Este lunes 20 de los corrientes, el Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda –Micivi–, dio inicio a la reparación del tramo carretero de Cuatro Caminos, San Cristóbal Totonicapán, a la cabecera departamental de Totonicapán. Como están las cosas en el gobierno, vale la pena o casi es obligatorio conocer las interioridades de las obras a realizar, los Cocode, la junta directiva de 48 Cantones y el ciudadano responsable y comprometido con el desarrollo integral de nuestros pueblos, debemos asumir nuestro rol de auditores sociales. En ese orden de ideas, traslado a la opinión pública algunos datos relacionados con este trabajo: La empresa que ejecutará la obra se denomina Asfaltos y Petróleos, S.A. –Aspetro–, la longitud del tramo a reparar es de 13 kilómetros, y el ancho de la cinta asfáltica o rodadura es de 6.5 metros, el costo total será de Q 34,685,485.63.
Es importante indicar la modalidad del trabajo específico a realizar, ya que de ello dependerá el éxito o fracaso de la inversión. El asfalto que actualmente tiene la carretera será removido y pulverizado, hasta llegar a una base de terracería, más o menos a 20 centímetros de profundidad; luego se colocará una base triturada de 15 centímetros de espesor, inmediatamente se colocará un riego de liga y finalmente una capa de concreto asfáltico de ocho centímetros de espesor. En el costo también incluye colocación de nuevos rótulos de señalización, tanto verticales como horizontales, sustitución o reparación de alcantarillas transversales, además de drenajes.
Tomémonos unos minutos para observar el trabajo que se está realizando, sobre todo, si está siendo ejecutado con estas especificidades mínimas, de lo contrario, hagámoslo saber al Micivi, acordémonos que está en juego la vida útil del proyecto y el costo del mismo, el cual se logra gracias a los impuestos que cada uno de nosotros paga. Es importante hacer ver la eliminación definitiva de los túmulos que fueron colocados antojadizamente por los vecinos –más de 20 túmulos en un tramo carretero de 12 kilómetros–, digo antojadizo porque se colocaron sin ninguna autorización ni construidos técnicamente, propiciando con ello más de un accidente vial. Nuestro reto en pleno siglo XXI es educarnos en el tema vial, tanto peatones como conductores de vehículos, y que las autoridades correspondientes supervisen la construcción de casas a la orilla de la carretera, hoy por hoy, vemos casas construidas a tan solo un metro de distancia de la cinta asfáltica, esto es inaudito y no puede seguir así; sin embargo, se dan estas cosas, debido al caos y la ausencia de autoridad imperante en las instituciones públicas.
Otro dato por demás importante es el siguiente: Con fecha 5 de junio del presente año, el Micivi publicó la licitación del proyecto, y dos meses después –3/08/2017– adjudicó el trabajo a la empresa Aspetro; 20 días posteriores se firmó el contrato No. 029-2017-DCG-CONSTRUCCIÓN, el plazo para la ejecución de la obra es de 18 meses contados a partir del día siguiente de ser notificada la empresa. Con fecha 11 de agosto, el Micivi emitió el primer cheque por un valor de cinco millones de quetzales, a favor de Aspetro; además, el 29 del mismo mes, se firma la fianza Clase C-5 No. 682983 con Afianzadora G&T S.A., por un valor de Q 6,937,097.13.
De estos datos me surgen dos preguntas: a) ¿Cómo es posible que el ministro Aldo García vino a Totonicapán a poner la primera piedra del proyecto en febrero, si hasta junio se publicó la licitación. b) ¿Cómo es posible que el 11 de agosto se emite un cheque por 5 millones de quetzales a nombre de Aspetro como anticipo al proyecto, si hasta el 22 de agosto se firmó el contrato? La corrupción no quiere abandonar a las instituciones públicas, pero, nosotros con nuestra actitud, debemos insistir y persistir, y así resistir, pero jamás desistir, algún día veremos una Guatemala mejor.
Contador público y auditor, docente universitario y ex alcalde comunitario.