El manejo de los datos personales en un mundo interconectado y la privacidad en este mismo sentido son temas que han cobrado más interés con casos de impacto mundial, como el de Cambrigde Analytica.
Justamente, el documental Nada es privado presenta el que ha sido considerado el mayor escándalo de privacidad en redes sociales, que generó más atención cuando se relacionó a la empresa dedicada al análisis de datos y a la comunicación estratégica con la campaña del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Sin embargo, según esta producción, no sería el único caso en que la empresa, que tuvo su sede en el Reino Unido, habría intervenido, ya que se estima que participó en cerca de 26 procesos electorales en distintos países, incluyendo algunos de Latinoamérica. Además de su posible participación en el Brexit.
Si bien es cierto que podría entrar entre las teorías conspirativas, exagerando incluso en algunos momentos, el enfoque sobre el manejo de los datos personales no va tanto en función del uso específico de datos personales, sino en la construcción de perfiles de personas que pueden ser influenciadas a través de la exposición a mensajes creados para orientar sus decisiones. Eso significaría, en principio, que no se puede influir sobre todas las personas, o que no todos se dejan influir a través de las redes; pero que sí existe un porcentaje de los internautas que podría tender a una conducta o idea por la influencia que se pueda generar en ellos.
En la realidad, es poco usual que una persona deje abierta su libreta de contactos frente a todos, o que cuente sus intereses y actividades a desconocidos, e incluso compartir los datos personales a alguien que no conoce es improbable; sin embargo, en la realidad virtual es tan frecuente como registrarse en una red social. La respuesta de Mark Zuckerberg en el caso de Cambridge Analytica, sin embargo, fue coherente, que ellos solo facilitan la interacción social, y lo que los demás hagan con la información es responsabilidad de cada uno.
Una de las conclusiones del documental es que los datos personales constituirían uno de los principales activos, incluso por encima del petróleo…