Pese a que hubo rechazo de los vecinos de las colonias aledañas al Centro de Recreación Antanasio Tzul en la zona 11 de Quetzaltenango, siguen llegando buses con migrantes a Quetzaltenango.
Los bungalows que eran utilizados para que los trabajadores del Estados fueran a recrearse, ahora son los dormitorios de los migrantes que deporta, la mayoría de México y Estados Unidos.
Las medidas de seguridad se han incrementado en el lugar y se observa movimiento constante de la Policía Nacional Civil y el Ejército de Guatemala, de la misma forma personas del Ministerio de Desarrollo Social, Ministerio de Relaciones Exteriores, Gobernación Departamental, Área de Salud y otros.
Los vecinos dijeron la semana pasada que responsabilizaban a las autoridades por cualquier cosa que sucediera.
Cada migrante al ingresar le realizan la prueba para determinar que no esté contagiado con coronavirus y las envían a la capital; mientras tanto permencen en el lugar y luego son llevados a su lugar de origen; pero con el certificado que está libre de contagio.