Agradecidos: palabra NO habitual en nuestro vocabulario normal. Por una semana compleja que
hayamos pasado no define las cincuenta y un semanas restantes del año. Pero por alguna extraña razón,
nuestro cerebro graba con más intensidad ésta única semana que el resto. Parece que hemos dejado de
ver los pequeños detalles de la vida que la definen.
¿Sabía usted que el corazón late alrededor de 100 mil veces al día? ¿Sabía que lo hace de forma
automática, sin que nosotros podamos decidir si late o no? La maravilla de la creación dejó un sistema
automatizado del propio corazón, que incluso el cerebro puede ya no registrar actividad y el corazón
continuar latiendo. Debemos dar sin recordar y recibir sin olvidar.
Ser agradecidos requiere de ser intencional en descubrir las razones de nuestro agradecimiento. Sin
olvidar lo recibido. Sin importar la fuente de donde haya venido el beneficio, intencionalmente debemos
recordar con agradecimiento. Y con frecuencia es necesario hacérselo ver a nuestro benefactor y
retribuir de alguna manera si eso es posible. El rey David lo expresa con vehemencia en el Salmo 103:1-5
Bendeciré al Señor con toda mi alma; bendeciré con todo mi ser su santo nombre. Bendeciré al Señor con
toda mi alma; no olvidaré ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas mis maldades, Quien
sana todas mis enfermedades, quien libra mi vida del sepulcro, quien me colma de amor y ternura, quien
me satisface con todo lo mejor y me rejuvenece como un águila.
Varias cosas resaltan de este Salmo. David habla de agradecer con toda su alma. Es decir, con mis
emociones, pensamientos y sentimientos. Prosigue diciendo de no olvidar ningún beneficio. Resalto: No
olvidar ningún beneficio. Ninguno. Reitero: Ninguno. Luego, también habla de perdón. Perdonar mis
yerros. Que son muchos. Todos los días. En la mente y en la realidad. Pero Él decide perdonar. Nuestro
orgullo no nos deja reconocer nuestras desviaciones del blanco. Al no reconocerlo, seguimos sin percibir
el perdón.
El que sana todas tus dolencias. El está determinado a sanar todos nuestros dolores. En lo personal, he
estado al borde de la muerte en dos ocasiones. Vivo de milagro. Así que, si me permite hablar en
primera persona, estoy muy agradecido por esto. Lo ha hecho utilizando medios sobrenaturales y en
muchas ocasiones a través de mis colegas médicos. Agradecido con ellos por su profesionalidad en
tratarme.
La última frase dice: Quien e satisface con todo lo mejor y me rejuvenece como un águila. Nosotros,
como sus hijos y Él como buen Padre, desea lo mejor para nosotros. Sin embargo, la clave de acceso se
llama Agradecimiento.
El apóstol Pablo dice que ha estado contento cualquiera sea su situación. Se llama la ley del
contentamiento. Feliz cualquiera sea la situación. Porque sabemos que las situaciones son pasajeras.
Podemos entenderlas cuando miramos hacia atrás y vemos que no valió la pena tanta preocupación. En
estos días fue anunciado un huracán sobre nuestro país. Al momento de escribir estas líneas, dicho
huracán está desviado hacia otro lado.
¿Podría usted compartir con todos nosotros, cuál es la razón de su agradecimiento?
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Cardiólogo - Coach/Conferencista coachedwinibarra@gmail.com