Los conflictos que se han venido agudizando traen consigo objetivos que fueron planteados en los años noventa del siglo pasado por el Consenso de Washington, otra vez Estados Unidos, cuando no.
En síntesis el planteamiento es hacer el Estado más pequeño y dejar al empresariado libre para que administre los bienes gubernamentales, privatizando las ganancias y socializando las perdidas.
Recordemos el legado de Álvaro Arzú, privatizo la telefonía, los ferrocarriles, la energía eléctrica, la educación media y las carreteras. Dibujo la línea que sus sucesores debían de seguir, con el apoyo de grandes empresarios guatemaltecos y estadounidenses.
Durante los gobiernos que siguieron a Arzú se continuo erosionando el presupuesto de educación, se negocio con los sindicatos y se acordó un apoyo a los gobiernos a cambio de beneficios para un pequeño grupo liderados por Joviel Acevedo. La orden disminuir la calidad de la educación pública con el objetivo de que los padres de familia volteen a ver a los colegios privados. Aunque dejen de comer hacen el sacrificio por pagar la colegiatura.
La crisis de los médicos en los hospitales tiene sentido en este contexto si vemos el crecimiento de los Hospitales Privados, incluso un banco tiene ahora hospitales y construyó una copia del seguro social utilizando los seguros. Por supuesto que los ciudadanos al ver enfermo a sus familiares y no encontrar respuesta en el servicio gratuito en los hospitales va nuevamente a sacrificar su vida para pagar la factura en lo privado. Recordemos que la desesperación de estos guatemaltecos hará que trabajen con horarios ampliados y condiciones deplorables aceptando sueldos bajos, nuevamente ganan las empresas.
Desde hace diez años el gobierno ha ido arrinconando a la Universidad publica. El incumplimiento del mandato constitucional establecido en el artículo 84, que establece la obligación del gobierno de trasladar un monto no menor al 5% de los ingresos ordinarios del Estado. En el periodo 2014-2017 el Ministerio de Finanzas a dejado de trasladar a la USAC Q3.854,1 millones de quetzales. El propósito es ahorcar a la institución para que deje de promover la educación superior en el territorio nacional, en donde muchas universidades privadas han hecho de la graduación de profesionales un verdadero negocio.
Finalmente la meta se va cumpliendo, el último negocio es la seguridad privada. En números ya supero a la seguridad publica, hay mas policías privados que nacionales.
El guatemalteco ahora debe ahorrar para la educación de sus hijos desde el kínder hasta la universidad. Comprar un seguro para garantizar el acceso a la salud. Pagar seguridad privada si desea vivir con cierta tranquilidad. Y la guinda del pastel, los salarios de los empleados son los que hacen un mayor sacrificio al momento del pago de los impuestos.
Defender la salud en un total apoyo a las peticiones de los médicos y los recursos de la Universidad de San Carlos es una responsabilidad de todos los guatemaltecos, incluso de aquellos que están por nacer.
Profesor universitario, académico, profesional de las Ciencias Económicas.