Hace 13 años, Siomara Alonzo y una amiga decidieron hacer voluntariado en una clínica veterinaria, en donde se dieron cuenta de la situación que vivían muchos perros de la calle, por lo que decidieron darles un hogar, empezaron con seis, pero con el tiempo les llegaron más.
Por diversas circunstancias, Siomara se quedó a cargo del albergue, donde hasta el momento viven «46 perritos», a los cuales atienden y están en condición de adopción.
Sin embargo, no todo marcha bien, a pesar de la ropa para mascotas que venden, tienen una deuda con el veterinario que supera Q 5,000; además, para mantener a los perros requieren de dos quintales de concentrado a la semana, y el lugar donde están ubicados no cuenta con las condiciones adecuadas.
Alonzo explica que han intentado hablar con autoridades para crear un hogar de perros callejeros, y a la vez promover la esterilización y adopción, pero no han tenido respuesta.
El principal apoyo para Huellas de Esperanza se puede dar a través de donaciones de concentrado, o voluntariado, porque actualmente solo Alonzo se encarga del albergue, y una persona de la capital maneja las redes sociales. Los voluntarios, según la encargada, solo necesitan estar comprometidos para servir, bañar y pasear a los perros, así como ayudar durante los rescates.
Para contribuir con el proyecto se puede llamar al 42310472, o a través de la página de Facebook. En este momento la asociación está realizando una rifa, que finalizará el 8 de noviembre, son 10 premios en total y el precio del número es de Q 10.