El mundo de la música guatemalteca se entristece por la partida de Guillermo de León Ruiz, el destacado marimbista y compositor de renombre. A los 77 años de edad, Guillermo de León Ruiz deja la vida terrenal debido a quebrantos de salud, después de estar internado en el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) de la zona 9 de Guatemala, donde finalmente descansó cerca de las 17:30 horas del reciente sábado.
Nacido el 10 de febrero de 1946 en Coatepeque, Quetzaltenango, Guillermo de León Ruiz deja una huella imborrable en la música del país. Su pasión por la música comenzó temprano, a los seis años, cuando comenzó a tocar la batería en el conjunto Reina Coatepecana, bajo la dirección de su padre, Mariano Genaro de León López. Inicialmente, tocaban la marimba diatónica, una variedad sencilla de un solo teclado.
Sin embargo, su talento pronto floreció y se convirtió en el autor de composiciones icónicas que han perdurado en la memoria colectiva de Guatemala. Entre sus obras más reconocidas se encuentran «Las Chancletas de Nayo Capero,» «Bailando con la llorona,» «Rabín Ajaw,» y «En Cuilco Me Enamoré.» Para Guillermo de León Ruiz, la marimba era más que un instrumento; era un símbolo patrio desde 1995 y una parte fundamental de su vida.
En este momento, su cuerpo está siendo velado en Funerales Reforma, zona 9 de la ciudad de Guatemala, donde amigos, familiares y admiradores se reúnen para rendir homenaje a este talentoso marimbista guatemalteco que dejó un legado musical inmortal en su país y más allá. Su música seguirá resonando en los corazones de quienes tuvieron el privilegio de escucharla y apreciarla.