Por mínima que parezca, la responsabilidad individual tiene un gran efecto en la vida colectiva, como una de las bases para una mejor sociedad».
El suceso que conmocionó al país, con la muerte de siete personas debido a un accidente de tránsito provocado por el piloto de un tráiler, hace reflexionar sobre el riesgo que puede existir al conducirse en un vehículo.
Ante esto, se debe hacer notar que la seguridad vial es responsabilidad de todos, pilotos, peatones, pasajeros, incluso acompañantes, y que también corresponde a quienes diseñan y construyen carreteras, mecánicos, autoridades viales, en fin, todo aquel que sea partícipe del acto de trasladarse de un lugar a otro. Si alguno no asume esa responsabilidad, que en principio es individual, genera una situación de peligro, y no puede esperar a que los demás eviten las consecuencias, muchas veces fatales.
Ese de derecho de libre locomoción debe ser un acto consciente de cada una de las acciones y sus consecuencias. Según la Organización Mundial de la Salud, cada día fallecen alrededor de 3,500 personas en las carreteras, mientras que el Instituto Nacional de Ciencias Forenses señala que en 2017 hubo 3,525 necropsias relacionadas con politraumatismos.
La movilización es una necesidad humana, que se hace a diario, y que no puede restringirse por el temor a un accidente, pero sí considerar en todo momento cuáles son los protocolos de seguridad vial y mantener el respeto a las leyes de tránsito.
Y aunque este es un tema importante sobre el cual es necesario orientar, no se puede dejar de mencionar la serie de robos y hurtos que ocurrió esta semana en Quetzaltenango; porque los acontecimientos internacionales, los casos de corrupción en el ámbito del país, que ahora parece que alcanzan a lo local, y demás sucesos relevantes ocurridos, no deben restar importancia a la necesidad de seguridad en el departamento, y propiamente en la ciudad.
Ese mismo concepto de seguridad vial debe ser trasladado hacia la seguridad en todos los ámbitos.
Porque los robos y hurtos recientes, en donde incluso fue golpeado un presunto asaltante, han puesto en alerta a vecinos, que en el caso referido en particular han manifestado que es un problema que les afecta desde hace tiempo, sin que exista respuesta favorable de las autoridades, que en este punto ya deberían demostrar que les interesa la protección de la población, porque la alerta de un supuesto asalto a un transporte urbano esta semana es algo más que preocupante; ya es suficiente con el riesgo que existe por un servicio de transporte deficiente y sobre el cual no existe control, como para sumarle el peligro de ser asaltado.