Reitero, en teoría los Consejos de Desarrollo Urbano y Rural serían un sistema o mecanismo eficiente y eficaz para darle solución a los grandes problemas de la población más pobre de nuestro país, su integración de acuerdo al artículo 4 del Dto. 11-2002 es la siguiente: Consejo Nacional de Desarrollo Urbano y Rural, Consejos Regionales de Desarrollo Urbano y Rural, Consejos Departamentales de Desarrollo, Consejos Municipales de Desarrollo y Consejos Comunitarios de Desarrollo. En el portal de la Secretaría de Coordinación Ejecutiva de la Presidencia, se lee el siguiente enunciado: “A través de la participación de la población maya, xinca y garífuna y la no indígena, en la gestión pública para llevar a cabo el proceso de planificación democrática de desarrollo, tomando en cuenta principios de unidad nacional, multiétnica, pluricultural y multilingüe de la nación guatemalteca”.
Pues sí, eso debería ser la mecánica –que los COCODES participen activamente en la formulación y ejecución de los proyectos- para que el desarrollo llegue a la población, cuando me refiero a desarrollo, me refiero a las acciones contundentes que ayuden a mejorar el nivel de vida de los comunitarios, porque, los políticos tercermundistas nos hacen creer que, llevando adoquines, láminas de zinc, una docena de pollos, o cosas así, es llevar desarrollo a las comunidades.
La integración de los miembros de los CODEDES debe despolitizarse, es una aberración con apellido de CORRUPCIÓN, que sea presidida por el gobernador -como todos sabemos, ese puesto es ocupado por personas DESHONESTAS, NO IDONEAS y con compromisos políticos-, así como por secretarios generales departamentales de partidos políticos con representación en el organismo legislativo. Hasta la fecha, el tiempo nos ha dado la razón, los proyectos elaborados, ejecutados y supervisados por ellos mismo –gobernadores, alcaldes y diputados- no han ayudado a salir de la crisis en salud, educación y seguridad, solo por mencionar tres aspectos.
Aparte de todo lo anterior, viene lo más cruel para la población, es decir, con cuánto de dinero se van a financiar sus proyectos, cuál es la disponibilidad de dinero que el gobierno central –Giammattei- va a dar para que el nivel de vida de la población mejore, siga igual o en el peor de los casos, desmejore. Veamos los números: El monto vigente de este año -2021- para los Consejos de Desarrollo Urbano y Rural es de 2 mil 698 millones 811 mil 391 quetzales, eso representa el 4% del total del presupuesto de la Nación: hasta la fecha según el portal de Control de desembolsos y transferencias a los CODEDES –CODET/PORTAL-, los Consejos Departamentales de Desarrollo han recibido 1 mil 454 millones 45 mil 397 quetzales, esto representa el 54% del techo del monto asignado, pero solo han ejecutado el 72% de lo recibido. Es decir, cuando apenas faltan menos de 3 meses, deben “invertir” más de 1 millón 244 mil quetzales y al mismo tiempo ejecutarlo, en ese sentido, habiendo tanta necesidad por resolver, estas personas, no pueden o no quieren ejecutar los proyectos. Valdría la pena que nos expliquen cuál es la razón de tanto atraso en la ejecución del presupuesto.
Estimado lector y comunitario de Totonicapán, es una tristeza que el CODEDE de nuestro departamento, en estos momentos esté ocupando el segundo lugar en baja ejecución de su presupuesto, solamente el departamento de Sacatepéquez nos gana. Disculpen, les explico con números: El monto asignado es de 98 millones 765 mil 853 quetzales, han recibido 55 millones 561 mil 119 quetzales, es decir el 56%, y apenas han EJECUTADO 22 millones 758 mil 294 quetzales, eso equivale al 41%. Resumiendo, de 100 quetzales que nos han asignado, únicamente hemos cobrado 56 centavos y de estos 56 centavos, solamente hemos gastado 41 centavos. Por Dios, qué alguien nos explique, por qué no pueden o no quieren INVERTIR nuestro dinero, habiendo tanta necesidad, por ejemplo, ocupamos el primer lugar en desnutrición y analfabetismo, aparte, tenemos la más alta tasa de pobreza y pobreza extrema. Es inaudito lo que lo sucede en Totonicapán; que Dios bendiga Guatemala.
Contador público y auditor, docente universitario y ex alcalde comunitario.