En una residencia de la zona 7 de Xela, cerca de la subestación de la Policía Nacional Civil (PNC), vive una de las familias que sobrevivió a la tragedia por el volcán de Fuego.
Nehemias Gramajo Ramos, su esposa e hija, quienes vivían en la comunidad La Reina, El Rodeo, Escuintla, lograron escapar de la ardiente nube de material piroclástico que expulsó el coloso el 3 de junio pasado, y que mató a decenas de personas en esos sectores y sepultó las viviendas.
Actualmente la familia reside en la zona 7 de Xela, a donde se trasladaron luego de que familiares les ofrecieran un lugar dónde vivir.
Durante el tiempo que han estado en la ciudad altense, los sobrevivientes han recibidos muestras de apoyo de diferentes personas y grupos, quienes también les han aportado víveres. Sin embargo, la ayuda que han recibido también la trasladarán a otras familias damnificadas que se encuentran en los lugares afectados. «Yo conozco el área y reuniremos a las familias necesitadas y con los jóvenes que organizan estos eventos de recaudación nos hemos puesto de acuerdo para llevar personalmente la ayuda. No queremos que se canalice por ninguna institución, sino directamente», refirió Gramajo.
Se espera que la ayuda sea trasladada este miércoles y las personas que deseen colaborar con insumos, medicinas y víveres, se pueden acercar a la familia o llamar al 58953082 y preguntar por Nehemias Gramajo.
Así sobrevivieron a la tragedia
Para esta familia el domingo 3 de junio era un día normal, como cualquier otro, y se preparaban para almorzar, cuando sucedió lo peor, «pensamos que la erupción iba a ser como otras veces, pero no fue así, nos sorprendió a todos», comentó el afectado, quien señala que en la comunidad La Reina, cercana a San Miguel Los Lotes, vivían unas 3 mil personas.
Cuando se percataron que la erupción era diferente se pusieron nerviosos, y de un segundo a otro todo se volvió un caos en el lugar, pues las personas corrían de un lado a otro, «muchos se tropezaban y pasaban encima unos de otros», recuerda Gramajo y añade «esperábamos que llegara algún delegado de la Conred (Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres) a evacuarnos, cosa que no sucedió, sino hasta de último, cuando todo empezó a venirse sobre las comunidades».
Cuando la familia salió de su vivienda pensaban huir a pie, sin embargo, patrullas de la Policía Nacional Civil llegaron al lugar y empezaron a llamar a la gente, y de esta manera lograron salir. «Hubo vecinos que corrieron a avisarle a sus familiares lo que ocurría, pero ya no lograron salir y murieron», lamenta.
La familia Gramajo fue llamada para que se trasladarán a un albergue en Escuintla, pero se negaron, y optaron por recibir ayuda de otras personas, entre ellos familiares y amigos que viven en Quetzaltenango.