Guatemala vivió un conflicto armado interno que duró 36 años y que dejó miles de desaparecidos, fallecidos, viudas y huérfanos, en teoría este conflicto finalizó con los acuerdos de paz que se firmaron el 29 de diciembre de 1996.
Entre los acuerdos firmados se encuentran el de identidad y derechos de los pueblos indígenas, búsqueda de la paz por medios políticos, Derechos Humanos, aspectos socioeconómicos y situación agraria, fortalecimiento del poder civil en una sociedad democrática, reformas constitucionales y régimen electoral y acuerdo de paz firme y duradera, entre otros.
En relación a lo que el Estado debía cumplir e implementar no se tienen avances significativos; lo único que se logró fue desarmar y dispersar a las fuerzas contrarias a los gobiernos de turno, pero para la población, la discriminación, la desigualdad y la falta de oportunidades siguió igual.
Por otro lado, la ultraderecha se quedó perdida en el tiempo y ven amenazas comunistas en todos lados y en cualquier acción contraria a su corriente de pensamiento, lo peor es que trasladaron este mensaje a otras generaciones que a su vez repiten el mismo discurso sin saber, leer o conocer de que se trataron estas corrientes del pensamiento.
Ahora que Guatemala está en crisis, se escuchan discursos fuera de toda lógica, diciendo que los ciudadanos que exigen justicia, igualdad, respeto a los derechos humanos y contra la corrupción, son señalados de comunistas; lo que se puede ver es que para las élites políticas y económicas la guerra nunca termino, los acuerdos de paz solo fueron una ilusión, la población solo les sirve como fuerza de trabajo y les molesta que se exijan sus derechos. Lo peor de esta situación es que personas que han salido del pueblo y no son de las élites repiten este discurso atreviéndose a ofender a sus iguales y no se dan cuenta que solo son utilizados.