Durante la Semana Santa, el humo aromático del incienso impregna las iglesias, creando una atmósfera mística que invita a la reflexión y la devoción. Este antiguo símbolo, mencionado en La Biblia y asociado con la historia sagrada, sigue siendo una parte integral de las ceremonias religiosas en esta época del año.
El incienso, empleado desde tiempos remotos, tiene un profundo significado espiritual. Cuando se quema, emite un aroma agradable que, junto con el humo en espiral ascendiendo hacia el cielo, se interpreta como una representación simbólica de la oración y la conexión con lo divino.
El aroma del incienso es característico de la Semana Santa en Guatemala.En la liturgia de la Semana Santa, el incienso se utiliza en varios momentos clave, destacando especialmente durante los servicios del Jueves Santo. En este día sagrado, el sagrario del altar principal queda vacío, y las hostias consagradas se trasladan a un sagrario o urna en otro lugar de la iglesia, mientras el incienso perfuma el aire y acompaña los rezos de los fieles.
Más allá de su función estética, el incienso cumple un papel fundamental en la transmisión del misterio y la solemnidad de la Semana Santa, recordando a los creyentes la importancia de la oración y la elevación espiritual en estos días de reflexión y recogimiento.