El técnico originario de Cobán, Marvin Amarini Villatoro, se ha convertido en una figura destacada en el futbol guatemalteco, llevando a equipos de la Liga Nacional a la disputa de cuatro finales en ocho torneos en los que ha dirigido.
Con una impresionante contundencia del 50 por ciento, Villatoro se prepara ahora para su cuarta final al mando de Xelajú MC, en tan solo su segundo torneo dirigiendo al Aguerrido.
Después de una brillante actuación con los Superchivos, liderando la tabla durante varias jornadas, Amarini Villatoro se encuentra a tan solo 180 minutos de alcanzar el anhelado título.
«Es un logro merecido para este grupo, que ha demostrado una gran regularidad y dedicación a lo largo del torneo. Vamos a disfrutar esta final y aspiramos a ganarla, porque nuestra afición se lo merece», afirma el estratega tras el triunfo del reciente sábado en el Estadio Mario Camposeco, abarrotado de seguidores emocionados.
Amarini Villatoro reconoce que el mérito no recae únicamente en él, sino en el valioso grupo de jugadores que han confiado en su dirección técnica.
«Estoy enormemente agradecido con mis jugadores, su esfuerzo ha sido admirable. Han sido profesionales en cada encuentro y han creído en el liderazgo de un guatemalteco», expresa.
Sin embargo, el camino del éxito para Villatoro no ha sido fácil. Nacido en Cobán y criado en Raxruhá y Sayaxché, el entrenador guatemalteco tuvo que enfrentar contrastes en su vida. Aunque soñaba con ser médico y estudió derecho, encontró su verdadera pasión en el futbol y se convirtió en entrenador, superando todos los obstáculos en su ascenso hacia la cima de los entrenadores nacionales. Incluso dirigió a la selección nacional en la última eliminatoria mundialista.