El que se desespera, pierde también».
Recuerda usted que cuando niño participaba en el juego de, “el que se enoja, pierde”. Era un juego cruel, pues los demás hacían cosas con tal de enojarle. Y si lo lograban decían: “¡Perdiste… el que se enoja, pierde!”. Sin embargo le enseñaba a mantenerse en calma y autocontrol.
Ahora parece que la vida le hace el mismo juego. Las cosas no salen como usted quiere, y si usted se descontrola, rompe cosas o daña los demás… al pasar todo, oye la voz de su conciencia que le dice, “¡perdiste… el que se enoja, pierde!”. Luego tiene que pagar un precio.
Se dará cuenta usted que de nada le sirve enojarse, amargarse, rebelarse, negar, criticar y condenar. Por lo tanto, aprenda a controlar el enojo, detenerlo y bajarlo. Eso evitará que usted agreda a personas y destruya cosas, lo cual es un alto precio.
La frustración es parte de la vida, no pretenda evitarla, pues es como que usted pretenda alfombrar todo lugar donde pasa, mejor póngase sandalias. Cuando se presente una dificultad asúmala como un reto y conviértase en solucionador de problemas.
También hay personas que ante un enojo arremeten contra sí mismas, en lugar de hacerlo ante los demás. Ninguna de las dos es buena. Usted persista en la búsqueda de la necesidad, aguántese, sonría y logrará sortear el obstáculo la mayoría de las veces. En poco tiempo notará que cada vez se enoja menos, que acepta la realidad tal cual es y que asume la responsabilidad de su conducta pasada y de su comportamiento futuro.
Con cada autocontrol que vaya teniendo, irá logrando más resistencia, persistencia e insistencia… hasta formar un temple de acero. Consciente, equilibrado y tolerante. Le dejo la siguiente frase para que reflexione, “explica tu enojo en lugar de demostrarlo, así abrirás la puerta a la solución y no a la discusión”.
Psicólogo clínico con más de 25 años de experiencia, docente universitario, escritor de temas de salud mental para la familia, la pareja y el niño. <strong>YouTube:</strong> Mil tips de Salud Mental y Escalón Infantil <strong>Facebook:</strong> Oswaldo Soto Psicólogo