La noche del martes 27 de febrero, un sombrío suceso conmocionó a San Marcos cuando la Policía Nacional Civil (PNC) y bomberos fueron alertados sobre una pareja encontrada muerta en un autohotel de San Agustín Tonalá, zona 4 de San Pedro Sacatepéquez.
Maggy Elisa López Reina, de 46 años, y Lucas Ortiz Pérez, de 63, fueron descubiertos en la habitación del autohotel conocido como «El Río».
El Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) ha revelado que la causa de su muerte fue «asfixia por broncoaspiración», indicando una obstrucción de las vías respiratorias, presumiblemente causada por alimentos.
Lo que inicialmente parecía ser una tragedia lamentable tomó un giro sorprendente cuando las parejas sentimentales de los fallecidos fueron llamadas para identificar los cuerpos.
En un giro inesperado, se reveló que los esposos de los difuntos desconocían las relaciones amorosas clandestinas que sus parejas mantenían.
La esposa del hombre fallecido, solicitando anonimato, confesó que no tenía conocimiento de la relación extramarital de su esposo.
Según el informe de la PNC, la pareja ingresó al autohotel a las 16 horas, pero el personal del establecimiento notó la ausencia de respuesta a llamadas telefónicas después de que expirara el tiempo de la tarifa.
Fue entonces cuando se solicitó la intervención de las autoridades, revelando una historia de secretos detrás de una puerta cerrada en el autohotel de San Marcos.
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