diciendo. Él observa a su compañero de a lado, que con poco esfuerzo ya captó el tema, luego opina, luego hace bien las tareas y hasta está feliz. Mientras que él necesita más explicación, más repaso, más tiempo. Muchos maestros ignoran los diferentes ritmos de aprendizaje de cada uno de sus estudiantes. Conocer las diferencias individuales de cada estudiante es una excelente actitud para formular eficientes formas didácticas.
El docente, con su propio ritmo, estilo y forma de enseñanza, se adaptará al ritmo, estilo y forma de aprender del promedio del grupo. Claro que habrá pocos estudiantes que en un extremo aprendan superveloz y en el otro, otros pocos que aprendan pausado. Pero si el promedio se está quedando rezagado, eso indica que es el docente es el que está fallando, porque no es consciente del ritmo de aprendizaje del grupo.
Los padres y educadores, cuando están atentos al estilo de aprender de los niños y niñas, jóvenes y señoritas, ayudan a que se vayan adaptando a la escuela y la escuela se adapte a ellos, y a veces de forma individual. Esto ayuda a que los estudiantes se conozcan y vayan aprendiendo a aprender. Un estudiante que llega a conocerse y aceptarse, ni sube ni baja su autoestima, sino que se integra al grupo, apoya a otros y se deja apoyar. Al aceptarse, le es más fácil aceptar a los demás.
Algunos estudiantes aprenden más rápido, pero también olvidan más rápido, otros aprenden más despacio y retienen por más tiempo. Por lo que no se trata solo de captar los datos de forma inicial, sino de retener y luego evocar y aplicar. También los estilos de aprendizaje, hacen que varíen los ritmos en cada persona. Algunas veces será visual, otras auditivas, otras moviendo el cuerpo (kinestésico), otras de forma lógica y otras de forma social.
Asimismo, en el estudio de las diferentes disciplinas, se varían los ritmos de aprendizaje. Algunos pueden ser más veloces en ciencias sociales, otros en matemáticas, otros en diseño y dibujo… Los docentes deben estar atentos para ir conociendo el grupo y a cada uno de sus miembros, para ir adaptando su didáctica constantemente, ahí es donde se mide su profesionalidad.
Si un estudiante, normalmente, se está quedando atrás, el docente puede favorecerle solo a él, con métodos de estudios para que se nivele con sus compañeros, a manera de disminuir la brecha entre él y el más pilas.
Le dejo la siguiente frase para que reflexione: “No es tan importante si aprende rápido o lento, lo importante es que aprende contento”.

Oswaldo Soto
Psicólogo clínico con más de 25 años de experiencia, docente universitario, escritor de temas de salud mental.
De lo bueno y lo malo, se aprende
Suelo hacer movimientos con mis manos hacia arriba y abajo, a un lado y otro, cuando cosas buenas suceden, agradezco a Dios y su voluntad de hacer que esas cosas pasen, que proyectos lleguen, que personas buenas sumen a mi vida. Todo es alegría y entusiasmo. Pero en aquellos momentos de soledad, de fracasos o malas decisiones, la angustia invade, la tristeza se apodera y todo parece muy nublado. No hay señal de aprendizaje o siquiera un intento de agradecer por esas cosas también.
Pero hay una frase que siempre hace eco en mi mente, especialmente en situaciones de momentos grises, "todo pasa para bien o para mejorar". Así como obtenemos lecciones de las cosas buenas, todo aquello que resulta distinto a lo que pensamos, es solo una lección más de aprendizaje. Lograr, encausar todo lo que conlleva un sentimiento de soledad, de tristeza, de enojo o frustración, es un proceso de evolución, de autodescubrimiento y superación que puede darte un resultado satisfactorio en la construcción de tu mejor versión.
Una dosis de fe en Dios, de fe en ti mismo y un extra de voluntad permitirán siempre encontrar la mejor solución a cada situación que se te presente. Porque de todo lo bueno y lo malo se aprende. Recuerda que en los pequeños detalles está, el poder de tu imagen.

Carol Contreras
Coach de Imagen
El agua es vida
Cada vez que explico a mis estudiantes los siguientes datos, que la tierra está formado por aproximadamente el 71% de agua y que de esta cantidad el 97.5% es salada, mientras que el 2.5% es agua dulce, que el porcentaje de agua en el cuerpo del ser humano oscila dentro de los 50 a 75% según la edad o según la etapa de la vida y que además de esto en la actualidad es considerado un recurso renovable, pero limitado, suelo explicar que en mi época de estudio se consideraba recurso renovable, al compartir estos sencillos datos me hace pensar en lo importante y necesario que es crear conciencia sobre la crisis mundial del agua y cuidado de este líquido vital, siendo responsabilidad de entidades gubernamentales, educativas y de todos.
Por lo general, los seres humanos tenemos por sentado muchas cosas como la relevancia de los recursos naturales, por tal motivo no los cuidamos y valoramos. Considerar a diario que, con la escasez de agua, tendremos grandes problemas afectando el consumo de la misma, la agricultura, grandes impactos en la salud por enfermedades asociadas con la ausencia de agua potable, desertificación, perdida de ecosistemas y biodiversidad, crisis humanitarias y conflictos sociales entre los más importantes nos permitirá vivir agradecidos y consientes del uso adecuado.
Recordar que bíblicamente el agua tiene un significado profundo y multifacético, siendo símbolo de la vida, de purificación, limpieza, redención y del Espíritu Santo.
Cuidar el agua es responsabilidad urgente de todos, estamos a tiempo de no tener problemas grandes que afecten nuestra vida. Recordemos también que en la vida todo tiene sentido.

Silvia Morales Paniagua
Docente de nivel primario y básico con Especialidad en Ciencias Naturales. Licenciada en Administración Educativa y Magíster en Educación Superior.
Yo estoy bien, tú estás bien, ella está bien
Instituciones que buscan el bienestar del empleado y del cliente.
Había una vez, una enfermera que está a punto de ingresar a un paciente a sala de operaciones y le pregunta: “¿Doctor, qué tiene el paciente?”, y él responde: "Mucho dinero". ¿Trabaja usted para una institución que solo busca su bienestar, empobreciendo a los trabajadores y a los clientes? Pues déjeme decirle que esas instituciones no duran en el tiempo, porque tarde o temprano alguien se come la gallina de los huevos de oro. Luego pueden aparecer de nuevo solo cambiando de nombre.
Había otra vez, una asamblea religiosa donde informan que el pastor está enfermo y un dirigente dice: “Vamos a hacer una contribución económica para apoyar al pastor, para que se cure…” Luego uno de los fieles toma la palabra y dice: "Yo estoy igualmente enfermo", y el dirigente dice: “Vamos a orar por el hermano, para que se cure” ¿Pertenece a una organización religiosa, donde se enriquecen los de arriba y se empobrecen los de abajo?
Y había otra vez, en donde un reportero entrevista a un narcotraficante con: “¿No tiene usted cargo de conciencia por vender estas drogas, que destruyen a esos jóvenes?...” A lo que él respondió: “Yo estoy trabajando para mantener a mi familia, ellos compran la droga aquí, yo solo se las vendo.” Lamentablemente, en esta última historia, se aplica el: “Yo estoy bien, tú estás mal, la organización delictiva está bien”. Pero, tarde o temprano, se llega al: “Yo estoy mal, tú estás peor, la sociedad está de horror”.
¿Vende usted productos que dañan la salud de los consumidores? ¿Promociona usted servicios que, al final, resultan ser desfavorables para quien los toma? Como las casas de préstamos, bancos, cooperativas de ahorro y crédito, restaurantes de comida chatarra. O ¿trabaja para una institución de gobierno que está obteniendo lucro de los servicios?
El problema es que la población no se organiza, para protestar contra todas estas injusticias, desfalcos, asesinatos. Cada persona, piensa que no le va a tocar eso, que hoy está viviendo el vecino. Pero cuando le toca, entonces sí quisiera estar organizado para que el grupo le proteja. No esperemos a perder, para luego organizarnos.
Ahí donde usted está, puede organizarse en pequeños grupos, donde se vigile a empresas, organizaciones e instituciones que estén sangrando a la población. Donde se pueda discutir la problemática presente, con sus procedimientos y decisiones. No necesitan inscribirse para tener representatividad legal, para hacer señalizaciones y propuestas. Lo importante es aplicar el pensamiento crítico y así, darse cuenta de que la gente organizada tiene poder.
Le dejo la siguiente frase para que reflexione: “Bienestar de todos, con la participación de todos”.

Oswaldo Soto
Psicólogo clínico con más de 25 años de experiencia, docente universitario, escritor de temas de salud mental.
Me levantaré y volveré a mi padre
Varias veces hemos escuchado la parábola del hijo pródigo (Lc 15, 1-3. 11-132). Son tres los personajes clave: el padre, el hijo mayor y el hijo menor. El hijo menor pide la herencia a su padre. El padre se la da. Un día el hijo menor junta todo lo que tiene y se va a un país lejano en donde malgasta toda su fortuna haciendo lo que quiere. De pronto sobreviene en aquel país una gran hambre y él empieza a padecer necesidad. Entonces va a pedir trabajo a un habitante de aquel país, y este lo manda a cuidar cerdos. Era tanta su hambre que quería comerse las bellotas que comían los cerdos.
Viene el momento entonces de la reflexión. Cae en la cuenta de que muchos trabajadores de su padre tienen comida de sobra, y él se está muriendo de hambre. Por lo que dice: “me levantaré, volveré a mi padre y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo. Recíbeme como a uno de tus trabajadores”.
En seguida se pone en camino hacia la casa de su padre. Y cuando todavía estaba lejos, su padre lo ve y corre hacia él. Lo abraza, lo besa y manda que le pongan la mejor ropa, y hacen una fiesta, porque según su padre, él estaba muerto y ha vuelto a la vida.
Aquí entra en escena el hijo mayor, quien estaba en el campo. Cuando regresa, se da cuenta de que hay fiesta y música. Llama a uno de los criados, quien le cuenta lo que ha pasado. Este hijo mayor se molesta mucho por lo que está haciendo su padre, puesto que él, siendo un buen hijo que nunca ha desobedecido, jamás le ha celebrado nada. El padre le responde: “hijo, tú siempre estás conmigo y todo lo mío es tuyo. Pero era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y lo hemos encontrado”.
En este texto vemos tres actitudes, tres formas de vida, ¿En cuál de las tres figuras nos vemos reflejados?
¿Actuamos como el padre? El padre respeta la decisión de su hijo, aunque no la comparta. Y a pesar de que se ha portado mal, lo recibe con misericordia. ¿Cómo recibimos nosotros al que se convierte? ¿Vivimos siempre recordándole su mala vida?
¿Actuamos como el hijo pródigo? Posiblemente en más de algún momento de nuestra vida hemos actuado como este joven. Libremente, hacemos decisiones, que, según nosotros, están bien, pero que son decisiones que nos conducen al barranco. A veces nosotros también nos desviamos del camino que conduce a Dios, y libremente optamos por otros caminos que nos conducen a la aventura en este camino de la vida.
Ojalá todos en este camino cuaresmal recapacitemos y hagamos un alto en nuestra vida, para retomar esos caminos que nos conduzcan al bien, que nos guíen a las metas que nos hemos propuesto en la vida. Nunca es tarde para convertirnos. No podemos seguir caminando con ese montón de pecados que llevamos acumulados desde hace años.
Hoy puede ser un buen día para caer en la cuenta de que no estoy actuando bien, que hay conductas en mi vida que deben ser modificadas. Como decía antes, el pecado es un estorbo en la vida. Pero también puede ser que vaya en este tren de la vida con algunos trastornos de personalidad que no me dejan vivir en paz. Pues ahora puede ser el momento para comenzar a buscar ayuda profesional.
Y finalmente, ¿actuamos como el hermano mayor? Él no acepta que al hermano menor se le perdone tan fácilmente la falta cometida. Esta es una actitud intransigente e intolerante. No debemos actuar nunca así con aquel que se convierte de su mala vida. Uno nunca debe decir que de esa agua nunca tomará, porque mientras se tengan los pies en la tierra, peores tonteras se pueden cometer. Que Dios tenga piedad y misericordia de nosotros.

P. Orlando Pérez
Sacerdote católico, Licenciado en Teología, Licenciado en Psicología General, catedrático universitario, con una maestría en Docencia Superior Universitaria.
No sea mentiroso en su entrevista laboral
Evite mentir al momento de solicitar un empleo, su imagen personal queda muy mal.
En los procesos de reclutamiento y selección de personal existen muchos filtros para obtener el empleo, y para las personas que buscan oportunidades laborales se puede convertir en algo tedioso. Sin embargo, todos estos procesos son para garantizar, tanto las condiciones laborales del empleado, como avalar toda la información que ha brindado y que esta sea legítima.
Sin embargo, muchas de estas personas dicen mentiras o suelen exagerar con la información que brindan, sin importar las razones, esto no es correcto, y la persona queda con una muy mala imagen. Resulta que cada vez es más común detectar personas que mienten, y no solo en la entrevista, sino en la información, los datos o los documentos que brindan.
Lastimosamente, esta acción se ha vuelto más común en los últimos años. Normalmente estas mentiras se generan a raíz de la necesidad de encubrir algún error cometido con anterioridad, tanto en los trabajos anteriores como en situaciones personales.
Las personas en el departamento de Recursos Humanos, que realizan estos procesos, tienen técnicas para detectar mentiras, además de otras herramientas que se utilizan para detectar y/o corroborar información. Si el entrevistador logra descubrir alguna mentira en la entrevista, realizará preguntas en relación a ello, y la persona normalmente empezará a enredarse con la información que brinda, por ende, su investigación será profunda y encontrará los motivos de la mentira.
Un verdadero profesional no tendrá necesidad de ocultar información, ni de actuar de esta forma, es por ello, que recomiendo que inicialmente, cometa errores en el trabajo o en el ámbito personal, de los que se pueda arrepentir posteriormente, con ello, jamás tendrá necesidad de mentir. En el caso contrario, si ya cometió alguna falta, en primer lugar, debe reflexionar sobre lo que hizo, arrepentirse y buscar la forma de solucionarlo de acuerdo a la falta cometida. Sobre todo, evite mentir al momento de solicitar un empleo, su imagen personal queda muy mal.

Crysta Nowell
Psicóloga Industrial / Organizacional, Magíster en Gestión del Talento Humano, asesora en procesos de recursos humanos, capacitadora y especialista en reclutamiento y selección de personal.
OpiniónRecursos Humanos
Por quinta ocasión, no al seguro obligatorio contra terceros
El presidente Arévalo, con la implementación del Seguro contra terceros, se lanzó al vacío esperando caer bien. Es una apuesta de 50-50. Es decir, hay población que está de acuerdo con la implementación de este seguro contra terceros, porque hay tanta irresponsabilidad de parte de los que conducimos un vehículo. Si el parque vehicular en nuestro país —hoy— es de más o menos 5 millones 925 unidades y de estos, más del 50% es de motocicletas, entonces diremos así, a grosso modo, que, más de 6 millones de personas guatemaltecas, estamos manejando un vehículo.
El seguro contra terceros, no es nuevo, está en el Dto. 132-96 LEY DE TRÁNSITO. La pregunta del millón es: ¿De los 6 millones de personas que manejamos y conducimos un vehículo, alguna vez en nuestra existencia como conductores, hemos leído su contenido?
El 80% de los que manejan una motocicleta no tiene licencia de conducir, entonces estamos diciendo que 240 mil personas andan a lo largo y ancho del país infringiendo la ley, fácil es deducir la causa de tanta muerte de personas conduciendo una motocicleta. ¡Qué terrible!, igual pasa con los conductores del transporte pesado y buses colectivos, es otra historia tenebrosa, un claro ejemplo de ello es lo ocurrido apenas unas semanas, el accidente del bus donde fallecieron 54 personas en la ciudad Capital, el chofer apenas tenía 25 años y el bus más de 30 años de servicio.
Podría enumerar tantos y tantos desastres viales ocurridos en las carreteras de nuestro país, específicamente de Quetzaltenango a Totonicapán, por la irresponsabilidad del conductor, del peatón y la complicidad del agente o autoridad de tránsito. Por eso, desde mi perspectiva y criterio, es urgente y necesario que el transporte pesado de carga y transporte colectivo de pasajeros, debe adquirir ese tipo de seguro, la responsabilidad que conlleva su trabajo -están transportando vidas humanas-, ello implica el derecho humano de las personas que van dentro de un bus. También el transporte pesado, es implícita su responsabilidad, casi la mayoría de este transporte —cabezales— por la ineficiencia de la autoridad, lleva el doble de su capacidad de carga, generando con ello, un peligro latente para los demás vehículos.
Casi al término de escribir esta columna de opinión, el presidente de la República —Bernardo Arévalo— da marcha atrás con los acuerdos gubernativos que obligaban a la adquisición de este tipo de seguro. Bueno, es preciso tomar en consideración dos cosas. El pacto de corruptos, está al acecho, aprovechando cualquier resbalón para derrumbar la institucionalidad, casi lo logran. Entre los manifestantes claramente había gente infiltrada.
Valoro enormemente la sapiencia de las autoridades indígenas y gobiernos ancestrales de varios pueblos -municipalidad indígena Ancestral del pueblo K´iche de Santa Lucía Utatlán, Sololá, las 14 comunidades de San Cristóbal Totonicapán, Parlamento Xinca, Chichicastenango, Santa Catarina Ixtahuacán, Municipalidad indígena de Sololá y alcaldía indígena de Nahualá, para abordar esta crisis, y solicitar al pueblo de Guatemala, guardar la calma y no dejarse sorprender por la manipulación de este caso, por el pacto de golpistas compuestos por varias bancadas de diputados corruptos. Pues sí, los menos indicados para hablar de carencia económica y estar supuestamente del lado del pueblo son los diputados corruptos, es inmoral e indecente su actitud.
Después de la derogación de los acuerdos gubernativos, No. 46-2025; 47-2025; 48-2025 y 49-2025 esperamos de los diputados dos cosas: Que renuncien al 127 % de su salario, porque el pueblo se los está pidiendo; que legislen una nueva Ley de Tránsito que castigue con todo el peso de la ley a los conductores irresponsables del transporte pesado de carga y transporte colectivo, así mismo, a los que conducen una motocicleta.
A veces, para avanzar, hay que dar un paso al costado. —Desconocido—
Arnoldo Soch Tzul
Contador Público y Auditor, asesor financiero y fiscal de pequeñas y microempresas, exalcalde comunitario, auditor social desde hace más de 25 años.
Salud mental y plenitud personal
¿Por qué tiene tanta importancia la salud mental? Porque la persona que tiene salud mental goza de bienestar en muchas direcciones: bienestar psicológico, emocional y social, también repercute en la forma de pensar, de sentir y de actuar, por otro lado, la persona que goza de salud mental tiene facilidad para manejar el estrés y las relaciones humanas, además, cuando toma decisiones es congruente. También le ayuda a ser productiva y a su desarrollo personal.
En la página Medline Plus en español encontré un interesante artículo, sobre salud mental, que señala cómo mejorarla y hace algunas recomendaciones al respecto:
• Comer bien, es decir, consumir alimentos saludables.
• Practicar regularmente ejercicio.
• Evitar hábitos, como el consumo de alcohol y de tabaco.
• Leer con frecuencia, pero seleccionar bien lo que se lee.
Trabajar en la salud mental reporta muchos beneficios:
• Relaciones humanas que satisfacen.
• Una imagen positiva de uno mismo.
• Facilidad para tomar buenas decisiones.
• Valentía para afrontar los desafíos que la vida presenta.
• Actitud optimista y positiva.
• Empatía con las personas.
Cuando no se trabaja para lograr buena salud mental, hay consecuencias lamentables:
• El sistema nervioso se altera.
• Se producen problemas intestinales y como consecuencia, una mala digestión.
• La confianza en uno mismo disminuye.
• El trabajo se hace pesado y no se disfruta.
¿Qué hábitos pueden contribuir a cuidar la salud mental?
• Evitar el consumo de alcohol y sustancias nocivas.
• Consultar a un profesional de la psicología, si se tiene la idea de que la salud mental está menoscabada.
• Acudir a servicios públicos o privados, que contribuyen a mantener la salud mental.
No siempre se requiere un especialista en salud mental, porque el autocuidado tiene mucha importancia, lo cual significa que la persona puede, por ella misma, hacer cosas que le ayuden a estar bien mental y físicamente. Por ejemplo: Hacer ejercicio regularmente, alimentarse saludablemente, mantenerse hidratada, dormir lo suficiente, hacer ejercicio regularmente, buscar actividades que produzcan satisfacción, trazarse metas y procurar alcanzarlas, ser una persona agradecida, tener buenas relaciones humanas, y no centrar la atención en cosas negativas, sino positivas.
Al trabajar a favor de la salud mental, se puede lograr la plenitud personal, como dice el título de este artículo, pero no hay que olvidar, que es un proceso continuo, que se alcanza, solo con un esfuerzo constante.
Laura Ronquillo
Doctora en Salud Mental y Dinámica Humana, con tres maestrías, Licenciada en Pedagogía, Profesora en Enseñanza Media, escritora de temas de educación, salud mental y psicología, y catedrática universitaria.
El seguro: lo obligatorio rara vez es bien recibido
El polémico seguro obligatorio para vehículos de todo tipo ha despertado a un monstruo dormido: la ciudadanía.
Si esto no se resuelve a la brevedad, podría tener dimensiones inimaginables. No se trata de alarmar, sino de ser realistas con un tema que, de no manejarse bien, podría volverse convulso y violento.
Basta con mirar al pasado reciente de Guatemala. Todas, absolutamente todas, las protestas y manifestaciones han afectado principalmente al ciudadano común, y tristemente, a los más desposeídos. Cuando hay una crisis, el gobierno no sufre perjuicios: ¿acaso dejan de recibir sus salarios? No. Pero la gente sí sufre las consecuencias en sus negocios, en su trabajo y hasta en su salud.
¿Por qué el seguro no es seguro? Porque no están dadas las condiciones. Estoy a favor de que exista un seguro vehicular, pero en un país como el nuestro, donde 7 de cada 10 personas viven al día, esto no es viable para todos. En países como Estados Unidos o Argentina, el seguro obligatorio funciona porque hay diferencias fundamentales. En Estados Unidos, por ejemplo, incluso los pasillos de los edificios están asegurados en caso de que alguien se caiga y deba recibir una compensación. Ideal, ¿verdad? Pero esa realidad no puede aplicarse en todas partes.
La implementación del seguro vehicular debe ser gradual. Esa es la respuesta que debe dar el gobierno para evitar una crisis mayor. Primero, que lo paguen los transportistas del servicio colectivo, porque llevan vidas a bordo y han sido responsables de muchas tragedias, no solo la más reciente. Luego, que se aplique al transporte de carga y, por último, a los vehículos particulares. Aun así, debe hacerse por modelos: que comiencen pagando quienes tienen vehículos más recientes. Se estima que, de cada 100 automóviles en el país, 70 tienen más de 15 años de circulación. El seguro debe ajustarse a nuestra realidad nacional.
Lo obligatorio rara vez es bien recibido. Lo ideal es avanzar paso a paso. Si el país cambia y mejora, un seguro sería lo menos problemático para la población. Pero en un país estancado como el nuestro, imponer más cargas solo genera descontento. Y esa es una verdad que el gobierno no puede ignorar.

César Pérez Méndez
Licenciado en Ciencias de la Comunicación (Usac), con tres maestrías en diferentes campos y Doctor en Investigación en Educación (Usac). CEO de La Voz de Xela, profesor universitario y conferencista.
OpiniónSeguroObligatorioCiudadanía
El seguro es un paliativo, no la solución
El Ministerio de Gobernación (Mingob) publicó el reciente 17 de marzo en el Diario Oficial los acuerdos gubernativos para que los propietarios de motocicletas, vehículos particulares, transporte urbano de pasajeros y vehículos de carga pesada contraten un seguro de responsabilidad civil que cubra daños a terceros.
Por otro lado, la publicación de la norma mencionada está siendo utilizada por los sectores contrarios al gobierno actual para tratar de socavarlo, también es importante hacer notar que quienes menos están de acuerdo y más protestan son los propietarios de los medios de transporte que más accidentes causan, siendo estos los transportistas de buses urbanos y extraurbanos, motocicletas y transporte de carga.
Que la medida de implementar un seguro de responsabilidad civil en caso de accidentes de tránsito es buena si lo es, pero no da solución al problema. ¿Por qué?: Porque solamente es una medida que servirá como compensación en el caso de que se dé un accidente de tránsito y como resultado de este queden personas fallecidas o lesionadas; pero no se está previniendo el verdadero origen del problema.
El origen del problema no solo son las carreteras en mal estado que gobiernos anteriores deterioraron por ejecutar obras de mala calidad, aun así, si tuviéramos carreteras de primer mundo no se reducirían los accidentes de tránsito si siguiéramos por ellas siguen circulando buses y camiones viejos y en mal estado, pilotos sin licencia o experiencia, buses sobrecargados en su capacidad y a velocidades no permitidas entre otros problemas.
Entonces, la solución también debe de ser preventiva ejerciendo una verdadera supervisión a todo tipo de transporte y endureciendo las penas para pilotos y propietarios de buses urbanos y extraurbanos que no respetan las normas de tránsito, vivimos todos en una sociedad y los derechos de los usuarios de transporte no son respetados, se debe empezar por ahí.

Vilma del Rosario Xicará
Con más de 20 años de experiencia en finanzas, auditoría pública, impuestos y rendición de cuentas. Docente universitaria, Contadora Publica y Auditora, y Dra. en Auditoría Gubernamental y Rendición de Cuentas y Transparencia en la función pública.