Lo que necesitas y no necesitas en tu closet

Carol Contreras 8 Septiembre 2025 15:30
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Inevitablemente, en su mayoría las mujeres caen en las compras compulsivas dictadas por temporadas, descuentos especiales, modas o tendencias. Los hombres, por el contrario, la gran mayoría no presume de falta de espacio en su parte del closet, son más prácticos y menos compulsivos en cuanto a prendas de vestir o accesorios. Sin embargo, cuando se trata de reorganizar el closet, se debe evaluar lo que está bien y lo que no. Podemos ajustarnos a ciertos detalles. ¿Qué necesitamos conservar?

1. Ropa que te hace sentir bien. Sin seguir modas o tendencias, que se ajusten a tus medidas y te hagan proyectar quién eres.

2. Prendas básicas. Que te permitan crear variedad de atuendos para oficina, trabajo o área social.

3. Prioriza calidad sobre cantidad. Para un closet funcional, la calidad es necesaria en tus prendas y accesorios.

4. Accesorios clave. Incluye zapatos para diferentes ocasiones, bolsas en buen estado, colores neutros y diseños que comuniquen tu personalidad. Bufandas, cinturones y joyería que eleven tus atuendos.

Lo que no necesitas

1. Prendas que no usas hace más de un año. Puede ser porque ya no te identificas con ellas, porque no es tu talla o simplemente le perdiste el gusto.

2. Prendas dañadas o desgastadas. Aquellas que ya no tienen reparación o muy deterioradas, debes eliminarlas.

3. Prendas que ya no se adaptan a tu estilo. Quizá fueron compras compulsivas, regalos o las de “ocasiones especiales” que nunca usas.

Puedes donar, vender o intercambiar, un closet bien organizado no solo optimiza el espacio, sino también facilita las decisiones de tu día a día y de futuras compras relacionadas con tu estilo y personalidad. Recuerda que, en los pequeños detalles, está el poder de tu imagen.


Carol Contreras

Coach de Imagen


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¿Libertad o ficción? Repensando la Independencia del 15 de septiembre

A casi 200 años de la firma del acta, Guatemala sigue lidiando con un "colonialismo interno".

Sara María Mendoza G. 11 Septiembre 2025 15:44
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¿Hemos celebrado la Independencia de Guatemala como un logro o como una fantasía? Aunque cada año, el 15 de septiembre, nos vestimos de azul y blanco, entonamos el himno nacional y desfilamos con fervor, es crucial que nos detengamos a preguntar: ¿de qué nos independizamos realmente y quiénes se beneficiaron de ese acto?

La historia oficial nos cuenta un relato de libertad y soberanía, pero la realidad, especialmente para los pueblos indígenas y las clases desfavorecidas, fue mucho más compleja. La firma del Acta de Independencia en 1821 no fue una revuelta popular, sino un acuerdo entre las élites criollas.

Preocupadas por el avance de las ideas liberales en España y la inminente independencia de México, decidieron tomar las riendas del poder para mantener sus privilegios. Este movimiento, lejos de ser un grito de libertad para todos, fue una maniobra estratégica para asegurar que el poder económico y político permaneciera en manos de los mismos grupos que lo ostentaban durante la época colonial.

La mayoría de la población, en su gran parte indígena y mestiza, no participó en este proceso ni se vio beneficiada por él. Sus tierras, sus derechos y sus estructuras sociales fueron ignoradas. La firma del acta no alteró significativamente su estatus de subordinación; simplemente cambiaron de amo. En lugar de ser controlados por la corona española, pasaron a estar bajo el dominio de las nuevas élites locales, perpetuando un sistema de desigualdad que, lamentablemente, persiste hasta nuestros días. El 15 de septiembre se celebra una emancipación que, para la mayoría de los guatemaltecos, nunca llegó.

A casi 200 años de la firma del acta, Guatemala sigue lidiando con un "colonialismo interno". Los mismos patrones de exclusión, discriminación y despojo que existían en la colonia continúan vigentes, y esto tiene un impacto directo en la salud de nuestra población. La inequidad social y económica es una herida abierta, y se refleja de manera dramática en el acceso a la atención médica. Las comunidades rurales y, en particular, las poblaciones indígenas, enfrentan barreras significativas para acceder a servicios de salud de calidad. La falta de infraestructura, de personal médico capacitado y de medicinas en las áreas más remotas es una constante. Esto se traduce en mayores tasas de mortalidad infantil, desnutrición crónica y enfermedades prevenibles que persisten. Las cifras lo confirman: somos un país con una de las mayores brechas entre ricos y pobres de América Latina, y esa brecha se refleja directamente en la salud y el bienestar de nuestros ciudadanos. Por ello, celebrar el 15 de septiembre sin una reflexión crítica es, en muchos sentidos, una conmemoración vacía.

La verdadera Independencia no se alcanza en un día con la firma de un documento. Es un proceso continuo de construcción, de autocrítica y de inclusión. El verdadero patriotismo no está en las banderas o los desfiles, sino en el compromiso diario de construir una nación más justa, equitativa y respetuosa de la diversidad que la compone. Celebrar el 15 de septiembre debería ser un momento para reconocer el pasado, honrar la memoria de quienes realmente han luchado por la justicia y, sobre todo, renovar nuestro compromiso con la creación de un futuro donde la libertad y la dignidad sean una realidad para todos los guatemaltecos, sin distinción.


Sara María Mendoza G.

Experta en sexualidad, derechos sexuales y reproductivos. Médica General, con especialidad en Ginecología y Obstetricia. Tiene una Maestría en Sexualidad Humana.


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OpiniónSociedad

Comunicación asertiva en casa

Dentro de la familia, es importante porque ayuda y beneficia la forma de interactuar, caracterizándose por la honestidad, el respeto y la empatía.

Crysta Nowell 11 Septiembre 2025 15:39
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La comunicación surge desde el momento en que los bebés están en el vientre de la madre, donde comienzan a reconocer las voces del papá y de la mamá. Al nacer, las formas de comunicarse se desarrollan primero con el llanto, luego con balbuceos, hasta que aprenden a hablar. Posteriormente, adquieren otras palabras y son capaces de comunicarse verbalmente.

Sin embargo, la asertividad en la comunicación es una herramienta necesaria para una comunicación familiar efectiva. La comunicación asertiva es la habilidad de expresar lo que se siente, necesita o piensa sin faltarle el respeto a los demás, y que los otros también respeten a la persona que se está expresando.

Dentro de la familia, es importante porque ayuda y beneficia la forma de interactuar, caracterizándose por la honestidad, el respeto y la empatía.

Los beneficios de desarrollar esta habilidad incluyen fortalecer el vínculo familiar, hacerlo más estable, mejorar la convivencia y facilitar la resolución de asuntos, generando un ambiente de confianza donde todos los miembros de la familia se sientan valorados y comprendidos. Lo más importante es que ayuda a los menores a expresar sus emociones de manera adecuada, desarrolla su autoestima y les enseña a establecer límites y expresarlos correctamente.

Para poder desarrollar la comunicación asertiva en casa, es necesario implementar los siguientes pasos:

  1. Establecer contacto visual cuando se esté hablando con otra u otras personas.

  2. Evitar estar viendo o haciendo otra cosa cuando alguien desea comunicar algo. Si está realizando otra actividad y la otra persona desea hablar sobre algo importante, deje lo que está haciendo y preste atención a la conversación.

  3. Cuando esté comunicando algo, asegúrese de que sus expresiones faciales coincidan con lo que está diciendo.

  4. Mantenga la calma mientras habla y evite agitarse.

  5. Sea educado, pero muestre firmeza en lo que dice.

  6. Escuche activamente.


Crysta Nowell

Psicóloga Industrial / Organizacional, Magíster en Gestión del Talento Humano, asesora en procesos de recursos humanos, capacitadora y especialista en reclutamiento y selección de personal.


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OpiniónPsicología

Esta noche recibimos a las reinas nacionales e internacionales

Esta semana quisimos recibirlas como lo merecen: con buena comida, música y la calidez de una ciudad que sabe ser anfitriona.

César Pérez Méndez 10 Septiembre 2025 18:31
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Hoy quiero expresar un profundo agradecimiento a las reinas nacionales e internacionales que nos honran con su presencia en Quetzaltenango. Gracias por aceptar la fiesta de bienvenida que, con entusiasmo, hemos preparado desde La Voz de Xela y nuestros patrocinadores.

 
Reconocemos, además, a la Fraternidad Quetzalteca, a toda su junta directiva y en especial a su presidente, Eduardo Ayala, por sumarse a este esfuerzo que busca resaltar lo mejor de nuestra feria. Su aporte confirma que el trabajo en conjunto engrandece nuestras tradiciones.
 
Esta semana quisimos recibirlas como lo merecen: con buena comida, música y la calidez de una ciudad que sabe ser anfitriona. Ustedes engalanan la Xelafer 2025 y su presencia aporta un brillo especial a cada actividad.
 
En los próximos días se vivirán momentos importantes: mañana se celebrará la elección de Reina Internacional, en la que tendré el honor de integrar el jurado calificador, y el 13 de septiembre será la elección de Reina Nacional de las Fiestas de Independencia. Eventos que no solo son parte de la tradición, sino que fortalecen la proyección cultural y social de nuestra ciudad.
 
Deseo que su estancia en Quetzaltenango sea inolvidable. Que disfruten cada instante, que compartan con nuestra gente y que esta feria sea también una gran oportunidad para dinamizar la economía local, fortalecer los negocios y dar impulso a los emprendedores.
 
A todos los quetzaltecos y visitantes, los invito a vivir intensamente esta feria, a celebrarla con alegría y convivencia, y a demostrar una vez más que somos la Ciudad del Conocimiento que abre sus brazos con hospitalidad y orgullo.


César Pérez Méndez

Licenciado en Ciencias de la Comunicación (Usac), con tres maestrías en diferentes campos y Doctor en Investigación en Educación (Usac). CEO de La Voz de Xela, profesor universitario y conferencista.


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Despedidas de graduandos: un legado en Quetzaltenango

Estas despedidas se realizan el 15 de septiembre, después del desfile, y son invaluables para los graduandos y para quienes cambian de centro de estudios.

Vilma del Rosario Xicará 10 Septiembre 2025 09:11
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La sociedad guatemalteca se debate entre quienes celebran la Independencia que lograron los criollos que vivían en Guatemala respecto a la corona española y quienes no le dan importancia a este acontecimiento, por considerar que la población no es independiente y que no están dadas las condiciones en el país para ser soberano.

Existe una parte de la población que sí celebra las fiestas de Independencia con el mejor de sus esfuerzos; esta se representa en la niñez, adolescencia y juventud, para quienes estas fechas no son una conmemoración de Independencia, sino un cambio en su vida académica. Son comunes los ensayos de las bandas escolares, batonistas, gastadores y comitivas de desfiles en escuelas, institutos y colegios.

Lejos de las posturas que están en contra de los desfiles, para estos jóvenes y niños, estas fiestas no significan solo una actividad más de conmemoración. Muchos esperan la despedida de quienes ya no continuarán en su centro educativo, ya sea porque irán a otro o ingresarán a la universidad. Estas despedidas, en cada centro educativo, están llenas de nostalgia, tristeza, recuerdos imborrables y del significado del cambio de comandancias, abanderados, entre otros.

Estas despedidas se realizan el 15 de septiembre, después del desfile, y son invaluables para los graduandos y para quienes cambian de centro de estudios, pues representan decir adiós a la vida escolar conocida hasta ese momento, sabiendo que nada volverá a ser igual y que esos años vividos son los mejores y nunca regresarán.

En estas despedidas, hasta quien se cree el más hombre o la mujer más fuerte lloran; son esperadas por todos estos niños y jóvenes, quienes tienen todo el derecho de seguir transmitiendo este legado a las futuras generaciones. Por estas razones, los exalumnos vuelven cada año a ver la despedida y sentir que aún pueden revivir esos recuerdos en el corazón.


Vilma del Rosario Xicará

Con más de 20 años de experiencia en finanzas, auditoría pública, impuestos y rendición de cuentas. Docente universitaria, Contadora Publica y Auditora, y Dra. en Auditoría Gubernamental y Rendición de Cuentas y Transparencia en la función pública.


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Opinión15 de Septiembre

Distribución de cargas a nivel empresarial

Idea sencilla: distribuir los recursos con justicia y un propósito claro ayuda a que la empresa funcione de forma más equilibrada y sostenible.

Edwin Ibarra 9 Septiembre 2025 17:25
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La distribución de cargas es una forma de usar mejor los recursos de la empresa. Consiste en repartir tareas y servicios entre equipos y sistemas para que todo funcione sin atascos y con menos riesgos.

Qué significa a nivel empresarial:

 

  • Poner las tareas adecuadas en el lugar correcto.
  • Evitar que una parte se llene de trabajo y otra quede vacía.
  • Mantener las cosas funcionando incluso si hay cambios o hay fallos.

Ideas fáciles de seguir:

  • Ver todo: conocer qué tareas hay, quién las usa y qué dependen de ellas.
  • Priorizar: decidir qué es lo más importante y cuánto tiempo debe durar.
  • Ajuste dinámico: mover recursos cuando aumenta la demanda o hay un problema.
  • Confiabilidad: usar diferentes proveedores o rutas para no depender de una sola.
  • Medir y planear: medir tiempos de respuesta, uso de recursos y cuánto tarda resolver problemas; hacer cambios de forma ordenada.

Qué beneficios trae:

  • Menos costos y uso más eficiente.
  • El cliente nota mejor experiencia y entregas más rápidas.
  • La empresa puede adaptarse mejor a cambios y amenazas.

Deuteronomio 16:17
"Cada uno dé lo que tenga para dar según la bendición del Señor vuestro Dios, que os haya dado".


Edwin Ibarra

Médico Especialista en Cardiología y Ecocardiografía. Coach, conferencista y entrenador certificado por el Programa de John Maxwell, Pastor de la Red de Empresarios y Profesionales de Iglesia Bethania Quetzaltenango. Fundador de los Proyectos “Sanando el Corazón” y “Discipulado Empresarial 20/20”.


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OpiniónLiderazgo

Verse bien no es sinónimo de estar bien

Silvia Morales Paniagua 8 Septiembre 2025 12:00
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En el mundo moderno estar bien se traduce en verse bien, por lo general si una persona ve a otra persona físicamente bien asocia el bienestar por la forma en la que la percibe, sin embargo, es importante resaltar que estar bien está íntimamente relacionado con la salud física, mental a sentirse satisfecho con la vida y tener un sentido de propósito, el concepto de estar bien puede variar en cada persona, ya que es algo muy subjetivo.

El deseo de Dios es que usted viva bien, pero debe entender que abarca todos los aspectos de su vida, por lo que constantemente es bueno realizar una autoevaluación del estado en el que se encuentra. Constantemente las personas se enfocan en sentirse bien físicamente, en relaciones laborales, familiares, pero en pocas oportunidades involucran tiempo para cuidar la vida emocional y espiritual, ahora bien, estos aspectos dependen si o si de la persona y no hay poder humano ni divino y discúlpeme si cree estoy cometiendo una herejía, lo que quiero expresar es que para todo debe haber una dosis de voluntad propia.

Recientemente, platiqué con una persona quien decía que oraba mucho a Dios porque su esposo cambiara hábitos y temperamento lo que provocaría según ella el bienestar de él y de toda la familia, con mucho aprecio le respondí: el problema es que Dios siempre va a querer, el tema es cuánto quiere el esposo rendir su voluntad a los deseos y propósitos de Dios.

Estar bien ¡está íntimamente ligado a la conexión con Dios!, y no me refiero a asistir con regularidad a una iglesia, trabajar en un ministerio como quien asiste a un gimnasio con regularidad para desarrollar su cuerpo, me refiero a permitir que sea Dios el instructor personalizado de nuestro caminar y de nuestra parte rendir la voluntad para hacer las mejores elecciones que evidentemente provocaran un bienestar.


Silvia Morales Paniagua

Docente de nivel primario y básico con Especialidad en Ciencias Naturales. Licenciada en Administración Educativa y Magíster en Educación Superior.


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Rema mar adentro

P. Orlando Pérez 6 Septiembre 2025 20:00
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“Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Rema mar adentro, y echen sus redes para pescar. Simón replicó: Maestro, hemos trabajado toda la noche y no hemos pescado nada; pero confiando en tu palabra echaré las redes. Entonces Jesús le dijo a Simón: no temas; desde ahora serás pescador de hombres”, (Lc 5, 1-11). Pedro echa las redes y pesca mucho.

Este mandato de Jesús a Pedro lo hemos meditado muchas veces. El fracaso de los discípulos era evidente. Venían cansados y desmotivados. Sus esfuerzos habían sido inútiles. Esta experiencia de vida podemos experimentarla también en nuestra vida. En más de alguna ocasión hemos pensado que los esfuerzos que hemos puesto en nuestro trabajo son en vano, porque nadie se da cuenta y nadie los valora. Trabajamos y trabajamos y nada.

Los padres de familia posiblemente experimentan esto con sus hijos. Les hablan y les hablan a sus hijos, y parece que sus hijos nos les hacen caso; y siguen haciendo lo que desagrada a Dios. En un trabajo, podemos experimentar esa frustración al ver que nuestro trabajo no es recompensado como nosotros queremos. Un estudiante puede pensar que, por más que se esfuerce, su dedicación no da fruto. Es posible que ante estas experiencias de vida haga falta algo: trabajar, estudiar y educar en nombre de Dios. Pedro dice: en tu nombre voy a echar las redes. Y las echa, y la consecuencia es una pesca milagrosa.

Nosotros, los que creemos en Cristo, tenemos que desempeñar nuestra misión, en el nombre de Dios. Tenemos que poner toda nuestra confianza en Dios que todo lo puede. Pero para que Dios haga milagros, es preciso creer en él. Caso contrario, las frustraciones y decepciones continuarán. “En tu nombre”, dice Pedro. Pedro no confía en su experiencia de pescador ni en sus habilidades. “En tu nombre”, voy a echar las redes.

Además de echar las redes en nombre de Jesús, Jesús le dice: “rema mar adentro”. Ese remar mar adentro, se entiende en dos sentidos. Remar hacia mi interior y ver mi vida como laico, sacerdote o consagrado. Pero significa también ver hacia fuera, ver nuestra vida comunitaria y parroquial. Significa ver nuestra empresa, nuestro negocio. Significa ver nuestra relación de pareja y como familia. Este remar mar adentro es una invitación para continuar buscando a Dios en lo más profundo de nuestro ser, y en la realidad sociopolítica en la que vivimos.

Por eso es que ese “remar mar adentro”, es una invitación para ver también la situación actual de la sociedad en la que vivimos. Guatemala aún está en manos de corruptos y gente interesada en sus propios proyectos. Pero en este mar, en este país, posiblemente hay muchos “peces” hambrientos y sedientos de la palabra de Dios. Remar mar adentro es una invitación para descubrir a los sedientos, a los que están sumidos en la depresión y la soledad. Esos peces sedientos de amor y paz pueden ser nuestros hijos, nuestra pareja y/o nuestros trabajadores.

Así como Jesús necesitó a Pedro para echar las redes, así también nos necesita en pleno siglo XXI para que rememos mar adentro y pesquemos a tantas personas que están sufriendo a causa de la injusticia, la corrupción y la falta de generosidad y amor por parte de los opresores de este tiempo. Para asumir con responsabilidad esta misión tenemos que estar dispuestos a “dejarlo todo”. Hay que dejar el egoísmo, el autoritarismo, el odio, la envidia y el resentimiento. Hay que dejar esa mentalidad negativa y pesimista. Hay que dejar ese ensimismamiento que no nos permite ver más allá. Dejemos nuestra falta de fe y confiemos en que sí es posible conocer la realidad y transformarla.


P. Orlando Pérez

Sacerdote católico, Licenciado en Teología, Licenciado en Psicología General, catedrático universitario, con una maestría en Docencia Superior Universitaria.


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Datos o creencias

Oswaldo Soto 6 Septiembre 2025 19:00
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Entre más real percibas la realidad, mejor te relacionas con ella.

Había una vez un perrito hogareño que estaba a la puerta de una casa que estaba a orillas de la ciudad, de pronto un puma que se acercó lentamente, el perrito, al verlo, se comportó juguetón y gracioso, como invitándolo a ser amigos.  De pronto el puma le atacó, el perrito peleó por su vida y logró zafarse.  Los humanos lograron salir de la casa y el puma corrió al bosque.  Este perrito percibió erróneamente la situación, dejó en segundo plano su instinto de sobrevivencia y su instinto protector canino.

Usted puede ir caminando por una calle oscura y ver venir a un hombre grande, feo y mal vestido, e inmediatamente entrará en modo alerta.  O si aparece una pareja de ancianos que se les arruinó el carro, automáticamente se confiará e incluso querrá ayudarlos.  A veces formamos en nuestra mente una representación equivocada de la realidad.

Nuestra mente utiliza heurísticos, atajos mentales, para decidir con pocos datos si una situación es peligrosa o confiable, si alguien es amigo o enemigo.  Inicialmente, va a pensar mal y luego de analizar bien los datos, ya se podrá calmar.  Y ese análisis posterior es el que le ayuda a percibir mejor la realidad concreta para relacionarse mejor con ella.  Sin embargo, hay creencias que se han catalogado como datos y permanecen ahí.

En nuestro interior, les ponemos valores a las personas y luego se los exigimos.  Cuando no cumplen con nuestras expectativas, les reclamamos por decepcionarnos, luego nos sentimos pesimistas.  A veces cuando iniciamos un proyecto, para elevarnos el ánimo, queremos creer que nos va a ir muy bien.  Damos por sentadas esas creencias que luego no encajan con la realidad.

Las creencias religiosas aumentan cuando más aumenta el miedo.  Para salvarnos de la amenaza que aparentemente percibimos, nuestra mente quiere controlar a un ser superior, para que controle la realidad, principalmente la futura.  Si la imaginación catastrófica se cataloga como realidad, empezamos a experimentar en el organismo todos los síntomas del miedo.  Ahora, al sentirnos así, nos da miedo el mismo miedo.

Todos tenemos creencias y, como ya han entrado en nuestro almacenaje, no las cuestionamos.  Algunas especulaciones son inocuas, pero otras nos impiden vivir, nos hacen daño y hacen daño a los demás.   Hay suposiciones tan arraigadas porque llevan mucho tiempo con nosotros.  Como la superioridad o inferioridad racial, religiosa, económica; como las supersticiones; como las conspiranoias, que nos hace creer que todo está perdido y que nada se puede hacer.

Lo más sano es que coloque las creencias en el apartado de las creencias y los datos, en el apartado de los datos, catalogándolos como tal.  Siendo explícito en nombrarles así cada vez que se comunique con los demás.  Le dejo la siguiente frase para que reflexione:  “Las creencias de los otros te parecen ridículas, pero ellos también se ríen de tus creencias”.


Oswaldo Soto

Psicólogo clínico con más de 25 años de experiencia, docente universitario, escritor de temas de salud mental.


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Una lista de cosas que solo los quetzaltecos podemos experimentar

Ver la ciudad de lejos, durante una noche o una madrugada mientras se viaja, es también otro de los efectos que solo los de esta tierra podemos experimentar.

José J. Guzmán 5 Septiembre 2025 14:47
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Foto: Alejandra López

Este mes, en que el fervor patrio acapara la atención social de muchos, siempre es prudente hacer unos apuntes sobre lo que considero es sentir lo aún indefinible de la patria del Sexto Estado de Los Altos para un quetzalteco.

Si algo compartimos muchos quetzaltecos, y quienes amamos a Quetzaltenango, es esa sensación inexplicable de escuchar Luna de Xelajú en cualquier momento del día, y más aún cuando estamos fuera de la ciudad. Sea en la versión que sea, hay una ligera vibración en la piel que se mezcla con el orgullo y enciende pasiones.

Ver la ciudad de lejos, durante una noche o una madrugada mientras se viaja, es también otro de los efectos que solo los de esta tierra podemos experimentar. No sé si esté de acuerdo, querido lector, pero personalmente me da una saludable nostalgia ver la ciudad de nuestros amores desde otra perspectiva.

Hay otro encanto en contemplar el baile del son al ritmo de la Marimba. Personalmente, me gusta el movimiento del corte quetzalteco al compás de Noche de Luna entre Ruinas y, más aún, el del Nim Pot; parecieran olas que vienen y van, como si ordenaran las cosas del mundo.

Otra es la emoción de revivir los goles de Xelajú MC. El grito del gol en las repeticiones provoca una ligera alegría y emoción, sobre todo, recientemente, en las finales. El bullicio es en verdad ensordecedor y, para una ciudad con tantos problemas, rozar la euforia es un respiro de alivio.

Así se podrían seguir enumerando muchas más sensaciones, infinitas quizá, que solo los quetzaltecos o los que amamos Xela podemos experimentar. Pero quiero cerrar con una totalmente personal: salir a trabajar durante los últimos meses del año, caminar hacia mi destino y sentir el viento helado, demasiado helado, refrescándome el alma.


José J. Guzmán

José J. Guzmán (Quetzaltenango, 1993). Licenciado en Comunicación Social. Más de 10 años de experiencia en medios de comunicación. Tiene un libro de poemas publicados: “La Escena Absoluta” (2012).


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OpiniónQuetzaltenango