Desde el año 1968, por decreto del Congreso de la República de Guatemala, se asigna un día para celebrar el Día de las Madres. Todos los días son propicios para celebrar la vida de las madres, pero este día es especial, porque todos tenemos la oportunidad de festejar en casa la vida de la mujer que ha apostado todo por nosotros.
Gracias mami, mamá, madre por haber dicho sí desde el momento en que te enteraste que estabas embarazada de mí. No te importó lo que la gente dijera, a ti te importó mi vida, y gracias a ese sí, es que hoy puede leer, cantar y reír. No te fue fácil obtener lo suficiente para alimentarme, pero sé que arriesgaste tu vida por ganarte honradamente el pan de cada día.
Gracias por tu paciencia. ¡Cuántas veces me has sacado de onda y te he respondido mal! ¡Cuántas veces te he sacado de tus casillas, y me has tenido que corregir, puesto que quieres lo mejor para mí! Por éstas y muchas cosas más, te digo: gracias.
Hoy quiero pedirte perdón por las veces que te he faltado el respeto. En varias ocasiones llegué a decir: ya estoy arto de ti, ya no te soporto. Pero hoy doy gracias a la vida que me ha dado tanto a través de tu ser. A pesar de ser malcriado y desobediente, me has comprendido y amado. Y aunque te he dado razones para que me saques de la casa, aquí me tienes aún.
Por eso este día celebro tu vida, la bendiga y la alabo, porque en los momentos de debilidad eres mi fortaleza, en los momentos de soledad eres mi compañera de camino, en los momentos de desesperanza eres mi esperanza, en los momentos de duda eres quien me motiva que confiar en mí. Eres la mujer que, cuando me caigo, me levanta y me pone el brazo para seguir adelante. Gracias a la vida, porque me permite tenerte aún a mi lado.
Para quienes tienen la dicha de tener a su madre viva, disfrútenla y compartan lo más que puedan. Los momentos vividos con nuestra madre son únicos e irrepetibles, y jamás volverán a repetirse en la vida. Así que no reniegue del genio de su madre; todo lo contrario, agradezca, porque llegará un día en el que deseará escuchar su voz, aunque sea para regañarle, pero será demasiado tarde.
Para todos aquellos que ya no tenemos a nuestra “mami” viva, este día podemos elevar una oración a Dios por su eterno descanso, y que Dios recompense todo el amor que en vida nos dio. Tratemos de celebrar esta fecha de la manera cómo nuestra madre celebraba este día, o bien pensar en cómo ella celebraba el día de la madre cuando aún su madre vivía. Ahora, por razones del Coronavirus no se puede uno congregar para celebrar, pero sí es posible celebrar el Día de la Madre, poniendo una foto de ella en el lugar en donde vayamos comer y hablar sobre esos momentos bonitos que juntos pasamos. Digamos: mami, gracias por tus enseñanzas, gracias por tus regaños, gracias por tus berrinches, tú que fuiste siempre muy detallista con nosotros, ahora disfruta de los detalles que Dios tiene contigo. Tú sigues viva entre nosotros, porque estás en nuestra mente y en nuestros corazones.
Feliz Día de la Madre para todas las madres que conozco y no conozco. Disfruten el don de ser madres. Les mando un fuerte abrazo. Les prometo mis oraciones. Y a las madres que están en el cielo, un abrazo a la distancia.
Dios es el motor principal de mi vida, me gustan los retos. Soy amigo de la verdad y enemigo de la hipocresía.