La vida humana está llena de buenas oportunidades, es decir, de circunstancias favorables para hacer algo que beneficie su vida. ¡Tiene la oportunidad de vivir! De las 24 horas que tiene el día use una media hora para tomar conciencia de todo lo que implica estar vivo. Aún en medio de las dificultades de la misma vida, es fantástico vivir para dar vida. Busque momentos oportunos para hacer algo bueno por su vida y la de nuestro país.
Nacimos y vivimos en un país maravilloso: con volcanes, lagos, ríos, montañas y un clima envidiable para muchos. Este país es el espacio en donde usted tiene que dar lo mejor de sí mismo para hacerlo más productivo. ¿Cuántas oportunidades ha tenido usted de hacer algo para que Guatemala esté mejor? Si hace cuentas, seguramente son muchas. No importa la edad para aportar algo a este país.
Con los años que tiene, usted es lo que es porque ha aprovechado las buenas oportunidades que la misma vida le ha dado; y si usted no es lo que quiso ser, es por no haber aprovechado las oportunidades que tuvo. Hay un refrán que dice: el tiempo perdido hasta los santos lo lloran. Los primeros en llorar por no haber aprovechado las oportunidades que tuvo son sus seres queridos.
¿Cuántas oportunidades ha tenido para hacer las cosas bien? ¿Se ha lamentado del esposo o esposa que tiene? ¿Se ha lamentado por haber dejado ir a una mujer o un hombre que valía la pena darle una oportunidad de que le conquistara, pero simple y sencillamente, se los despachó de su vida? Algunos dicen: es que yo tuve la oportunidad de decirle que no o que sí, pero no sé qué me pasó; bien dicen que “el amor es ciego”.
No tenga miedo de amar y de expresar lo que siente. El verdadero amor ilumina la vida de quien lo siente. Deje el orgullo, la vanidad, la inseguridad personal, el vacío existencial, el miedo, las soberbia y la falta de fe en sí mismo. Usted ame sin miedo y sin medida. Déjese amar por quien de verdad le ama; y despida a quien “disque” le ama, puesto que sus acciones son absolutamente falaces.
Tome conciencia de esta realidad. Todos hemos tenido la oportunidad de elegir, decidir, estudiar, trabajar, servir, formar un hogar y de ser felices. Entonces, cuando llegue la oportunidad de hacer algo que le ayude a ser feliz, hágalo; beba agua cuando su tambo tenga agua, no cuando usted tenga sed. Si tiene hijos o hijas disfrútelos ahora, porque tarde o temprano emprenderán el vuelo y se quedará solo o sola. En este preciso momento, tanto usted como yo tenemos sed de amor, de comunicación, de comprensión, de estar bien integralmente, ¿qué hay que hacer?
Si hoy tiene la oportunidad de amar, de perdonar a alguien, de retomar algunas cosas para ser feliz, hay que hacerlo. Ame, estudie, edúquese, escuche y sea feliz. Dese la oportunidad de disfrutar el milagro de la vida. Ahora bien, así como usted ha tenido y tiene oportunidades para ser mejor, también cada día las tiene para hacer el mal.
Oportunidades para hacer daño, hay muchas; pero no caiga en la trampa de la mediocridad, porque la misma vida devuelve lo que se le da. Recuerde: la oportunidad que siempre debe rechazar es la de hacer el mal; y la oportunidad que siempre debe hospedar en su corazón es la de hacer el bien sin importar a quién.
Dios es el motor principal de mi vida, me gustan los retos. Soy amigo de la verdad y enemigo de la hipocresía.