“El 25 de Mayo de 1881, en Quetzaltenango segunda Ciudad de la República de Guatemala, un grupo de vecinos y occidentales de espíritu progresista”, como reza la carta entregada al supremo gobierno de la Republica, solicitó la autorización del Banco de Occidente, como un banco de emisión, giro, depósito y descuentos, en forma de sociedad anónima, “cuyas acciones estén lo más al alcance del pueblo”. En dicha solicitud se dice: “Nuestra sociedad, así como la del Internacional y Colombiano, cuyos pasos, experiencia y legítima ambición vamos siguiendo…” Estos dos bancos ya funcionaban en aquellas fechas.
Entre los firmantes de la solicitud aparecen los que serían sus principales socios, destacándose entre ellos el General Manuel Lisandro Barillas (más tarde Presidente de la República), quien firma por sí y en representación del mayor accionista y principal impulsor del nuevo banco, el General Justo Rufino Barrios Auyón. Otros socios importantes lo fueron don Francisco Aparicio, don Antonio Rivera, don Benjamín Mackeney y su esposa Quirina, don Francisco Sánchez e hijos (fundadores de la Fabrica Cantel); y un grupo minoritario entre quienes cuentan don Valentín Sáenz, don Manuel Cárdenas y otros reconocidos emprendedores de la época. El Capital inicial del Banco fue de 100 mil pesos, moneda de la época, de cuyas acciones el mayor suscriptor fue el General Justo Rufino Barrios con 300 acciones.
El inicio del Banco de Occidente se sitúa en una época en que el gobierno, de corte liberal, imprimía nuevos cambios en la economía con reformas e iniciativas de progreso, especialmente a partir de la explotación y exportación del café, producto que gozaba de gran aprecio especialmente en Europa, a donde se exportaba en su gran mayoría. Por esta razón se justificaba la creación de un banco de crédito y operaciones de cambio.
A los pocos años de fundado el Banco, Quetzaltenango y la región sufrieron dos desastres naturales: el terremoto de abril de 1902, y en Octubre del mismo año la erupción del Volcán Santa María, sucesos estos que causaron enormes daños. Sumado a ello, la región había experimentado una Revolución, la denominada “Revolución de Occidente”, en el año 1897. Muchos emprendedores emigraron de la región a causa de estos desastres. Todos estos asuntos afectaron enormemente al Banco, especialmente por cuanto los deudores se vieron imposibilitados de cancelar sus adeudos, con lo que el Banco tuvo que pagarse con garantías hipotecarias. Ello le resto liquidez para sus operaciones propias, tardando varios años hasta que el Banco logró recuperar sus capacidades, asunto en el que la buena y austera dirección del mismo fue de gran relevancia.
En su historia el Banco de Occidente S.A. superó varias importantes crisis, la primera de ellas a partir de 1885 con la guerra que el General Justo Rufino
Barrios emprendió con motivo de su interés por unir Centroamérica como República Federal. Otras crisis destacables se vivieron durante las dos guerras mundiales, las que le impusieron restricciones en el negocio de las divisas, además del deterioro comercial por falta de transporte marítimo, y a la casi completa interrupción de vías con Europa le ayudó parcialmente la demanda de café originada por el ejército norteamericano. Otra importante crisis se sufrió a principios de la década de los años 30 por la debacle económica de los Estados Unidos. Más tarde sufrió la intervención que del banco hizo el gobierno del General Jorge Ubico hasta su caída en el año 1944. En julio de 1944 el gobierno provisorio del General Federico Ponce Vaides levantó la intervención oficial que había durado más de 6 años.
El 26 de Noviembre de 1924 toma vigencia el Decreto N° 879 mediante el cual se emite la Ley Monetaria, con lo que el sistema monetario de la Republica se establece con el Quetzal, representado por un gramo de oro puro (equivalente a 60 pesos de la antigua moneda nacional). En el siguiente Decreto, el N° 890 se crea el Banco Central de Guatemala, con funciones similares al Banco de Occidente S.A., creándole con ello una competencia que hoy diríamos “desleal”; obligándole además a capitalizarlo con la compra de 20 mil acciones lo que le causa una erogación de 200 mil quetzales, afectándole con ello la liquidez.
Como se dijo antes, la fundación del Banco de Occidente coincidió con el fomento del café, para lo cual la institución sirvió eficientemente financiando el cultivo. Las primeras exportaciones de café se hicieron en 1862, pero fue hasta la llegada del régimen liberal en 1871 que inicia el auge del grano. Años más tarde, ya en los cincuenta del siglo recién pasado, el algodón fue el principal producto financiado por el Banco.
A partir de la Ley Monetaria que nos rige, promulgada el 11 de Diciembre de 1945 el Banco de Occidente, S.A. logró cierta estabilidad y crecimiento, para convertirse en el primer banco del país, hasta que fue absorbido por el Banco Industrial S.A.