Este fin de semana tomé la decisión, junto a unos amigos, de visitar la hermosa Antigua Guatemala, y precisamente ayer, cuando salíamos del hotel, uno de ellos dice un tanto preocupado, quizá por la cercanía, “el volcán de Fuego acaba de hacer erupción”; sinceramente no le pusimos interés y seguimos en lo nuestro, entonces él vuelve y repite: “el volcán de fuego acaba de hacer erupción”, nuestra reacción fue la misma, hasta que ya un tanto molesto eleva el tono de su voz y nos dice, “es la tercera vez que les digo que el volcán de Fuego acaba de hacer erupción”.
Para esto ya estábamos dentro del automóvil, rumbo a nuestro siguiente destino, mientras el cielo se tornaba cada vez más oscuro, y empieza la peculiar lluvia de ceniza, misma a la que quienes vivimos en Xela estamos un poco familiarizados, pero que por la noticia recibida captó más nuestra atención y preciso, no pasó mucho tiempo para que esta se tornara más intensa por la fuerte cantidad de piedra volcánica que estaba cayendo, junto a ceniza, arena y agua.
Nuestro destino inmediato era Ciudad Vieja, hasta que recibimos una llamada con la que se cancelaba el plan, porque la situación de ese lado era muy complicada, entonces la invitación cambiaba a otra ubicación, en San Lucas; para esto, y seguramente por la escena que se estaba viviendo muchos de quienes visitaban esta majestuosa ciudad, deciden de inmediato salir antes de que la situación fuera más difícil, los carros quedaban totalmente cubiertos por todo lo que del cielo descendía y el caos vehicular en cuestión de minutos era asombroso.
El tema de conversación no podía ser otro, y en medio del anhelo por salir de ahí lo más pronto, empezamos a notar la asombrosa suma de personas que estábamos en esa situación, a la vez, empezaron a salir personas de sus casas o negocios con cubetas llenas de agua y mangueras para limpiar nuestros vehículos, principalmente los vidrios, para ayudarnos con la visibilidad, porque la masa que se formaba sobre estos la imposibilitaba terriblemente.
Esto de cierto modo hizo que nuestro tema de conversación cambiara y el ambiente de preocupación cambiara, aseverando que en medio, y a pesar de lo terrible que pueda ser una situación, el corazón de los guatemaltecos es hermoso y que así nunca falte gente mala, o que en quienes confiamos nos sigan defraudando, los buenos seguimos siendo muchísimos más, y la garra chapina es mucho más fuerte que cualquier adversidad.
Nosotros no pasamos de una incomodidad, y mientras compartíamos con la familia que nos albergaba, esperando a que todo se calmara, nos fuimos informando respecto a la magnitud de lo que había sucedido y así también, evidenciando cómo las diferentes instituciones se empezaban a desplazar para lo que correspondía, el sonido de sirenas y alarmas era en momentos angustiante, pero al pensarlo fríamente, más allá de abrirse paso, estos sonidos reflejan cómo late un corazón por salir de inmediato a auxiliar a quienes lo estén necesitando.
A Dios gracias pudimos salir a una hora prudente, y lejos de lo que pensamos, la carretera después de Chimaltenango estaba despejada y logramos llegar, en un buen tiempo y sin ningún problema. Al arribar a Xela nos quedaba de paso la V Compañía de Bomberos Voluntarios, y de nuevo, fue conmovedor ver cómo en tanto poco tiempo y sin importar la distancia, tantos quetzaltecos estaban acudiendo para colaborar en este centro de acopio.
Con el paso de las horas la situación es más difícil y la cantidad de muertos, heridos y familias afectadas es mayor; pero esto no impide y mucho menos detiene las labores de rescate, es impactante ver las imágenes de cómo los rescatistas tienen que salir corriendo cada vez que las cosas se complican para salvaguardar su propia vida, pero en cuanto les es posible, regresan para seguir ayudando. Hoy estamos de luto, pero aún con dolor en el corazón y lágrimas en los ojos, remontamos el vuelo y en nuestras alas levantamos de nuevo hasta el cielo: “Guatemala tu nombre Inmortal”.
Mercadóloga especialista en Gestión de Proyectos. Capacitadora, motivadora, estratega y analista empresarial.