El envenenamiento de tres perros en condición de calle, que habían sido rescatados por vecinos de la 2a calle, colonia La Floresta, zona 9 de Xela, indignó tanto a la población no solo de la ciudad, sino que del país entero.
Organizaciones que velan por la protección de animales, maltratados y abandonados, han puesto de nuevo en la mesa de discusión el papel que tienen las autoridades para controlar y resolver un problema que se extiende a lo largo de Xela y el resto de municipios del departamento.
Lejos de los discursos de los políticos, que se aprovecharon de las circunstancias para tomarse fotos con sus mascotas y compartirlas en redes, los integrantes de asociaciones civiles piden acciones de ellos y las autoridades encargadas en la municipalidad y el ministerio de Salud y también en el de Agricultura, Ganadería y Alimentación.
Por ejemplo, la Unidad de Bienestar Animal (UBA) del Maga revela que hay un aumento de denuncias por maltrato cada año con excepción de los de la pandemia de Covid-19. Sin embargo, pone como ejemplo que de 100 sanciones solo 20 pagan. De 2017 a 2023 han denunciado 1,367 casos, según autoridades. Normalmente los señalados no pagan las sanciones, llegan hasta tribunales donde los casos se desestiman al final de los meses u años.
Ante esto, han buscado que se reforme la ley para que existan sanciones más drásticas e incluso de carácter penal.
La UBA asegura que el 70 por ciento de los perros que se ven en las calles de Quetzaltenango tienen dueño.