Guatemala, como cualquier otro país, es más susceptible de cualquier desastre natural, tales como: terremotos, huracanes, inundaciones, erupciones; entre otros fenómenos».
Muchos de los fenómenos naturales, o casi todos, son impredecibles, ejemplos, los terremotos y las erupciones. Por esta razón, desde el proceso educativo que se realiza en el hogar, escuela, universidad y en la sociedad; se debe preparar al ciudadano guatemalteco para enfrentar o convivir con estos fenómenos. Esta preparación es posible, por ejemplo, las poblaciones que viven cerca de las playas, casi todos saben nadar, pero, no solo ellos necesitan saber nadar, porque en cualquier momento toda la población pueda necesitar de esa habilidad o deporte. Lo mismo puede suceder con un terremoto, todos debemos estar prevenidos y preparados. Prevenidos en el sentido de construir nuestras casas con técnicas antisísmicas y en lugares seguros. Luego, estar preparados para actuar en los momentos angustiosos de un terremoto o de cualquier otro fenómeno. Esta prevención y preparación deben ser prioridad de las autoridades de todos los niveles y modalidades educativas.
Ayer, nuestros hermanos que habitan en los departamentos de Sacatepéquez, Chimaltenango y Escuintla; sufrieron las consecuencias de la erupción del volcán de Fuego. En este caso, no es el momento de preguntar si estaban o no preparados ante este fenómeno natural. Nuestro llamado —ahora— es a solidarizarnos con todos los hermanos afectados, llevando a los centros de acopio alimentos no perecederos, ropa, útiles de higiene personal. Cuando se dice alimentos no perecederos, se refiere a los alimentos que no se descomponen con facilidad; entonces, podemos enviar: suero, Incaparina, atoles de diferentes orígenes y sabores, agua pura, arroz, frijol, maíz, entre otros. Pasta dental, jabón, ropa nueva o en buen estado. Medicamentos para primeros auxilios. Pero, para tener información exacta, es mejor informarse a través de los boletines que emiten las autoridades de las instituciones especializadas para atender estos fenómenos naturales.
En este sentido, debemos llevar a la práctica el eslogan del auxilio magisterial, que reza: Hoy por ti, mañana por mí. Nuestros donativos podemos llevarlos a los centros de acopio que han instalado algunas universidades, colegios, centros comerciales, instituciones especializadas en la atención de estos fenómenos naturales. Asimismo, sugerir a las autoridades y docentes de los centros educativos públicos y privados, de todos los niveles y modalidades, para que lleven a la práctica con los estudiantes el valor de la solidaridad y cooperación. Pero no solo estos valores se deben enseñar a los estudiantes, sino también la transparencia y honestidad, al recibir y entregar a los afectados los aportes de todos los guatemaltecos. No queremos escuchar en el futuro que digan, que fulano, sutano o mengano, se quedó con una parte de las ayudas de los guatemaltecos, como ha sucedido en otras ocasiones. Esta actitud no se vale, por eso, hay que enseñar a los estudiantes hacer las cosas correctamente. Que Dios bendiga a todos los afectados.