Japón es un país que tiene muchos volcanes activos y por ende mucha experiencia en el manejo de desastres volcánicos, y esa experiencia es la que comparten en Quetzaltenango a través del proyecto Bosai II, por medio del cual buscan dar herramientas que permitan reducir el riesgo ante desastres causados por el volcán Santiaguito.
Una de las herramientas que promueve este proyecto es la realización de un mapa de amenaza por erupción volcánica en áreas cercanas al Santiaguito, conocido como Mapa Bosai. En éste se señalan áreas de riesgo, rutas de evacuación, niveles de alerta, albergues, advertencias al evacuar, entre otros datos de importancia.
Este mapa, que fue elaborado por expertos japoneses, personal de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) y del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh), también se trabaja con comunidades cercanas al volcán Pacaya. El objetivo es que cada familia de las comunidades vulnerables cuente con un mapa y puedan participar en un simulacro.
Los expertos explicaron que el Mapa Bosai es utilizado en Japón para el manejo y la gestión de riesgos, y es el mismo modelo que se está adaptando en Quetzaltenango.
El proyecto Bosai, que se da por medio de la cooperación entre el gobierno de Japón y Guatemala para fortalecer las capacidades de las instituciones y comunidades para responder mejor ante los desastres en temas de erupciones volcánicas, se trabaja también en otros países de Centroamericana, donde se abordan otras amenazas.