Hace unos días escuché a un profesional de las neurociencias decir que a través de la publicidad se programa la mente del consumidor, de hecho existe una disciplina llamada neuromarketing, que efectivamente lanza mensajes a la mente sin que nos demos cuenta, convirtiéndonos en máquinas que una vez programadas aceptemos todo sin reprochar.
Pues el mercadeo busca manipular nuestras mentes, pero ese no es el problema, el verdadero tema que deseo analizar con ustedes es al servicio de quién puede estar el mercadeo. Existe mercadeo político, el que es utilizado en las campañas, luego nos preguntamos por qué la población vota sin pensarlo, pues sencillo, están programados para hacerlo, todo depende del color, la canción o el eslogan.
Pero hay casos más reprochables, como lo es el caso del mercadeo religioso, este es utilizado por las iglesias de todo tipo. Estas instituciones lanzan mensajes que nos hacen pensar que el sufrimiento que tenemos tiene una razón de ser, al tal grado de creer que podemos adquirir un pedazo de cielo con el simple hecho de diezmar.
Los mensajes vienen de diversas fuentes y con diversos propósitos. El terror que infunden las maras nos hacen pensar que lo mejor es pagarles y evitarnos problemas. De hecho, el miedo es utilizado por los gobiernos para mantenernos sumisos, por lo que no es extraño que haya casos de violencia extrema cuando los gobernantes desean tener controlada a la población.
La herramienta más efectiva del mercadeo son los medios de comunicación, entre estos se incluyen las redes sociales, mismas que toman relevancia en los últimos cinco años.
En la pagina principal de Prensa Libre, durante ya varios días figura una nota que hace referencia al caso de la minera San Rafael, esta hace mención del monto de dinero que se deja de percibir por pago de impuestos y pago a proveedores.
En la nota se publica que Q 719.2 millones pierde Guatemala en concepto de impuestos, regalías y pago a proveedores, la nota es respaldada por la Cámara de Industria de Guatemala. Esta es una vil mentira, ya que el pago a proveedores no tiene nada que ver con el país, sin embargo, engaña a la mayoría de la población. En este caso convierte al malo (minera San Rafael) en el bueno, por lo menos eso pretende.
Algunos llegan a amar al que lo oprime y odiar al oprimido, gracias a los mensajes que reciben, como el caso citado anteriormente.
Otro caso de programación cerebral por medio del mercadeo lo constituye el Black Friday o Black Finde, esto porque en el caso guatemalteco no existen ofertas. Las empresas le suben al precio y luego dicen que existe un descuento, sin que en realidad se cumpla.
La promoción de las empresas de telefonía que colocan un gran número indicando que solo por este monto tendrá beneficios, se reservan la información relacionada con el plazo, el que es de un día, por tanto, si se multiplica por los días del mes, será más caro del plan que usted está pagando.
Lo mejor para evitar que su economía se dañe es no prestar atención a los anuncios, comerciales, vallas, etcétera, y solo comprar lo que en verdad le sea de utilidad, y mejor aún si lo hace en una micro y pequeña empresa.
Profesor universitario, académico, profesional de las Ciencias Económicas.